"La ignorancia es de las más tediosas esperas"
Esperar
Parte
I
“Esperar”
- Tener esperanza de conseguir lo que se desea.
- Creer que ha de suceder alguna cosa.
- Desear que algo ocurra.
- Permanecer en un sitio donde se cree que ha de ir alguna persona o ha de ocurrir algo.
- Parar una actividad hasta que suceda algo.
Nunca
antes un verbo podría haber definido tan sublimemente mi estado
anímico y emocional. Ahora mismo tan siquiera sé cómo he de
sentirme. Espero. ¿Esperar a qué? ¿A qué algo ocurra? ¿Y qué va
a ocurrir si él no para de rehuirme?
Mi
mundo realmente pareció completarse cuando Justin me besó. Me dio
la sensación de que volvía a cobrar sentido todo, que las agujas
del reloj, que se habían parado en la hora cuando me secuestraron,
habían vuelto a girar persiguiendo el tiempo robado. Pero no es así,
ni mucho menos. Detrás de un hecho que podría haber cambiado tu
vida sólo se requiere una cosa: esperar.
El
problema se presenta cuando no llega absolutamente nada; solamente
una larga y tediosa espera entorno a un milagro que de seguro no
vendrá. No obstante, tu maldito corazón sigue teniendo esa llamita
de esperanza que te carcome por dentro, llevándote al punto álgido
de locura, cuando los días van a pasar creyendo que realmente va a
suceder alguna cosa que nunca llega. Por consiguiente, quien te tiene
en vela no va a picar tu puerta para comunicarte que te ama—como,
desgraciadamente, tú sí a él—, tan siquiera va a mover su
asqueroso culo fuera de su habitación para preguntarte qué tal
estás porque, sinceramente, le importa una mierda. No va a regalarte
chocolates y rosas por San Valentín ni te va a prometer el mundo
entero. Incluso cuando, en la mayoría de casos, no pides ninguna de
estas barbaridades, esa persona no es capaz de dártelas. Por no dar,
no tiene el valor de darte ni una explicación. Por ejemplo, ¿por
qué narices me besó cuando no quería hacerlo? ¿Por qué huye
después?
Lo
más jodido de todo es que el recuerdo de esa pequeña acción que da
ese punto de esperanza te persigue cada noche, cada segundo, cada
bocanada de aire. Y vivir con ella, recordándolo a cada ápice de
tiempo, es una tortura.
Justin
apenas me mira. Ya no me cruzo con su sonrisa, sus ojos han
desaparecido de mi mapa, sus manos ya no buscan mi contacto y esas
ganas de acercarse han quedado contrapuestas a la oscuridad inminente
en sus ojos. Hasta Ryan es más amable que él, y eso ya es decir.
-Eh,
tú, alegra esa cara que llevas- me sonríe esperanzada Anna, pero ya
no me valen las típicas sonrisas si no son de Justin.
-¿Cómo
quieres que la alegre? Esto es una mierda- contesto, enfurruñada-.
Ni siquiera se digna a decirme “hola”.
-Lo
sé. Pero debes darle tiempo, ya te lo dije- suspira escrutándome
con la mirada, queriendo saber si estoy bien o solamente estoy
fingiendo. Pero ella no requiere de tanto miramiento para darse
cuenta que ahora mismo me encuentro en un pozo sin salida.
Sé
que no es el fin del mundo, sé que habrá millones de personas en
peores situaciones que la mía, pero esta es mi situación y tengo
derecho a sentirme como me dé la gana respecto a ella. Y más bien
no levanto cabeza.
-Da
igual, creo que aunque le diera todo el tiempo del mundo, tampoco
podría darme una explicación de lo que pasó- contesto, tajante,
dando un sorbo a la pajita que espera en un vaso a rebosar de piña
colada. Saboreo el glorioso líquido, impregnando mi lengua del jugo
necesario para poder sobrevivir al caluroso Sol que me deshidrata- ¿Y
sabes lo peor? Qué no tengo a nadie a quien explicárselo.
-Ala-
pone un puchero-, ¿Y yo qué, eh? Digo yo, hasta dónde sé soy
alguien- dice molesta mientras reprime una sonrisita.
-Anna,
sabes que te debo mucho. Pero no es eso- bajo la mirada hacia mis
pies-. Echo de menos a Tatiana, ya sabes, poder hablar con ella de
esto y que me aconseje.
-Fue
ella quien no escuchó la última vez.
-Ya,
pero eso no le quita de que sea mi mejor amiga. En momentos la
necesito, ¿sabes?
Sonríe
de lado, parece sopesar alguna propuesta, ladea la cabeza y
pregunta-¿Y si hacemos una cosa?-alzo mi mirada, interrogante. Doy
paso a que exponga su proposición- Llámala a su móvil. Te llevo a
verla.
-¡Pero
Justin te matará!- exclamo, los ojos casi se me salen de las órbitas
al oír la idea tan descabellada que ha salido de su boca.
-¿Y
qué? Yo debería haberlo rajado por hacerte daño de esta forma,
agh- chasquea la lengua, indiferente.
Río
con ganas. Esta mujer cada vez me mata más.
***
-¡Vuelve
aquí!- chilla su voz, tan penetrante como suele ser.
-¡No!
Quiero que ella me diga porque estáis enfadados- se impone una
vocecilla menuda tan pronto se abalanza sobre mí por mi espalda y me
mira enfadada.
Ladeo
mi cabeza para ver qué está ocurriendo. Veo a Justin ir tras su
hermana pequeña mientras cruza todo el patio. Parece tropezarse con
su propia chancleta, pero lo disimula. Reprimo una sonrisita antes de
recordarme a mí misma qué estoy verdaderamente enfadada con él.
-¿Qué
pasa Jazzy?- increpo aparentemente alertada.
La
pequeña niña me mira interrogante apretando sus labios en una fina
línea al tiempo que frunce su ceño. Es increíble lo parecida en
gestos que es a su hermano.
-Jazzy,
déjalo. Ya te he dicho que no- se apresura a decir Justin, llegando
a nuestra altura con los ojos bañados en fuego y humo saliendo por
sus orejas. Está realmente enfadado, tanto, que da incluso miedo.
Jaxon mira toda la situación con los ojos acoclados desde los brazos
de su hermano mayor. Bosteza, aburrido, mientras mira como su hermana
da una patada contra el suelo con toda su fuerza y resopla, airada.
Los tres hermanos se parecen tanto.
