Recuerdo BT-BCN, las ganas que tenía de correr hasta el escenario y darle un abrazo, un beso, darle fuerzas para continuar, decirle que por muchas veces que se equivoque, que se caiga, voy a estar ahí para ayudarle a levantar, que voy a creer en él siempre, que le quiero, y sobre todo, para agradecerle por todo lo que ha hecho por nosotras/os indirectamente. I love you, Justin.
Narra
Nicole.
Justin me ha encerrado
otra vez en la habitación, y durante horas y horas estoy aburrida, esperando a
que algo suceda y rememorando el momento que hemos vivido en el jardín, más
exactamente el instante exacto cuando se acercó violentamente a mí y quedó a
escasos centímetros de mi cuerpo.
He sentido... ¿cómo explicarlo? Una bomba.
Una bomba explotando con todas mis teorías, un huracán arrasándolo todo a su
paso sin preguntar si es conveniente que lo haga. Mariposas; millones y
millones de esas pequeñas criaturas amenazando con acabar con mi estómago y mis
nervios. Y, por encima de todo, miedo. Un miedo abrasador y lúgubre que me deja
en una posición inferior respecto a él. ¿Lo peor? Que todo esto parece tener un
efecto adictivo en mí ya que en estos momentos quiero correr hacia él y
descubrir más de esa enigmática persona.
Entre pensamientos
prohibidos, la puerta se abre; y allí está él, con su pelo alborotado y su
mirada penetrante.
-¿Cómo te encuentras?-
comienza.
-Bien- respondo seca.
-Sobre lo de antes, me
refiero- no entiendo su pregunta.
-¿Qué? ¿A qué te
refieres?
«Quizás, habéis sido ambos arrasados
por el mismo huracán», enarca las cejas la
intrusa. «¡No! Ella no debe
distraerse con tonterías. Está aquí para escapar. ¡Cállate maldita intrusa!», le contesta mi subconsciente
malhumorada. «Yo tengo mucho más peso
que tú, zorra», se queda por encima.
-El apretón en la muñeca,
¿te duele o algo?- pregunta, alejándome de esa gilipollez de conversación en mi
interior. Parece preocupado.
-No, sólo está
rojo-explico.
Aun eso, él se acerca a mí
y me pide con la mirada si puede mirar mi muñeca. Le tiendo el brazo
observándole con detenimiento. Justin protege mi mano con la suya acariciando
la palma de esta con el pulgar. Mira mi muñeca, aun enrojecida ya casi moratón,
y suspira.
-Lo siento. A veces no
controlo mi fuerza.
-No pasa nada. Sólo es un
moratón.
Parece que las cosas se
han relajado entre nosotros aunque todavía se puede sentir la tensión en el
aire cerrado de la habitación.
-¿Quieres bajar a
cenar?-se ofrece.
-¿A cenar?
-Sí, con nosotros.
-¿Con vosotros?
Asiente. ¿Por qué quiere
que cene con ellos? Yo soy su rehén, no una amiga o un familiar.
«Uhm, las mesas son cómodas…», deja ir la desconocida. ¡¿Qué coño
dice esta ahora?!
-¿Por qué?-formulo con
cautela.
-¿No tienes hambre?- me
ignora, cambiando levemente de tema.
-Sí- asiento, sin aun
comprender esta nueva situación. Paseos y trato, lo entiendo. Cenar con ellos,
ya no; pero bueno, siempre me puede ser útil.
-Pues entonces- se levanta
ágil y me tiende la mano.
Vacilo unos segundos en
el suelo, pero al final quiero permanecer en esta posición que parece ser buena
para mí y me levanto con la ayuda de sus fuertes brazos. Quizá pueda sonsacar
algo de información para mi investigación particular. Aparte, ¿qué gano
enfureciendo a un tifón devastador?
Salimos de esta horrible
habitación que ya me la conozco como la palma de mi mano y nos dirigimos al
comedor. Todo el mundo me ve llegar y me miran estupefactos. Supongo que se
preguntarán que hace la supuesta rehén sin esposar y bajando tan tranquilamente
por las escaleras de camino a la cocina.
Yo sólo sigo a Justin. Y
si Justin va a la cocina, yo también.