-¡Calla,
tonto!- le reprende al captar su queja, mira por encima de su hombro
sacándole la lengua. Es tan tierna y tan rebelde a veces. Tiene
madera de McCann, sin duda.
-A
ver, ¿qué pasa enana?
-Le
he dicho a Justin que quería jugar con los dos, me ha dicho que no
porque estáis enfadados- explica-. ¿Por qué estáis enfadados?
-No
sé, Jazzy- alzo la vista, desafiante hacia el chico que ahora mismo
tiene mi corazón en su mano- ¿Por qué estamos enfadados, Justin?
-Pues
no lo sé, tú sabrás- me recrimina Justin mirando para otro lado,
intentando no hacer contacto visual conmigo. Enarco una ceja por lo
que acaba de decir. ¿Encima de que lo estoy pasando mal me viene con
estas? ¿Pero que se cree este?
-¿Perdona?-
noto como la sangre me empieza a hervir, cociéndose para explotar-
No he sido yo precisamente el cobarde aquí.
-¿Cobarde?
¿Yo? No sabes con quien hablas, nena- chasquea su lengua como si
estuviera riéndose de mí. ¿En serio él me está diciendo esto?
-Precisamente
porque te conozco sé que estás siendo un puto cobarde- suelto,
desesperada por toda esta situación-. No he sido yo quien ha hecho
una gilipollez y después ha huido por patas.
Suelta
una carcajada sonora- No he huido por patas, nena. Yo no huyo- se
encabezona, acercándose a mí.
-¿En
serio me estás diciendo esto? ¡Ni siquiera me diriges la palabra,
ni te acercas a mí desde lo que pasó!- chillo, abriendo los brazos
como pidiendo a Dios que me dé un poco de paciencia. No hay quien
entienda a este chico.
-Yo
no tengo ningún problema con hablarte, ni con acercarme a ti- dice,
rudo, al tiempo que da un paso hacia delante quedándose a escasos
centímetros de mí.
Observo
su mentón, su cuello tenso por la situación y como su camiseta con
forma de “V” da una clara visión de su clavícula. Trago saliva
fuerte. Deseo tanto abrazarlo, acariciarlo, exigirle que me diga que
siente lo mismo que incluso duele. Si más no, levanto la mirada,
viendo esos dos ojos mieles acusadores mirándome.
-¿Seguro?-
asiente lentamente. Necesito hablar de lo que pasó a solas con él,
adivinando que el único momento que voy a tener es ahora y antes de
que el coraje abandone mi sangre, lo cojo del brazo con violencia,
llevándolo hasta el interior de la casa. Justin me sigue sin oponer
nada de resistencia. Parece estar de acuerdo con que lo arrastre
enfurruñada. Voy a exigir una puñetera explicación, y la quiero
ya- ¡Tú!- grito cuando encuentro una pared idónea para mi pequeña
conversación antes de estamparlo contra ella, quedando delante de él
demasiado cerca de sus traicioneros labios- Dime qué coño pasó
porque me estoy volviendo loca pensando en ello.
-Pues
no pienses tanto, nena. No pasó absolutamente nada- masculla con
arrogancia. La oscuridad tiñe sus ojos. Últimamente no hay día en
el que lo reconozca. Justin ha desaparecido de su propio cuerpo.
-Justin,
me besaste. No me digas que eso no es nada- murmuro. Noto como ese
coraje que me caracterizaba hace apenas unos segundos, va
escabulléndose por mis poros haciendo que deje de tener ese tono
autoritario en la voz, hundiéndome a mí misma en un sentimiento
sumiso hacia su persona.
Baja
su cabeza todavía más. Ahora tengo su nariz a la altura de mis
ojos. Sería tan fácil como subir la boca un lapso para probarlos
otra vez, pero no tengo intención de hacerlo.
«Bésale.
Quieres»,
me incita mi Diosa. Pero, ¿es que no entiende que no puedo hacerlo?
No soy bienvenida en sus labios, por mucho que me gustaría poder
devorarlos y esto es todo menos bueno para mí.
-¿Un
beso? ¿Algo? ¿En qué mundo vives, Nicki?- se medio ríe,
aumentando mis enromes ganas de partirle la cara. Encima, utiliza mi
apodo para referirse a mí. ¿En qué momento se me pasó por la
cabeza que eso era buena idea? Agh.
-No
me vuelvas a llamar Nicki, Justin- lo fulmino con la mirada, sin
soltarlo, reticente a todo comentario “gracioso”-Ahora quiero una
puta explicación coherente y menos decir esos putos comentarios
graciosos porque la gracia la tienes en el puto culo- lo aprieto más
contra la pared, hincando mis uñas en su pecho. Estoy harta de
jueguecitos, de que la gente no me tome en serio, de que por el
simple hecho de no llorar se creen que no me duele nada pero están
muy equivocados. Soy capaz de implantar la más grande de las
sonrisas falsas que nadie, excepto puntuales personas, se darían
cuenta. Esto mismo demuestra lo ciego que está el mundo sobre su
alrededor, y lo poco que nos preocupamos las personas en mirar
plenamente a los demás, siendo conscientes de su situación.
Abre
sus ojos, contrariado y exhala sonoramente. No se esperaba que me
pusiera tan agresiva, pero es que estoy que no puedo.
-Parece
que estés ciega, Nicole- recalca cada una de las letras de mi
nombre, haciéndome entender que ha entendido que no quiera que me
llame por mi abreviación amistosa-. ¿Realmente te crees que ese
beso significó algo para mí? ¿En serio? Pues estás completamente
equivocada. Tú eres una más entre las muchas que puedo tener, nena,
y la verdad, no quiero complicarme mucho la vida teniendo en cuenta
que tú eres mi rehén- escupe. Sus palabras son puro veneno; veneno
que cala minuciosamente cada milímetro de mi piel, envenenándome
hasta la desesperación-. Sólo eres un puto paquete para mi padre,
nada más. Sirves para tener entretenido a tu hermanito buscándote,
cuando no te va a encontrar y mucho menos recuperar. Ya sabes nena,
si quiero follarme a una tía sólo me hace falta llamar a Ner. Sino,
la lista es muy larga.
No
lo toco. Ahora mismo me repugna. ¿Cómo me puede estar diciendo
esto? Muerdo mi lengua hasta tal punto que siento que sangra. Lo
odio; lo odio con todas mis fuerzas.