Al entrar en la cocina,
pillamos a María y a Jazzy con las manos en la masa.
-Oh, os he
pillado-comenta Justin- ¿Al final me habéis hecho caso, eh?- ríe.
Es muy tierno cuando
habla con su hermana y eso me sorprende. Ciertamente, me sobrecogen sus cambios
de temperamento. A veces duro e imparable, y otra veces, dulce y tierno. Esas dos personalidades en una misma persona
no encajan en absoluto.
No remedio en sonreír por
debajo de la nariz al verles juguetear con las manos. Jazzy intenta chocar los
puños con su hermano, el cual siempre que ella lo intenta, levanta las manos.
Yo los miro estupefacta y
embobada hasta que siento unos ojos acosadores escrutándome en silencio. Muevo
mi mirada por la cocina y veo a Ryan en una de las sillas, detrás de la mesa.
En silencio. Sin omitir risa, palabra ni murmuro. Mirándome de arriba a abajo.
Estudiándome, más bien. Agarra el vaso que tiene justo en frente suyo y le da
un largo sorbo, impasible.
-¿Te gusta la tarta de
chocolate, niña?-quiere saber María en un tono dulce y maternal.
-Sí, pero no sé si
debe...
-Puedes comer lo que
quieras- asegura Justin sin dejarme acabar la frase.
-Ehm, vale. Entonces sí-
digo con ganas.
El pastel de chocolate
que están haciendo Jazzy y María tiene una pinta realmente deliciosa y sólo con
mirarlo un momento ya tengo ganas de comer un trozo aunque sea.
-¿Ayudo en algo?-
pregunto. María me cae muy bien y Jazzy obviamente también; así que tampoco es
plan de ser una irrespetuosa.
-No hace falta, niña-
responde con una sonrisa María.
Justin está ayudando a la
pequeña a meter el pastel en el horno.
Me siento en una de las
sillas y al poco rato entra Chaz.
-Hola a todos-saludo
éste. El chico de cabellos oscuros, flequillo caído hacia abajo, ancho de
cuerpo y musculoso, alto pero no más que Justin y una sonrisa simpática desde
el principio implantada en su cara, me mira de arriba a abajo- ¡Oh!-exclama-Tú
otra vez por aquí- me tiende la mano para que la choque.
Yo no sé qué hacer. Ya sé
que Chaz parece ser así, pero me resulta tan extraño tanta simpatía por parte
de ellos. ¿Qué traman?
Me quedo perpleja, con la
boca abierta de par en par.
-No eres muy espabilada,
eh- bromea- Se hace así- instruye cogiendo mi brazo por la muñeca, haciendo
cerrar mi mano en un puño firme y conduciendo ese mismo hacia su puño para
impactar con él- Te recomiendo que cierres la boca o te entrarán
moscas-recomienda y se sienta.
Yo me quedo ahí,
siguiéndole con la mirada y con cara de tonta. Justin suelta una carcajada muy
sonora y Jazzy le sigue entre risas. Oírles reír juntos me hace salir de mi
perplejidad y volver al planeta Tierra. Chaz se une a las risas.
-¿Qué pasa, eh caco? ¿Te
pensabas que no éramos majetes los mafiosos?-pregunta partiéndose el culo. El
único que no ríe es Ryan, que sigue serio observando el panorama. María ya hace
rato que se ríe entre dientes mientras que acaba de preparar la cena.
-No es eso, es sólo
que...-no sé qué decir ni que hacer. Al fin y al cabo estoy en su territorio, y
ahora pueden ser simpáticos y amables como tornarse violentos y asesinos de
golpe.
-Es eso- enfatiza Chaz-,
es sólo que no quieres reconocer que te has quedado pasmá por mi swag.
-Sí, será eso-le pico,
risueña.
-Ah, ¿que no crees que
tenga swag, eh?-se yergue bruto y por un momento puedo vislumbrar ese
asesino sin piedad al fondo de los espejos del alma. Me cohíbo, y él lo nota-Tranquila,
no voy a pegarte-bromea otra vez- Me caes bien. Tienes un punto positivo-ríe,
amable.
-Gracias-agradezco y
siento como me descargo de electricidad y tensión acumulada.
Me siento...a gusto. Y
eso se me hace raro.
De pronto, entra un chico
de ojos oscuros, mirada llena de misterio y rizos rubios. Me mira severo y me
regala su mejor cara de asco, seguramente reservada para momentos como este.
-¿Qué coño hace ésta
aquí, McCann?-vocifera.
-¿Cuantas veces lo tengo
que decir? ¡Es mi rehén! Yo hago lo que quiera con ella.
-A tu padre no le va a
gustar nada- añade.
-¡Me da igual! Además tú
no eres nadie para decirme esto, ¡Largo de aquí!
-Pero…-quiere añadir,
pero alguien que nunca esperaría que actuase, actúa.
-¡Que te calles, Jones!
¡Tú no eres quien manda aquí! Manda Justin y si él quiere cenar con Nicole,
cenará con ella. Sea rehén, sea lo que sea- chilla Ryan, aparentemente furioso.
-Informaré en persona al
jefe. Ya verás que no estará nada contento con esto, y así te quietará de en
medio, maldito bastardo.
-Ya está, te has pasado
Jones. ¡Maldito bastardo, tú!- le grita Ryan y se lanza hacia él. Lo agarra con
fuerza del cuello y se lo lleva hacia fuera. Les vemos desaparecer y Justin
tiene el rostro blanco.
Me quedo muda de golpe,
tensa y con ganas de salir corriendo. No parecen ir muy bien las cosas por la
banda, nada bien. ¿Qué ocurre?
Justin suspira asfixiado
por el momento y lo veo realmente superado por la situación que acababa de
presenciar por parte del tal Jones.
María procura quebrar la
tensión que se ha vertido sobre nuestras cabezas.
-Ya está lista la cena,
¿vamos?-anima ella.
Todo el mundo ha
enmudecido. Nadie dice palabra y ella se queda mirándonos, inquieta.
-Venga niños, ¡que la
cena se enfría!-chilla con su marcado acento Mejicano.
Pese al hecho de que
ellos y yo somos genéticamente incompatibles y que nuestras vidas jamás debieron
cruzarse en el mismo camino paso una velada agradable. Me siento alegrada de
que Justin haya relajado las cosas, que haya ignorado las acusaciones de su
compañero y que parece querer poner tregua a nuestras confrontaciones. ¿Lo que más
me inquieta?
Intuyo que esto es una estrategia
para que yo me relaje; pero yo no voy a permitir que esto mismo suceda.
***
Si no recuerdo mal hoy es
el día en el que llega la mercancía; por lo que pude entender cuando estuve en
la tienda del asqueroso de Morales. Espero que Justin entre por la puerta y me
deje ir con ellos al intercambio. Por favor, me encantaría participar en esto.
Las cosas se han relajado bastante entre Justin, Ryan, Chaz y yo. Con Chaz
nunca ha habido problema pero con Ryan y Justin siempre hay un leve roce sobre
lo que somos. Ryan parece ser imposible para mí, completamente opaco y no creo
que mejore la relación. Justin y yo parecemos congeniar más, aunque se muestra
reacio a hablar sobre él, a abrirse. El lado bueno de estos pequeños avances es
que, por lo menos, tengo tiempo de investigar.
-Quiero que vengas con
nosotros- dice una voz aterciopelada, suave.
«Justin…»
-De acuerdo. ¿De qué va a
ir?
-Nunca se sabe con
González, pero en teoría es un intercambio sencillo-explica, para después
añadir entre dientes-. Si no os entrometéis…
-¿Si no os entrometéis?
-Vosotros. Los del FBI.
Como la última vez.
-Si mi hermano y mi padre
están bien, claro que actuaran- aseguro.
-Pues espero que no, sino
esta vez no tendré piedad.
Y se me congela la sangre
al ver su mirada. Espero que no vayan. ‘’Josh, papá, no vayáis’’, pienso,
asustada.
-Venga, vístete. Ten- y
me tiende una camiseta negra, y unos pantalones negros- Debo llevarte de
compras, si vas a quedarte mucho tiempo aquí.
«Ni lo sueñes», comenta mi subconsciente.
Me visto en el cuarto de
baño y acto seguido nos deslizamos hacia el comedor, donde esperan todos.
-Ya estamos listos,
McCann- anuncia Martin.