Mi
corazón se comprime hasta tal punto que creo que desaparece de mi
cavidad torácica para acabar en algún submundo el cual puede
existir un final feliz para esta mierda de historia. Quizás es mejor
soñar que vivir la realidad, porque por lo que llevo de vida todo
siempre acaba finalizando mal. No es la primera vez en mi corta
existencia que me llevo una decepción así. Sin embargo, realmente
esperaba que Justin fuera a ser diferente. ¿Irónico, verdad? ¿Cómo
pude pensar que uno de los mafiosos más fuertes de Miami iba a
sentir algo por mí, una policía del FBI? Hay que ser absurda, pero
resulta que “absurda” ha pasado a ser mi segundo apellido en
estos momentos.
Lo
miro directamente a los ojos, pero esta vez no siento atracción de
ningún tipo. ¿Cómo pude creer que se había abierto algo a mí?
¿Cómo pude ser tan hipócrita, soñar a perspectivas tan altas?
Justin siempre va a estar en una escala superior a mí, subido con
arrogancia a un pedestal, cuando yo tan sólo puedo alcanzar el
primer escalón.
-Perfecto-
escupo con indiferencia. Por consiguiente, no voy a permitir que vea
el nivel de devastación de sentimientos que está causando en mí-.
Por lo menos ya lo has dicho todo.
Entierro
todavía más profundo mis ojos en los suyos, y aunque parezca algo
sobrenatural alcanzo a ver un ligero atisbo de lo que es su persona
realmente con la desaparición por un instante de esa ceniza que los
nubla.
***
Muevo
la pierna con nerviosismo, tanto, que parecen que quieran salir
corriendo por sí solas. Chasqueo la lengua, molesta. Odio ponerme
tan nerviosa en estos momentos. Venga
Nicole, no va a pasar nada del otro mundo, me
obligo a recordarme a mí misma pero no sirve de nada ya que me
siguen sudando las manos. Quizá sea porque no voy a poder aguantar
ningún rechazo más, ninguna negativa, o quizás es por el simple
hecho de que no quiero perderla por completo; ella es demasiado
importante para mí.
Aparcamos
justo delante del mismo café que la vez que vine con el que ahora
voy a omitir el nombre. A continuación, nos deshacemos de nuestros
cascos. Deposito el mío en mi brazo en forma de jarra y me adentro
con Anna hasta dónde deberemos esperar a la que espero que no siga
enfadada esta noche.
-Eh,
todo va a salir bien- me alienta como mejor sabe hacerlo: regalándome
una de sus grandes sonrisas.
-Eso
espero, Anna- suspiro, mordiéndome el interior de mi mejilla.
El
café es un establecimiento de reducidas dimensiones así que estamos
completamente expuestos a que alguien oiga nuestra conversación,
cosa que no me gusta ni un pelo. Adivino que a Anna tampoco le agrada
mucho dado que enarca una ceja al entrar, soplando. Señala una mesa
del final, a la esquina izquierda, la cual parece más escondida, más
íntima. Acepto de buen gusto su decisión. Por consiguiente, pasamos
por en medio del pasillo que hacen las dos primeras filas de mesas y
nos sentamos en la elegida.
En
menos de cinco minutos una camarera morena se acerca, preguntando qué
queremos para tomar. Ambas pedimos que nos traigan dos Coca Colas.
-Hola
Nicki- saluda ella, tímida. Parece estar avergonzada por alguna
razón.
-Bf,
Tati, me alegro de que hayas venido- me levanto, voy hacia ella y la
abrazo con fuerza. Necesitaba abrazarla-. No las tenía todas
conmigo.
-Claro
que iba a venir, Nicki. ¿Por quién me tomabas?- incrementa el
abrazo, y por una vez en varios días consigue arrancarme una sonrisa
sincera, ser por un momento feliz.
-Por
una realmente enfadada y cabezota- le reconozco, sin que esa sonrisa
me desaparezca. Ahora que ha venido, por esta tarde, no voy a dejar
que se vaya.
Deshacemos
el gesto cariñoso, ella toma asiento, yo me devuelvo a mi sitio.
-Os
presento- sonrío. No sé porque pero también estoy nerviosa por
esto. Anna se ha convertido en mi mejor amiga en esta nueva
situación. Esto es mi presente, no obstante, algo en mi interior
desea que lo que dice ella sea cierto y que pueda volver mi presente
en mi futuro también, con Justin en él como algo usual. Así que
quiero que mi pasado y mi presente se mezclen, para poder concretar
un futuro a la perfección. No soy capaz de concebir que ellas se
vayan a llevar mal, así que sí, estoy nerviosa por esto de igual
forma- Tati, esta es Anna. Anna, esta es Tati.
***
-¿Ves?
Te dije que todo iba a salir bien- me echa en cara al tiempo que me
pincha el costado, como intentando hacerme cosquillas. Me arranca una
risa. -Oh, gran milagro de la humanidad. ¡Has reído!- chilla llena
de la emoción.
-Mira
que eres idiota- vuelvo a reír por debajo de la nariz, sin que se dé
cuenta. Por mucho que ría, sigo estando mal.
-Ya
me puedo considerar la mujer más feliz del mundo- dramatiza como
sólo Anna sabe hacerlo. Si es que al final, con este personaje, una
ha de reírse por narices.
-Anda,
anda. Entremos en casa- la insto, con ganas de perderme entre las
sábanas de mi cama. Es tarde y no estoy de humor para mucho aunque
haberlo arreglado con Tati ha subido bastante mi estado anímico.
-Oh,
qué bonito. Ya lo consideras tu casa- vuelve a decir teatreramente
pero el reborde de sus palabras cala hondo. ¿Ya lo considero mi
casa?
«Erróneo
pero sí, desgraciadamente»,
masculla mi subconsciente mientras fuma una pipa de tabaco, se peta
los nudillos de la mano tan pronto me mira mal.
¿Cómo
he podido llegar a pensar que la que es mi supuesta prisión es mi
casa? ¿Es que dónde he podido llegar? Súbitamente, un sentimiento
de melancolía, de pesar, de miedo, se apodera de mí. Yo tampoco
quiero olvidar a mi familia, a mi antigua vida. ¿Qué estoy
haciendo?
-Eh,
chicas, ¿de dónde venís?- pregunta de golpe Carlos quien aparece
por la puerta del garaje lleno de grasa de motor. Anna se muerde el
labio, se tira hacia él y lo besa castamente.
-Anna
me ha llevado a ver a una amiga mía- contesto, sin darme cuenta de
lo que acabo de decir.
Carlos
abre los ojos. Obviamente, no sabía nada. Anna chasquea la lengua
con aparente urgencia. Mierda, he metido la pata.