-Muy bien. ¿Armas,
dinero, todo en orden?
-Sí, Justin, armas
preparadas- contesta Ryan, con una sonrisa en la cara.
¿De verdad que le gusta
esto? ¿Cómo puede alguien disfrutar, sabiendo que va a hacer daño a gente? No
lo voy a lograr entender nunca.
-Pues vamos, a los
coches- comenta Welch. Le miro con recelo, no quiero que venga, aunque yo no
tengo voz en nada de esto. ‘’Welch, como te despistes, iré a por ti’’, pienso
relamiéndome los labios. Él parece darse cuenta, se gira y me sonríe malicioso
con un regustillo oscuro.
Justin no parece
agradarle que haya comentado.
-Debe salir todo
perfecto, ¿entendido? No quiero fallos, no quiero sorpresas. Welch, Rumsfeld y
Jones, vosotros inspeccionareis los alrededores para asegurarnos de que no hay
policías, de que no hay bombas y de que González no nos la va intentar jugar.
-Entendido- asienten los
tres, al unísono.
-Vamos- da paso Justin,
un Justin autoritario, dominante.
Le observo durante todo
el camino, conduce Ryan y él es el copiloto. Yo estoy en la parte trasera con
Chaz a mi lado. Están los tres callados, algo muy raro en ellos.
Nos dirigimos al puerto de
Miami. Son las doce de la noche y hay una pequeña brisa que humedece el
ambiente. Paramos el coche en una esquina, entre el muelle 5 y el 6.
-¿Por qué paramos aquí,
Justin?-pregunto.
-Debemos esperar a que
Welch, Jones y Rumsfeld revisen el perímetro. El encuentro es en el muelle 2.
‘’ ¿Por qué en el muelle
2 y no en otro?’’, pienso.
Esperamos cinco o diez
minutos hasta que Justin recibe una llamada.
-¿Welch?... ¿Estáis
seguros?...Vale, vale. Procedemos- y cuelga.
-¿Arranco ya,
Justin?-abre la boca Ryan, quien ha permanecido callado todo el trayecto.
Justin asiente, omitiendo
palabras.
***
Ahora ya entiendo porque
en el muelle 2. El puerto de Miami se construyó en dos periodos, en el primero
se construyeron los muelles del 1 al 7, más tarde éstos quedaron como
secundarios y se construyeron los muelles del 7 al 20. Así pues, los primeros
muelles construidos están prácticamente inutilizados y pocas mercancías llegan
a sus aguas. De igual modo, hay menos vigilancia, si no es nula, y los
guardacostas no vigilan tanto.
Espero agarrada de Justin
por el hombro. «Su fuerte brazo…», comenta la que ya no es tan
intrusa. ‘’Bah, cállate. Nadie te ha preguntado’’, contesto interiormente. La
llamada ‘’intrusa’’ ya lleva varios días conmigo, desde que parece haber dos opiniones
en mí, que compiten en la mía propia. A veces, son exasperantes ya que pocas
veces se ponen de acuerdo.
-Tranquila, ¿vale? No va
a pasar nada- me sonríe Justin, quien me ha agarrado la mano que sujeta su
brazo y acaricia mis nudillos con delicadeza.
«No me sueltes, no lo hagas»
-Ya sé que no va a pasar
nada- le respondo, asqueada por mi dichosa voz inapropiada.
Justin pone mala cara y
me siento culpable. «Bruta, el pobre te lo
decía a buenas», me reprocha ella.
‘’Calla, tú eres quien me pone nerviosa’’ «Lo sé, pero acostúmbrate» ‘’Pues que mala costumbre’’, me quejo.
-Buenas noches,
McCann-participa una voz que me resulta familiar.
«González», me advierte mi subconsciente.
-González- asiente Justin a modo de saludo.
El cubano carraspea, y mira hacia atrás. Me mira, se ríe.
-¿Y ella quién es?
-Alguien- le desafía con la mirada-. A ti no te importa.
-Bueno, McCann. Está rebuena-
comenta González. Siento náuseas. Me agarro más a Justin y él lo percibe ya que
me aprieta más contra él.
-¿Hablaste con Morales?- omite comentario alguno sobre su
atrevimiento.
-Sí, me habló de que querías hacerme una visita- vacila.
-Lo hubiera hecho con mucho gusto si hubiese sido necesario.
-Pues tranquilo, amigo. Todo está en orden. Los remolcadores
llegarán en cosa de cinco minutos. ¿Y los verdes?
Justin asiente a Chaz, que permanece encerrado entre Phil y
Martin, por protección al maletín. Se hace camino y se desliza en silencio
hasta nosotros. Tiende el maletín y González se lanza hacia él. Justin lo
bloquea con el brazo que tiene libre, no obstruido por mí, y gruñe.
-Todavía no. Un trato es un trato. Hasta que no tenga tu parte, tú
no tendrás la mía.
-Hay, McCann, ¿no te fías de mí, amigo?- bromea un momento,
receloso por no poder agarrar su dinero.
-¿Respondo a la pregunta?
Se me escapa una sonrisa entre dientes, aunque es casi inaudible.
Justin me ciñe con fuerza la mano alentándome a no volver a reírme, pese que
nadie se haya dado cuenta.
***
¡Prrrr, prrr! Las bocinas de los remolcadores se disimulan entre
las brumas de una calurosa noche de verano. Un barco de grandes dimensiones
ancla en el muelle 2; Justin se torna relajado. ‘’Lo has conseguido, Justin’’,
pienso alentándole en silencio. Su brazo deja de oprimir mi mano contra su
costado, deja de acariciar su piel contra mi piel y le siento en falta. «Aprieta
más», pide esa dichosa Diosa.
-Aquí están, McCann- anuncia González-. Mi palabra es mi palabra,
amigo…
Justin resopla, y pone una mueca irónica. Algo me dice que no le
cae nada bien González. ¿Puede que sea por el comentario del otro de la última
vez? ¿Bitongo fue? Puede que Justin todavía siga molesto por eso.
Un hombre de pelo blanco, avanzada edad, arrugas en la frente y
nariz aguileña, baja por las escalerillas de dicho remolcador.
-Un placer- tiende su mano a Justin, quien con gusto la aprieta-.
La mercancía está adentro, ¿dónde tenemos que descargarla?
-Mi compañero vendrá en menos de dos minutos-le explica él.
Yo les observo en silencio, fijándome principalmente en Justin y
vigilando a González por la retaguardia.
-Buen trabajo, Riviera- le felicita éste, con una cara cómplice de
dicho trabajo. Se enorgullece.
La furgoneta llega en menos de lo previsto, Wells sale de la
cabina y nos saluda a todos. Se dirige a abrir las puertas de ésta.
-Venga, a descargar- chilla Riviera.
Inmediatamente después del grito, dos hombres de etnia
sudamericana salen de la cabina del remolcador y se dirigen a la parte trasera
del barco donde descansa lo que parece una gran mole oculta bajo una lona
oscura. Descubren un gran contenedor azul—de esos enormes que se pueden encontrar en los grandes mercantes
partiendo de los más importantes puertos— y de dos
enganches laterales lo amarran a la gran grúa móvil que hay en la parte trasera
del remolcador. En menos de tres minutos, ésta mueve el contenedor hasta el
cemento, justo delante de nosotros y los dos hombres proceden a descargar la
mercancía.
Escruto impaciente por saber de qué se trata, ¿qué es lo
que compra, Justin? ¿Cuál es su siguiente movimiento? ¿De qué se trata tal
mercancía y por qué es tan importante? Oí comentar a mi padre en el centro de
unidades que era un nuevo producto que revolucionaría el mercado negro de las
drogas. ¿Qué aspecto tendrá?
-Antes de meter las cajas en la furgoneta, quiero ver el
contenido- pide Justin.
No confía en ellos y eso me agrada. Debo reconocer que es
bueno en su trabajo; impasible, callado, serio, amenazante, duro, marca
territorio y desconfía de todos, incluso de sus propios compañeros. No he
podido ignorar que tanto como Welch, Martin y Jones no son para nada de su
agrado. Será de los mejores en esto algún día, lo sé. Y me apeno al pensarlo.
«¿Qué pena verdad?