-Cielo,
antes de que montes una escena quiero que sepas que lo he hecho como
una buena amiga y qué nadie se ha enterado de ello- se excusa
sonando débilmente convincente.
-Anna,
Justin llevaba horas buscándoos. No le ha hecho ni puta gracia no
encontraros por aquí- explica sopesando lo que ha pasado.
-¿Y
qué ha hecho? ¿No nos estará buscando, no?- cuestiono preocupada
porque esté ahí fuera detrás de nuestra pista.
-No,
la verdad es que no. Estaba muy cabreado, eso sí, pero Ryan lo ha
convencido para ir al GR antes de la cita en el almacén del puerto
con el Sr. Brown y olvidarse de todo, ya sabes- masculla, mirándome
a los ojos.
¿Es
qué este sabe que duele o qué? ¿Por qué todo el mundo aparenta
saberlo? Agh, esto es tan frustrante. “Y olvidarse de todo”,
automáticamente mi cabeza relaciona estas palabras con el siguiente
nombre: Ner. Me pellizco la pierna con disimulo, fuerte, para que
duela más de lo que duele que Justin acuda a Ner porque sé a qué
acude y desgraciadamente me encantaría ser yo, no ella. Pero no
consigo contrarrestarlo.
***
Mala
idea.
Palabra
que describiría a la perfección esta decisión. ¿En qué momento
permití que Anna me convenciera con que esto era buena idea? ¡Por
Dios! Si se sabe automático que esto es la peor idea del mundo, pero
aquí estamos; justo delante de las puertas cristalera del famosísimo
Grand Royal en una de las partes de más pasta de Miami, esperando
para que ese señor calvo se decida a dejarnos dar el coche al
aparcacoches y entrar.
-Esto
no es buena idea, Anna. Quiero volver a casa- busco huir de aquí.
¿Por qué me meto en estos embrollos? Yo sólo quería dormir, ¿por
qué, maldita sea?
-Esta
es la mejor idea de todas, ya verás. Justin está medio ciego pero
en cuanto te vea dándolo todo y codeándote con esa gente, saldrá
su parte protectora y su parte celosa. Será divertido. A parte
parece que si a estos no accionas exteriormente algo, no reaccionan.
Yo estoy cien por cien segura que siente algo, pero es tan
estúpidamente tonto que no se da cuenta de ello o que lo omite. Pues
esta noche vamos a intentar que abra los ojos, querida Nicole- me
sonríe maliciosamente. En estos momentos Anna da verdaderamente
miedo en el buen sentido-. A parte, quiero fiesta.
Esperar
Parte
II
Narra
Justin.
¿Dónde
cojones se han metido estas dos? Sólo de pensar donde se han podido
ir, se me ponen los pelos de punta. Espero que Anna sea consciente de
lo que quiera que esté haciendo sin mi permiso, porque reverá
consecuencias. No sólo eso, pienso castigarla dependiendo el sitio
dónde la haya llevado. ¡Estoy hasta las pelotas de que mis órdenes
se las pasen por el forro!
-Carlos
tampoco sabe dónde está- informa Ryan, de igual modo preocupado.
Ira
es lo que siento ahora mismo, y cuando me enervo todo mí alrededor
debería temblar porque soy un puto problema entonces. Paso el dedo
por mi pelo; gesto que uso normalmente cuando estoy muy cabreado. Por
ejemplo, ahora.
-Cuando
las encuentre, se van a enterar- rujo, al prensar mis dedos con
violencia.
-Tío,
relájate. Seguro que Anna se la ha llevado de compras o algo, ya
sabes cosas de chicas- la excusa Ryan, mucho más relajado que yo. Me
jode que haga esto, porque últimamente defiende a Anna por sobre de
todas las cosas. No obstante, si ha jugado con fuego lo ha hecho y
punto.
-No
excuses a tu novia, Ryan- le suelto, sabiendo que la referencia no le
gustará ni un pelo.
-Justin
sabes de sobras que no es mi novia, no me lo recuerdes- masculla,
calmado. Pero, ¿qué se ha tomado éste? ¿Una valeriana o qué? No
consigo hacerlo enrabiar, frustrándome-. No intentes cabrearme por
el hecho de que tú estés enfadado con el mundo.
-Yo
no estoy de ninguna puta manera, Ryan- contesto. Reconozco que lo
estoy pero odio que me digan mis defectos en la cara. Ya sé qué
defectos tengo, no hace falta que me los recuerden.
-Lo
estás y lo peor es que no me has explicado por qué.
-Nicki-
abro los labios antes de que mi cabeza pueda ordenar que no lo hagan.
-¿Ya
te has ganado el derecho a llamarla así? ¿Por eso estás cabreado?-
abre los ojos de par en par, sin comprender.
-No
seas tan idiota. Sabes de sobras que por eso no es- gruño
exasperado. Vuelvo a peinarme el pelo con los dedos-. Besé a Nicole
y después hui, comportándome como un completo capullo durante los
últimos días.
-¿Y
cómo te sientes a eso?- pregunta cual psicólogo en su sesión.
Enarco una ceja. En serio, ¿qué ha tomado éste hoy?
-¿Pues
cómo me voy a sentir, imbécil? Fatal pero es lo que toca- mascullo,
molesto con él.
-¿Por
qué? ¿Quién dice eso?
-Yo,
lo digo yo y no me digas que estoy cometiendo un error, porque no
eres el más indicado para largarme un sermón, ¿entendido?
-A
la perfección pero por eso mismo- suspira exasperado-. Tío, yo me
arrepiento de todo lo que he hecho desde esa noche. También de no
haber intentado recuperarla antes. Además, siendo realistas- abre la
boca para decir algún tipo de bombazo-, tú la quieres.
¿Querer?
¿Yo? ¿Está fumado o qué? No, obviamente que no. De súbito, se me
oprime el pecho como cuando de pequeño mentía a mi madre para que
no me hiciera recoger el cuarto antes de salir con mis amigos, pero
incluso más fuerte. ¿Qué es esto? Otro pinchazo, justo en el
centro.
Hago
una mueca de dolor externamente. Trato se disimularla, no quiero que
vea que duele, sin embargo, Ryan se da perfecta cuenta de ello.
-¿Duele,
verdad?- me pica, sonriendo de lado, victorioso, como hace todas las
veces que cree llevar razón.
Enarco
una ceja, enojado, trago saliva. Sin dar a torcer mi brazo, digo-
Deja de tocarme las pelotas. Cansas, Benson.
Ryan
resopla sabiendo que no va a conseguir nada conmigo si estoy en este
estado. Por eso, me da una palmada en el hombro y masculla- Venga
tío, nos irá bien una noche en el G.R.
-Tenemos
lo de Brown- informo, saboreando la idea de que me lo vaya a pasar en
grande. Quizás conozca a alguna tía que merezca la pena de follar,
o quizás acepte la cálida invitación de Mary. Esa mujer debe ser
una tigresa en la cama. Debería
dejarme de mamonadas, atacar y darle duro,
pienso relamiéndome los labios con vehemencia.
-¿Te
apuntas o no?- reta asomando una sonrisa traviesa por su cara,
alegrando sus facciones. Oh sí Ryan, por fin ahora volvemos a
entendernos.
***
Me
escabullo entre la gente llegando a uno de los rincones apartados de
la sala principal. Sostengo entre mis manos a una rubia de ojos
azules con la que disfrutaré mucho dándole toda la noche.
Últimamente las tías están muy desesperadas o es que yo he
incrementado mi atractivo, no sé. Pero lo que es seguro es que con
esta no he necesitado más que un “¿Por qué tan sola, nena?” y
una de mis sonrisas.
-Dime,
¿haces esto con todas?- pregunta mordiéndose el labio inferior,
mientras me mira seductoramente. Clavo mis garras en su cintura,
fuerte y la presiono contra mí. Estoy con la espalda en la pared,
ella enfrente mío- ¿Las llevas a la parte más oscura del casino y
ahí te las follas duro?
Sonrío
de lado. ¿Es una pregunta trampa? Porque claramente es un sí, pero
no sé si ella quiere oír que no o que sí. No quiero perder mi
oportunidad de pinchito y, mucho menos si se trata de esta belleza.
Opto por mentirle, quizá me salga bien la jugada. Sino a por otra
que si son todas como esta, podría pasarme una semana aquí
encerrado follando sin parar- No, tú eres la primera con la que
pruebo esta táctica.
Suelta
una risita coqueta, pero luego me aprieta contra la pared, muerde mi
cuello y murmura como cual gata en celo- Mentiroso…
Dejo
que trabaje mi cuello si lo desea, alzando la vista. Me pierdo en un
punto fijo, cuando algo llama mi atención…¡¿Esa es Nicki?! ¿Qué
cojones hace aquí?
Aparto
a la rubia, quien me mira molesta y sin comprender un rábano, para
luego ir hacia donde me ha parecido ver a Nicole. Debo cerciorarme de
que no es ella realmente. ¿Cómo ha podido llegar aquí?
Anna.
¡Maldita
sea! No la quiero aquí, y Anna sabe esto. Está jugando con fuego;
juro por Dios que no dudaré en que pague si me toca mucho lo que no
suena. Esquivo a varias tías que me miran deseosas de que me acerque
a ellas, a varios de mis contrincantes de Poker antes de encontrar
los ojos que nunca hubiera pensado ver en este lugar. Ella está
aquí.
-¿Qué
coño haces aquí, Nicki…- pienso en lo que me dijo en el pasillo,
corrijo a regañadientes-, Nicole?
-¿Es
que acaso te importa, Justin?- resopla airada tan pronto escanea el
lugar. Yo la escaneo a ella. Es Nicole, sin embargo, es una Nicole en
un escalón más; llena de sensualidad, llena de atracción para mí,
más de la que normalmente goza. Se ve tan explosiva que ahora mismo
no quiero que nadie la mira. Seguramente ya hay algunos que se estén
relamiendo la boca o que hayan sentido un pinchazo caliente en la
entrepierna. Lo sé porque yo acabo de sentir eso mismo, pero no voy
a permitir que ninguno de los cerdos que hay esta noche, la toque.
Ella es mía.
-Sí,
lo hace. Así que lárgate. Este no es lugar para ti, Nicole-
respondo, rudo.
-¿Y
eso por qué? ¿Por qué tú lo digas? De eso nada- suelta irritada-.
Esto es un lugar público y si me da la gana entrar, lo hago.
-No
te pases Nicole. Todavía puedo matarte- aseguro penetrándola con la
mirada. Estoy muy furioso, hormigueándome las puntas de los dedos.
-¿Sí?
¿Pero sabes qué, Justin? Ya no vas a hacerlo- se acerca a mí
peligrosamente, rozándome pero sin tocarme del todo. Cerca pero
inalcanzable. Encima, pronuncia cada borde de sus palabras muy
lentamente, recreándose, y aumentado las ganas que tengo de morder
sus labios, devorarlos.
Antes
de que pueda decir algo al respecto, por lo tanto dejándome con la
palabra en la boca, choca su cuerpo violentamente con el mío y se
hace camino entre la gente. Algunas miradas la siguen.
Tengo
miedo a perderla.
***
He
perdido la cuenta de cuantas copas lleva ya, pero está
revolucionando el lugar. Encima antes tenía a Anna controlándola,
pero ahora ya no sé dónde está. Ha desaparecido por completo.
-Eh,
McCann, ¿observando el panorama?- entra en mi campo auditivo una voz
serpentina. Ner. ¿Qué narices quiere esta? ¿Qué no le quedó
claro que lo “nuestro” ya había acabado?
-¿Qué
cojones quieres, Ner?- formulo. Doy un sorbo tenso a mi bebida,
mojando mis labios. Ella los mira. Sé que me desea. Mi diablo se ríe
por ello.
«Somos
poderosos, Yo»
-Tenemos
algo pendiente, ¿sabes?- murmura, mojando de igual modo sus labios.
Me giro hacia ella para ver el gesto, frunzo el ceño. Actúa muy
equivocada si cree que voy a acceder a follarla. Cuando me canso de
una cosa no quiero volver a saber nada de ella.
-Yo
creo que no, DiSilva. Ya quedó todo muy claro el último día- la
informo en clave a ver si ella es tan lista como para pillarlo o para
recordar lo que pasó.
-Sólo
fue un malentendido Justin- recorta la distancia entre nosotros, pone
la mano derecha sobre mi pecho y dibuja círculos viciosos en la tela
de mi camiseta.
Agarro
su muñeca con fuerza alejándola un ápice, harto de que sea tan
persistente. Si es un no, es un no. Así de simple- A ver si te das
por la entendida. A mi polla le gustabas bastante pero ya se han
acabado tus días de diversión con ella, ¿vale? Le has dejado de
gustar, ahora largo- me antepongo a ella, para después volver la
vista al quid de la cuestión: hasta qué punto Nicole se puede
volver loca, cuál es su límite. Debo controlarla porque no quiero
que nadie se pase con ella. Ninguna mano se pondrá sobre su piel si
no son las mías. Nadie la va a tocar si no soy yo.