Es algo imposible» ‘’ ¿Es algo
imposible? ¿De qué hablas?’’, me pregunto a mí misma. Oh Dios, ahora en este
justo momento, no, por favor. «Déjala en paz», le exige mi subconsciente. La primera vez que me alegro
que aparezca. ¡Bravo! «Yo sólo digo lo que
es obvio. ¿Acaso si fuera un chico normal, no te fijarías en él?» ‘’Mejor te
ignoro, no voy a seguir por ahí’’, y vuelvo al muelle, a lo que de verdad
importa.
-La mercancía está bien, McCann. Yo mismo la revisé- se
enoja González. Se ve irritado.
-Prefiero verificarlo por mí mismo. Gracias- añade él.
Sin rechistar, Riviera abre el contenedor, saca una caja
y enseña el material. Dentro del contenedor hay más de cien cajas con pequeñas
cajitas blancas en su interior. La droga. Riviera le tiende una caja blanca a
Justin, quien la abre sin preguntar y descubre unas píldoras transparentes con
un líquido amarillento.
Justin inspecciona la píldora, callado.
-De acuerdo. Está todo en orden. ¡Cargadlo todo en la
furgoneta!- da la orden- Phil, Joe, ayudadles.
Los cuatro hombres ayudan a cargar las innumerables cajas
que caben en la capacidad de dicho contenedor. Tardan aproximadamente quince
minutos. Y por suerte la furgoneta logra cerrar sus puertas.
-¿Todo listo?-pregunta Chaz.
Ryan, que había supervisado todo a raja tabla, asiente.
-González, aquí está todo. La parte de los remolcadores y
tú parte- dice Justin. Chaz le tiende el maletín, y González relamiéndose los
labios lo acepta de buen gusto.
************************************************************
JELOOOOOOOOOOU._./////////// Lo sé, lo sé, dos semanas blahblahblah. Prrrr, pero vamóh que aquí está el 14 y espero que os guste mucho. ¿ Fuisteis a BT-BCN o Madrid? Nosep, si fuisteis contadme la experiencia. La mía fue ASDFGHJKLÑ, o sea se, increíble, alucinante, hilarious, sin palabras. JERJER.
Ya sé que soy muuuuuuuuuuuy pesada, pero tío hay casi 2000 visitas y sólo comenta mi hermana gemela separada al nacer del sur y esto no puede ser. Así que por favor, si entráis, si leéis, porfis, COMENTAD. No es taaaaaaaaaaaaaan difícil, enga'.
Por cierto Anna, ¿QUÉ LE HA PASADO A TU MÓVIL ¿QUÉ TE PASA A TI? ¿TE HAN RAPTADO LOS ALIENS? ¿JUSTIN TE HA AMORDAZADO Y ENCARCELADO? ¿ESTÁIS FUCKEANDO? OH, QUE GUARRISHA e.e MEEEEEEEEEEEH, TE ECHO DE MENOS:((( No, ahora en serio, CONEEEEEEEEEECTATE, PRRR<3
Las que tengáis Twitter por favor, dadle a esto RETWEET y las que tengáis Tumblr a esto REBLOG y seguidme si eso, que sigo de vuelta:)
Os loveo, tktktktktktktktk's<3
Os loveo, tktktktktktktktk's<3
Holaaaaa (pa ti mi cola) ._./
ResponderEliminarSí, sí fui al concierto de yostem en bcn y estubimos a esto - de encontrarnos, damit alsosjakksns
He estado desaparecida porque el mi mommy me quitó el móbil y el portátil; el miércoles me devolvió el móbil y te estoy comentando des de él, como siempre. Creo que eso te lo expliqué pero bueno, sabes que no tengo memoria #memorydori
Ah, durante ese tiempo también foshé con yosten, foshamos duro, all day all night, twenty-four-seven, yeah man yeaaaah man e.e también le hice ver csi, castle y ncis, lol, pobretiko mi beibi :')
Bueno, sobre el capítulo iré al grano (cosa rara en mi porque me enrrollo más que las persianas, ¿ves?, tengo habladitis aguditis u.u), como siempre me ha encantado, ya sabes, escribes muy bien y es imposible que a alguien no le guste tus novelas y si es así tiene un grave problema y ... Espera, yo quería decirte algo, mmm...ah ya, que me hice un lío con los personajes pero gracias a ti que me lo explicaste, me enteré del asunto e.e, pero también hay otras lectoras, fantasmas, pero lectoras al fin y al cabo y estaría bien que pusieras ese 'esquema', que me dijiste, al final del próximo capítulo, AUNQUE ESTAS LECTORAS NO SE LO MERECE PORQUE LAS BUENAS LECTORAS COMENTAN AUNQUE LES HAYAN CORTADO LOS DEDOS, sois malas -_-
En fin, que aunque NO SE LO MEREZCAN, siguen la novela así que podrías hacerlo...Podrías.