Se
instaura un corto momento de silencio que agradezco no tener que oír
su asquerosa voz rimbombante. Entonces, ella se acerca más y dolida
dice- ¿Es por ella, verdad?
Volteo
a mirarla. Veo cómo su mirada se rompe por segundos, lo que provoca
que piense si ella se pensaba que éramos algo más que un polvo
cuando a mí me apetecía.
-Ella
no tiene nada que ver en esto. Sólo follábamos Ner, acepta que se
ha acabado y punto final- mascullo. ¿Otra que me va a tocar las
pelotas con Nicole? ¡No siento nada! Nada, he dicho.
-No
es verdad- niega, quebrándosele la voz-. He visto como la miras. La
odio por eso.
¿Ner
está celosa? ¿Ella sentía algo por mí? ¿Qué sentido tiene esto?
¡Nosotros sólo follábamos, maldita sea! Ya se lo dije en su
momento: si quería formar parte de mi vida más que de una noche
tenía que tener en cuenta que yo no me enamoraba, y que sólo iba a
ser eso, sexo. Ella aceptó con sumo agrado. ¿Qué ha salido mal?
-Yo
no me enamoro Ner. Nunca lo he hecho, no lo hago y no lo haré. Yo no
quiero a nadie- mascullo penetrándola con la mirada, severo. Estoy
harto de que me digan lo contrario-. Me hace mucha gracia que hayas
llegado a pensar que podías ser algo más que una puta personal para
mí, ¿pero qué te ha parecido darte de morros con la realidad?
¿Duele, verdad? Pues ahora busca a otro para que te consuele porque
aquí ya no hay más para ti. Se ha acabado, Ner y no quiero volver a
verte nunca más. Búscate a otro al que follarte, aquí ya no hay
polla para ti.
Sus
ojos muestran una mezcla entre rabia, ira, vergüenza, y ganas de
matarme.
-Ahora,
fuera de mi vista- ordeno, dándole mi mejor cara de asco.
-McCann
no sabes con quien estás hablando. Seré una puta, sí. Habré caído
en muchas trampas, pero sé cosas que nadie sabe sobre ti y tu puta
familia así que no piensen ni un segundo que hay sitio en el
infierno en el cual no vaya a utilizarlo en tu contra. Esto no va a
quedar así.
-Suerte
con ello- sonrío retándola porque soy consciente que ella sola no
va a saber nada, es completamente inútil.
***
En
un chispazo de locura, Nicole se sube al escenario más elevado que
hay en la sala quitando protagonismo a las bailarinas. Está
completamente borracha, ida. Doy un respingo cuando veo que empieza a
bajar y subir mientas baila seductoramente por una de las barras
metálicas verticales.
Ya
está, es suficiente. Voy a por ella, pienso
para mí mismo cuando veo que un corralillo de señores trajeados se
acercan a verla bailar, empiezan a sacar dólares y los tiran sobre
el escenario. Nicole se muerde el labio. Está totalmente borracha,
hasta un límite demasiado alto, tanto, que acaba de perder la
dignidad cuando va a desabrochar su vestido.
Voy
corriendo hacia ella pero otro tío para sus manos, las desliza por
sus hombros y le susurra algo al oído. Ella ríe coqueta. Se me
congela la sangre al ver que quien habla con ella es Wayland.
¡Aparta
tus sucias manos de ella!
Chillo interiormente tan pronto los alcanzo.
-Ya
me ocupo yo de ella, apártate- mascullo chasqueando mi lengua.
-Tranquilo
McCann, yo sólo intentaba parar a la chica para que no cometiera
ninguna locura- sonríe de lado, recorriéndola de arriba abajo con
su mirada de cerdo.
-Ya
sé lo que intentabas, Wayland. Ahora apártate. Ya me ocupo yo de
ella, no necesito tu ayuda- procedo a agarrar a Nicole con sumo
cuidado.
-Supongo
que es otra de las que te follas. No te juzgo, yo también se la
metería hasta la garganta- ríe, pareciendo amistoso pero lo que no
sabe es que esas palabras que provienen encima de su mente, hacen que
mis puños se enerven solos. ¿Y qué más da si siempre he querido
darle una buena hostia a este desgraciado? Dejo delicadamente a
Nicole sentada en el suelo y al levantarme, dirijo mi puño a su
mandíbula despidiéndolo hacia atrás. Se cae del escenario en medio
de la gente. En los segundos que tarde en recomponerse yo ya he
vuelto a resguardar a Nicole entre mis brazos y me la he llevado
lejos de ese lugar. Nunca había odiado al G.R. tanto como esta
noche.
***
¿Cómo
me puedes traer tan de cabeza? ¿Cómo? Nunca me había pasado esto.
La miro mientras ella cabecea medio aturdida en el asiento del
copiloto. Estoy yendo lo más rápido que puedo ya que ella necesite
irse a la cama ya.
Regurgita.
Dejo de prestar atención a la carretera por un segundo, enarcando
ambas cejas en su dirección.
-Nena,
como vomites dentro de mi coche te vas a enterar.
Sube
su mirada, y frunce el ceño- Ay, dé-ejame-e
en
p-paz,
tú- le cuesta hablar por lo mal que va, e intuyo que tampoco puede
verme demasiado bien. Tiene hipo-. T-total
t-tú
te fo-follas
a la primera q-q-que
pasa.
Río,
así no puedo tomármela en serio. A pesar de que no debe ser
consciente de lo que dice justo cuando acaba de echarme en cara que
me gusta follar con cualquiera, su cara se ensombrece. Ella realmente
siente algo por mí y lo puedo ver perfectamente en sus ojos, aunque
ahora no sé si tomármelos muy en cuenta.
¿No
dicen eso de qué los borrachos siempre dicen la verdad? Quizá
debería creerlo más a menudo.
Cuando
llegamos a la mansión, la ayudo a bajar de mi Karma preciosa y la
llevo hasta su habitación.
***
-¡Ah!
Justin…-se echa a reír como cual depravado en un manicomio- ¡No
quiero irme a dormir!
Ahora
ya controla la pronunciación y complejidad de sus palabras, aunque
no comprende lo que dice. Esto es muy irreal.
Está
encima de la cama, en bragas. Hace nada estaba saltando como una niña
pequeña. Justo cuando he entrado he intentado ponerle el pijama pero
llevo ya media hora en este cometido. No para quieta.
-Baja
inmediatamente de ahí, Nicole- le insto grave.
-¿Por
qué? Ven aquí- me indica con el dedo índice que me acerque y se
muerde el labio. Lo peor es que yo tengo ganas de tirarme encima de
ella y ella no para de retarme con cada uno de sus movimientos. Soy
un tío, a mí ella no puede pretender decirme ligera de ropa que
vaya si no quiere acabar en la cama conmigo. No, de ninguna forma.
Además, no quiero aprovecharme de ella en este estado ni voy a
follármela. No lo voy a hacer aunque me cueste horrores resistirme.
-No
juegues Nicole. Estoy harto ya. Quiero que te pongas la camiseta y
que te metas en la cama- sueno como un maldito padre enfurecido pero
es que realmente me siento protector con ella, aunque no de ese modo.
-¿Nicole?-
se muerde el labio insinuante- Sé que quieres llamarme “Nicki”.
Capta
mi atención. Sí, quiero llamarle así pero lo gané perdiéndolo
otra vez.
-Sí,
¿y qué? Ahora no es momento de hablar de esto.
-Si
subes aquí conmigo, te digo como puedes conseguirlo- guiña mi ojo-.
Confía en mí, Justin.
-Si
con eso te vas a poner la camiseta, vale.
Hundo
el pie derecho en mi cama, impulsándome para subirme a ella,
quedando a escasos milímetros de ella. Su aliento roza mi barbilla.
Ella se acerca más, colocando su cabeza en el hueco de mi cuello-
Baila conmigo y luego hazme el amor-, susurra llena de un deseo que
tiñe su voz.
-Yo
no bailo y por supuesto no hago el amor- mascullo e intento hacerla
bajar, pero ella me desnivela y no sé cómo obliga a mi cuerpo a
caer boca arriba en la cama. Ella de inmediato se coloca encima de mi
cadera y se muerde el labio.
Me
quedo callado, paralizado. Quiero que ella se vaya pero a la vez no,
porque seguramente no va a haber ningún momento más como este pero
mire por donde lo mire esto está completamente mal. Pero lo deseo.
Como
hipnotizada, coloca sus manos en el borde de mis pantalones y sube su
mano, paso a paso, por mi torso hasta llegar a mis pectorales. La
camiseta tiene el cuello en pico pero hay unos botones abrochados.
Ella los desabrocha dejando todavía más al descubierto mi pecho. Mi
pulso se acelera, se destiempla mi temperatura aumentado y la sangre
empieza a bullir hasta mi miembro cuando ella empieza a mover su
cintura para delante y para detrás, seguidamente. Agh, esto es
imposible de aguantar. Noto como me voy poniendo duro aunque yo no
quiera que esto mismo suceda. Ella es demasiado para mí.
Baja
su cabeza hacia a mí, acercándose peligrosamente a mis labios. Sé
que si los besa, me tiene atrapado pero ella se detiene a escasos
milímetros y respira contra mi boca. Ahoga un gemido tan pronto hace
un movimiento brusco hacia delante. Mi miembro ya está empalmado al
completo, encarcelado entre la tela de mis calzoncillos y ella lo
nota bajo la tela de sus braguitas.
Esto
está mal, demasiado mal. No me puedo aprovechar de ella si está
así. Ella no quiere esto en realidad. Es el alcohol, es el alcohol,
es el alcohol. Ahora él guía sus movimientos.
«Mía,
mía, mía…»
repite en bucle mi diablo, mi oscuridad, pero hay algo más, algo en
el pecho que me dice que esto no es lo correcto.
La
paro, colocando la mano derecha sobre su barriga. Ella mira mi nariz,
luego mis ojos pero sin hacer caso se dirige hasta mi labio inferior.
Tengo la boca entreabierta ya que necesito aspirar mucho aire para
resistirme a las tentaciones. Lo muerde foraz lo que provoca que
aumente todavía más las ganas de comérmela aquí mismo. Sin
embargo, la paro sabiendo que esto es de todo menos lo bueno para
ambos.
-No
Nicole. Tú no quieres esto- me incorporo con rapidez, frustrado y a
medias. Debo ir al almacén del puerto en menos de media hora,
llevando conmigo este bulto en los pantalones.
La
aparto, tirándola a un lado de la cama. Sin mirarla me levanto para
voltear en el momento en el que ella solloza- Yo te quiero Justin.
Entonces
se me cae el mundo a los pies, literalmente. No sé cómo sentirme.
No sé cómo reaccionar. Otra vez ese sentimiento llamado «no sé»
en mi puta cabeza. Pero lo peor es que dejando de lado el cacao
mental que hay instaurado en mi puta cabeza, mi corazón se inclina a
abrazarla, se inclina a besarla lentamente, se inclina a susurrarle
lo ídem, se inclina a hacerle el amor cuando Él tiembla de miedo
entre mis sombras.
*******************************************************************
Holis. Bueno, ¿que os ha parecido? Espero que shashi, jerjer. He colgado hoy porque este fin de semana voy a estar de party hard con MI CEREZITA, MI HERMANA GEMELA SEPARADA AL NACER DEL SUR, SI WIWIWIWIWIIWIW PARTY HARD HJSAKHFJKHKJAHJFKKAKHSFDJKAHJF. Sep, esa que me pone textacos como coments, ahí a lo guay y que se ha vuelto en una de las personas más importantes de mi vida, aunque ella es tonta y no se da cuente, meh. Lo eres cerezita, lo eres y te quiedow muchow. No, srsly, que estoy que me muerdo todas las uñas *más de lo que ya acostumbro a hacerlo* y encima PORTAVENTURA con ellas, mis dos mejores amigas. ¡SI ES QUE NOY HAY FINDE MÁS PERFECTO QUE ÉSTE! AISH.
A vosaltres, mis lofs, espero que os haya gustado el capítulo y como está Justin AJAJAJAJA SOS MEMEO. La rubia me cae mal, Ner me cae mal, todo el puto mundo me cae mal sos. Y si os gusta, dejadme un comentario shashi y seguid el blog sino lo haceis. Me haríais la mujer más feliz del mundo. Nah, mentira porque ya lo soy por ver a mi cerezita, pero anyway.
Lid, no te sulfures porque nos tiremos semanas en tw, yo tambien te quiedow. Noe, te quiedow tambien si llegas a leer esto<3
No hay na' más que decir. Muchas gracias por seguir leyendo. Ah, por cierto, os pido que me hagáis un favor. Me gusta descubriros a las que me haceis algo de caso nuevas novelas que estan realmente bien y por eso en la barra lateral teneis el apartado: "Blogs que me ENCANTAN", bueno, pues hoy entra uno más en la lista que es el blog de Lid dónde está colgando su novela. Muy buena, leedla porque seguro que os encantará. Os dejo el link aquí y lo incorporare en la barra as well. Se llama Summer Shade y os dejo adjunta la sinopsis:
Él
es un mujeriego egocéntrico. Ella una chica con sueños y con metas. Hay
algo en ellos que los une, la amistad, pero pronto algo en ellos
cambiará. Volverán a encontrarse después de cuatro años, pero lo que no
saben es que jamás volverá a ser como antes.
PD: MAÑANA ME CUELGAN LAS NOTAS DEL FCE (FIRST) VOY A MORIIIIIIIIIIIIR. SI NO VUELVO A ESCRIBIR ES QUE HE SUSPENDIDO, SI SOY FILIS ES QUE HE APROVADO WIIII:3JAJAJAJJAJAJsrsly, quiero aprovar. lo deseo.
Os loveo, bona nit.
{Si os gusta la novela que cuelgo en este blog, por favor, seguidlo y dejad un comentario shashi debajo. Mersiiiiii}
Las lectoras que tengáis Twittah por favor, dadle RT a este TWEET.
Kajalznskaidjslzjskksskxhskosbdksjdskdhskdbskkxjsksjssnskjsjs aish jope, ¿por qué me dices eso? Es que ahora se me ha olvidado que quería decirte sobre el capítulo akbxakzjsj, maldita sea, tu monería me distrae, jo :(. Meh, pues ahora te haré sufrir y te haré esperar por mi coment, MUAHAHAHHAHAHA. Okno e.e que este finde te veo y a veh si me vas a pegar :') meh, te comento esto.
ResponderEliminarBueno, en general, muy sashi piruli y todo muy ok, ya tu sae' pero siempre hay pero's, bueno, me pediste esto asi que alla voy:
La descripción del club y del bar, hm, sé que ya los describiste, pero no sé, ya sabes que soy propensa a perder neuronas y pues eso dificulta el hecho de recordar cosas y pues iu nou güat ai min. Meh, pero ahora srsly, un poquitín más de descripción estaría cul :3
A veh, ¿cuando cojoneh han güelto Carloh y Maria? Porque claro, tu dijiste que iban a ver un familiar y entonseh ryanna estaba en #modeon, sae' y ahora tarari chim pum, aparese Carloh :O -es er hijo desaparesioh der mago de oz-. Meh, pero srsly, explícame ezo porque no sé si me lo perdí o que es por mi falta de neuronas.
Ems...si güeno... ¡YA TE CONOZCO EN LA NOVELA, TATIIIIII! WIIIIIII PARTYHARD (que es lo que haremos este fin de semana, yeah man).
Aish bueno, dejo lo profundo y provocador-de-cascadas-del-niagara para el final, porque te quiero emosionar, ya tu sae: me dijiste que me fijara en los detalles, y lo he hecho, lo hice también en el anterior y me dí cuenta de que esto de verdad podría llegar a ser un libro, bueno, esto o cualquier novela que escribas de ahora en adelante y te digo el por qué. No tan solo creas una historia fictícia, interesante y adictiva (odio lo último), sino que también le incorporas opiniones profundas sobre cosas cuotidianas, no sé si me explico. Mira, por ejemplo, lo de "esperar"; estoy segura que no soy la única que se ha sentido así y sé de sobras que tu lo has sentido de primera mano; igual que lo de "ser insuficiente", del anterior capítulo, o lo de "la relatividad de las cosas". Que incorpores tus opiniones sobre temas así, opiniones y sentimientos con los que tus lectoras se pueden sentir identificadas, hace de tu novela una más verosímil e interesante y sé que es bueno para ti porque así te desahogas y dejas que tus sentimientos salgan, como quitándote un peso de encima. Ya tu sae'
Y em...creo que eso eh toh, ah bueno, que te acuerdes que ryan y anna estan perdidos por ahí en el club. Ai mai, no me digas que lo de tener serso BDSM en la mesa del casino te lo has tomado en serio, omg, que Ryanna es asdfghjkl pero que Anna tiene novio :O ai mai, pobre Carlitos, cuando le haga sexo oral a Anna no podrá por los cuernos que tendrá. HAHAHAHAHHAHAHA ¿te imaginas a Carlos con cuernos? Yo me lo imagino ahí como el señor Tumnus de Narnia, hahahaha, me desornio :')
Ah y sí, tu odio por las zorras es común en toda la comunidad de no-zorras y ems....creo que ya está, ahora mi despedida chupi guay y ya.
Que sepas que tu también te has vuelto en una persona muy importante para mi, no creo que exista nadie que sepa más sobre mi que tu, a parte de Tati, claro. Os quiero a las dos y tengo muchasmuchasmuchasmuchas ganas de veros, muchisisisimas, os voy a asfixiar del abrazo que os daré e.e meh, te quiero molto cerezitah y y y te adoro y y y que te vayan bien las clases y y y subre pronto un capitulo nuevo :3 tkm <3
ATTE: tu hermana gemela separada de ti al nacer y del sur (HGSDTANYDS) -oh zi, OH ZIIIII (Osburne)-
HOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLA.
ResponderEliminarME MUERO. ME MUERO. ME MUERO.
JO, ¿POR QUE ESCRIBES TAN TAN BIEN? ENSERIO, ESTA NOVELA ES PERFECTA, LA MEJOR QUE HE LEÍDO, SRSLY.
SIGUIENTE PLS.
ESPERO QUE APRUEBES EL FIRST, NOS AVISAS POR AQUÍ, EH.
Y PÁSATELO GENIAL EN PORT AVENTURA, DARÍA LO QUE FUERA POR ESTAR AHÍ, MÓNTATE EN EL SHAMBALA PLS, Y LUEGO NOS CUENTAS A VER QUE TAL, JEJEJEJEJE.
P.D: ¿DE DÓNDE ERES?
A.
SIGUIEEEEEEEEEEEEEEEEEENTE, ASDFGHJKL
ResponderEliminarAww Marina gracias por nombrarme a mi y a mi novela de verdad, gracias asdjkshkhas te ai lov iu. :*
ResponderEliminar