Por cierto lo del subsconciente y la 'inner goddess' me suena de algo, ¿de que será? ¿danger tal vez? No, adriana no escribe con eso, ¿la bibliotecaria? No, tampoco...mmm... Puede que... ¿50 sombras tal vez? No, no creo, el cerebro de Anastasia no estaba dividido en subsconciente y una inner goddess con chaise longe, neee, que va *nivel máximo de ironía*
Es coña e.e, me gusta que introduzcas aspectos de otros libros, seguramente de forma inconsciente porque la lectura y el conocimiento hacen a un escritor pero de todas formas me giuzta porque me hace recordar esos libros.
Creo que eso es todo, espero que termines pronto de leer danger y danger's back porque me siento forever alone y no puedo comentar con nadie el último capítulo D: popo :c
Pues eso, buena lectura y siguela pronto corasong :*
Atte: tu hermana gemela separada de ti al nacer del sur que está como una chota.
Es que veo lo de " Venga, comenta. No muerdo y me ayuda a mejorar día a día. Es gratis." y asdfghjkl yo ya te he comentado cielo D: son tus otras 12 lectoras que no te comentan porque son malas malisimas; más que Andrew, Kyla o Luke en Damger, Lydon, Spencer o Los Snipers en Danger's Back, Valentine Morgenstern o Hodges en Cazadores de Sombras, Elena Lincon en 50 sombras, McCann en CSI o en esta novela, Tom Riddle o Voldemort en Harry Potter, Los Vultturis, Victoria y James o Railey en La Sag Crepusculo, Mijail Kolvenick en Marina, 'La Sombra' en Las Luces de Setiembre, Effie Tinket en Los Juegos del Hambre, Sharpay Evans en High School Musical, El Dunde Verde, el Hombre Arena o el Dr. Octopus en Spiderman, el Joker en Batman, Silver Surfer en los 4 Fantasticos, ................. Creo que os hacéis una idea :')
ResponderEliminarBueni, como dice Marina: COMENTAD, es una de las pocas cosas que son gratis en esta vida, como el respirar, dormir, soñar... Y ya porque lo otro se paga :')
COMENTAD CONIOOOO QUE VOY A IR A VUESTRA CASA Y OS RAJARÉ A TODAS, QUE 'TOY MU' LOKA EH', QUE QUITO EL USB EN MODO NO SEGURO Y EMPUJO LAS PUERTAS DONDE PONE "TIRAR"
Comentad anda, por vuestras hermanas belieber y por justi , si? :D ily <3
PD: esta es la tercera vez que escribo este comentario porque no se que coño le pasa a este mobil que vuelve atras en la pagina o se me pone en el incio y se me pierde todo D:
JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJA AVEH SIELO ¿QUE HARIA SHO SIN TI? Me he estado jartando todo el rato mientras veía lo de los personajes JJAJAJAJAJAJA I CAN'T y sip jo, ya sabes que por ti no lo digo porque tú ereh ASDFGHJKL y a parte ya me dices también por el whats EJEJEJEJEJJEJEJEJEJE. Son malas malísimas* que por cierto, me he reído al leerlo porque una vez eso lo soltó mi profe de castellano y se quedó toda la clase en plan WTF?* Tuh molah, locah k tas locah. Y JOPELINEEEES TIENES RAZON, LEECTORAD QUE YO OS QUIERO EH, NO ME MALINTERPRETÉIS PERO HAY 1.000 Y PICO VISITAS ASÍ QUE ALGUIEN ME TIENE QUE ESTAR LEYENDO SEGUIDAMENTE, PORFI, COMENTAAAAAAD, JO:'(((((( shoro.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar