sábado, 20 de julio de 2013

Capítulo 28: "Mentiras y más mentiras" (Continuación)

Omfg. ¿No hace calor aquí?



Sólo mentiras y más mentiras.
Parte III



Narra Carlos (continuación).


Sus ojos salen de sus órbitas cuando se cruza con mi mirada revuelta, alterada. En menos de un segundo, antes de que yo pueda tan siquiera pestañear y acomodarme a la situación, vuelve a mirar en dirección a Justin y al hijo de puta de Ryan, sube con rapidez su mano derecha—en la cual sostiene su arma— y el canon deja ir un estruendo cuando Welch aprieta el gatillo. La bala impacta directamente sobre la cuerda que aprisionan unos hierros que hay justo encima de ellos dos, se sueltan e impactan precipitándose sobre sus cabezas.
Welch empieza a correr, retrocediéndose sobre sus pasos y no dudo en ir tras él aunque realmente lo que deseo es volver dónde está Ryan y patearle el trasero por haberse atrevido a acercarse a menos de medio metro de mi chica. Mía, de nadie más.
Agarro mi arma con fuerza, sujetándola entre mis dedos como si fuera mi vida. En realidad, es la tarjeta que hará que viva o muera. Me muevo entre las pasarelas metálicas que hay entre ambos edificios, observando como Ryan también acecha a Welch en el piso inferior. No consigo ver a Justin. El cabrón de Ryan es muy rápido pero no voy a dejarle ganar tampoco aquí.
Salto con fuerzas cuando se interpone en mi camino un tubo de más de cuarenta centímetros de diámetro, cojo fuerza para subirme sobre la máquina que lo prosigue, consiguiendo más visión de la situación. Voy a agarrar a ese cabrón de mierda, voy a hacer que suplique por su vida delante de Justin, voy a hacer que pague por todos esos chivatazos u otros delitos, voy a hacer que pague por simplemente ser un traidor. La banda McCann es, desgraciadamente, nuestra familia; también la suya, y a la familia nunca se la traiciona. Por muy llena de mierda que esté. El suelo rechina bajo mi peso notándose cada paso que doy. La adrenalina corre apresuradamente por mis venas, no por miedo, sino por las ganas tremendas que tengo de pegarle en los huevos a este condenado Welch. Siento como su respiración se fatiga. Debo acorralarle, joder. Welch en un momento de valentía personal, dejándome atónito, salta por la barandilla de su pasillo cayendo sobre los hombros de Ryan. Se oyen gruñidos por parte de ambos, como su cuerpo impacta con brutalidad con el de Ryan. Lo más seguro es que le haya roto algún hueso, o le haya jodido la columna vertebral. Miro furtivamente a mí alrededor buscando una escapatoria. Debo bajar para enfrentarme a él de igual modo. Entonces lo tengo claro, el edificio llega a su fin sin haber unas escaleras por las cual poder bajar. Oigo sus movimientos rudos, como un puñetazo impacta en la mandíbula del opuesto, se oyen las ropas rozar al crear contacto con sus cuerpos. Creo adivinar que alguien consigue tumbar al otro ya que se oye como impacta sin delicadeza sobre el pavimento. Ryan suelta un alarido de dolor, adivinando así que es él a quien han derrotado. Estúpido.
Sin pensármelo dos veces, salto por la barandilla a dos pisos de altura. Caigo con fuerza sobre el suelo, desequilibrándome un lapso. Siento mi pierna crujir pero no le presto la menor atención; ahora no tengo tiempo para este tipo de chiquilladas. Hundo mi mano para contenerme de no ir a un lado, me yergo; el panorama se tiende delante de mis ojos: Welch agarra a Ryan por el cuello de su camiseta e inserta su hombro en un hierro saliente de la pared. Aúlla de dolor, rasgando su garganta. El final en punta de dicho hierro asoma su presencia por la herida ensangrentada; chorretones de roja sangre supuran deslizándose por la tela rasgada. Eso debe de doler horrores. En menos de dos segundos, apunto con mi Glock a la espalda de ese hijo de puta. Se tambalea al recibir los balazos. Ryan coge fuerzas de no sé dónde y le pega una patada en la barriga, haciendo que Welch se retuerza de dolor. Se desploma en el suelo.
-¡Hijo de puta!- chilla Justin cuando entra en el plano. Apunta con su arma también, se lanza sobre él y le propina otra patada en las costillas.
Suspiro. Por fin lo hemos atrapado. Ryan, tan duro como siempre, se desprende del hierro mientras que suelta un pequeño gemido de dolor. Está realmente jodido. Adivino que no podrá mover ni el hombro, ni el brazo durante unos días.
Justin está realmente enfurecido. Su mirada permanece al rojo vivo, como si hubiera enloquecido. Hundido en rabia, agarra con fuerza su flequillo, lo obliga a alzar su cabeza hacia arriba. Los ojos de Welch se tornan blancos, apenas dejando ver un cuarto de ojo intentando esconderse bajo sus párpados. Está muy tocado. Tose roncamente escupiendo sangre, como si se ahogara con ella.
-¿Qué se te pasó por la cabeza, cabrón? ¿Pensabas que no te íbamos a atrapar o qué?- serpentea con su lengua, tan pronto coloca el canon de su arma justo en el borde lateral derecho del pelo de su cabeza.
Welch cierra los ojos, para después, volver a abrirlos y mirarle con cara de asco- Púdrete en el infierno, McCann.
-Después de ti- contesta con chulería burlesca, asomando una sonrisa helada-. Pero creo que un balazo es demasiado poco para un cerdo asqueroso como tú- determina con una brusquedad en su voz que nunca antes había oído emerger de sus labios.
Lo coge como si fuera un trapo, estampándolo contra la pared dónde minutos antes estaba Ryan atrapado sobre la estaca metálica.
-Nunca olvidarás que con nosotros no se juega, Welch- escupe Justin, tan pronto lo vuelve a elevar hasta el hierro y lo clava en su estómago. Lo atraviesa por la mitad llevándose la poca vida que todavía guardaba con su golpe final.



***


-Buen trabajo Carlos, ¿cómo has sabido que Welch era el topo?- pregunta, una vez se ha calmado. Después de su arrebato de rabia contra este sujeto, se ha dejado caer sobre sus rodillas y ha fijado la mirada al suelo. Estaba agotado. Ryan ha permanecido recostado contra la pared, sin mover un músculo de su torso. Yo he estado todo el tiempo fulminándolo con la mirada pues con lo de hoy, lo odio con toda mi alma. No creía posible odiar a alguien tanto, pero me equivocaba.
¿Ahora cómo se supone que debo reaccionar yo? ¿Ahora como miraré a Anna? Me produce tanto asco saber que pese todo lo que Ryan le ha hecho, ella tenga el morro de besarlo. ¿Qué he hecho mal yo? Le he dado todo lo que ella ha querido, siempre velando por su bienestar y por su felicidad. ¿Y me lo paga así?
-Los he seguido- empiezo a explicar pero Justin me interrumpe.
-¿”Los”?-enarca una ceja, entonces cae en la cuenta- ¿Martin? ¿Jones?
-Martin- aseguro, impasible-. Jones no está en ningún embrollo de estos, Martin sí.
-¿Qué viste Carlos?
-Hablaron con uno de los de la brigada de Josh. Creo que era Jonathan, no lo reconocí bien- suspiro-. El caso es que él quería que Welch y Martin nos tendieran una trampa en el próximo movimiento, así podrían meternos a todos entre rejas y conseguirían lo que estamos haciendo. Sobre todo te buscan a ti.
-¿Y este era su plan? ¿Qué Welch intentara aturdirme con unos cuantos hierros? Qué idiota- masculla, riéndose ladino.
-No, Welch ha hecho lo que ha querido. Ellos no esperaban hacer nada hoy, pero éste ha querido tomar las riendas a su manera.
-Pues ha fallado, por imbécil- escupe Ryan un escupitajo en su dirección, con su mayor cara de asco-. Este jodido cabrón ha pagado por todos los problemas que ha causado.
-Mañana. Mañana cobrará el hijo de puta de Martin. Juro por mi vida que no hay modo en el infierno en el cual ese maldito cabrón consiga reírse de nosotros una vez más. Va a pagar por todo.





Sólo mentiras y más mentiras.
Parte IV




Narra Anna.


Oh Dios mío. ¿Qué narices he hecho? ¿Por qué no paro de equivocarme? Lanzo seguidos bufidos al aire. Me duele horrores la cabeza por la monumental resaca que tengo. Es temprano, lo sé porque el aire que entra en mi habitación no es aún caliente. Desconozco la hora exacta pero no deben ser más de las once de la mañana. Demasiado temprano para mí. Intento incorporarme pero mi cuerpo desfallece. Estoy hecha mierda. Sin embargo, tengo un grave problema y debo solucionarlo. ¡Maldita sea! ¿Por qué lo hice? He besado a Ryan. Eso no debería haber sucedido pero lo peor de todo es que me siento feliz por haberlo hecho. Por Dios, podría decir que es algo maravilloso; contradictoriamente hablando. El corazón se me oprime. ¿Qué debo hacer ahora yo? Mi cabeza me dice que siga eligiendo a Carlos, es mi sobre seguro pero mi corazón grita a pleno pulmón que las barreras ya han sido derribadas, que debo darle una segunda oportunidad, que no importa lo que pueda pasar en un futuro, importa el ahora, el exacto minuto en el que vivo, importa lo que desee ahora y ahora lo que más quiero es tirarme encima de Ryan demostrándole mi amor infinito con besos, devolverle todo este tiempo que he estado perdiendo lejos de él. ¡Pero no es lo correcto! Maldita sea, estúpido que es. Estúpida de mí.
¿A quién debo hacerle caso? Recuerdo que una vez mi madre, antes de que muriera, me dijo que siempre siguiera a mí corazón, que lo que dictaba siempre sería lo correcto. Pero, ¿y si vuelve a pasar? Ryan borracho. Ryan ido. Ryan tambaleándose. Oh por Dios, sólo quiero ser capaz de olvidarlo pero no puedo. Lo intenté, intenté olvidarlo millones de veces pero sigue doliendo. Ryan contrariado porque yo quería quitarle la maldita botella de Vodka. Ryan y su fuerza. El balanceo que Ryan provocó en mí. Yo no rindiéndome. Me sigue persiguiendo esa noche y yo ya no sé qué hacer. ¿Cómo puedo olvidar que él me pegara? ¿Cómo? Debería verlo como un monstruo pero, en cambio, sigue siendo mi ángel. El puño de Ryan colisionando contra mi cara. El golpe proyectándome contra la pared. El escozor. Me estremezco entre las sábanas, agarrándome las piernas con fuerzas. Duele demasiado pero es que es al mismo tiempo mi salvación. Ryan es quien hace que no sepa pensar cuando lo miro a los ojos, es quien hace que mi corazón dé un vuelco, es quien hace que la cosa más simple se torne especial. ¿Cómo lucho contra eso?
-Lo estás recordando, ¿cierto?- me sobresalta la voz de Carlos, quien está sentado en la repisa acolchada que da a la ventana. Me mira con la mirada apenada, dolido provocando la congelación inmediata del mío.
Asiento- Me gustaría olvidarlo pero no puedo.
-Más y más mentiras- murmura entre dientes, devolviendo su mirada al exterior-. Siempre son putas mentiras Anna y estoy harto- vuelve a mirarme, cada vez más enterrado en no sé dónde.
-No te estoy mintiendo Carlos.
-Sí lo estás haciendo Anna. Sólo que no te das cuenta- masculla de golpe, enfurruñado. Su voz es dura, fría y juro no haberlo visto nunca de esta manera. No sé si está al borde del llanto o quiere matar a alguien-. Ya olvidaste esa noche porque por Ryan olvidarías cualquier cosa mala que él hiciese. Y eso me provoca un asco terrible- mis ojos se abren. ¿Por qué me está diciendo esto? ¿Acaso lo sabe? Cabecea varias veces leve contra el cristal, cierra los ojos fuerte como si doliera físicamente-. Dime simplemente por qué lo besaste anoche.
Ahogo un gemido. Mierda. Carlos lo sabe. Y lo peor es que no sé si puedo decir la respuesta en voz alta. En cuanto lo diga sé que todo esto, todo lo nuestro, se irá a la mierda. ¿Quiero acabar con esto, dejar de mentirnos día tras día?
-Por lo menos ten las pelotas de decírmelo a la cara, Anna. ¡Deja de mentirme!- ruge, muy cabreado. Muy frustrado.
-Porque lo sigo amando- murmuran mis labios, anticipándose a mi decisión. Carlos resopla, dándose cuenta que lo obvio que él ya sabía, ahora lo reconozco. Se lo estoy diciendo.
-Anna por favor, es un error- musita, con una expresión insensible-. He descubierto quien era el topo. Justin me ha garantizado que podemos largarnos de esto. Nuestra deuda queda saldada pero necesito que te vengas conmigo- explica. Abro los ojos. Se va a marchar, joder-. Dime que no lo prefieres a él. Dime que te vas a subir a ese coche conmigo. Dime que vas a huir de esta mierda de vida conmigo.


***

Busco a Ryan por todos lados. Me han dicho que quedó herido en el hombro por el cabronazo de Welch ayer por la noche y sé que el idiota este habrá sido tan estúpido, cabezota, como para no dejar que nadie se la cure. Después de ir en busca del botiquín, lo busco por todos los recovecos de la mansión y cómo no se encuentra en su habitación.
Y es que no puede existir un hombre tan testarudo, impasible, idiota, impetuoso, gruñón, sin cabeza e imbécil como Ryan. Y no hay mujer con tan poco remedio como para caer enamorada de él. ¡Si es que soy tonta!
Al abrir su puerta lo encuentro tirado al lado de su cama, con una botella de Vodka a un lado. Por suerte, le habrá dado un par de tragos ya que está prácticamente llena. Oh Dios, deseo que esta sea la primera botella que abre, por favor. Parece medio moribundo, con su pelo despeinado, su camiseta manchada de sangre entre otras cosas, su rostro sudoroso y su boca a medio abrir. Incluso así, se ve terriblemente sexy.
-¿Qué haces aquí, Anna?- masculla, fijando sus ojos en mí- ¿Y qué haces con ese puto botiquín?
-¿Es que no es obvio? Vengo a curarte y me importa una mierda lo que tú digas- respondo, seria. Me acerco a él, sentándome a su lado. Abro el botiquín y me dispongo a quitarle la camiseta cuando me para. Siempre me para.
-No vas a hacer nada. No quiero que la cures.
-Lo sé, pero no voy a permitir que eso acabe con tu vida, Ryan. Es profunda- miro su hombro, todo ensangrentado. La camiseta tiene un agujero rasgado y veo la carne. Reprimo las lágrimas que ya quieren brotar de mis ojos. ¿Cómo puede ser tan estúpido? Si no se cura, se infectará y se morirá. Tiene una pinta horrible. No quiero perderlo.
-¡No! No quiero que la cures- vuelve a asegurar con la voz ronca.
-Ryan, escúchame joder. Es un puto agujero, un puto agujero. Te vas a morir- estoy al borde del llanto. ¿Por qué le cuesta tanto? Necesito curar eso-. La puta bebida no te va a curar esto, ¿sabes? Tan siquiera eres capaz de mantener una promesa- le echo en cara, enfadada. Más bien temiendo por su vida. No puedo perderlo, no ahora, no nunca.
-¿Qué no lo ves? Me da igual morirme. ¡Tú te vas con ese estúpido! Y yo me quedaré aquí, sin ti, como siempre. Te vas a ir con él a rehacer tu vida y lo único que me va a quedar va a ser esta amiga- señala la botella. Está soltando todo, dejándome patidifusa-. Así que si muero hoy por la puta herida, o mañana, o cuando sea; sinceramente, me da igual.
Sus ojos se escurecen al acercarse a darme nuestro último abrazo. Me rodea con sus fuertes brazos, cálido aunque ahora mismo debe odiarme pero él sigue comportándose como es: demasiado adorable, demasiado bueno para mí. Su aliento impacta contra mi cabello. Noto su corazón latir fuerte. Entristezco; Carlos ha hecho muchísimo por mí. Sin embargo, hay algo que me dice que esto es lo incorrectamente correcto.
-Perdóname por no haber sido suficiente- las palabras impactan directamente en mí. Si ha sido suficiente, ha sido más que eso pero no venía de la persona correcta. Ryan es el correcto con todas sus imperfecciones y sus mierdas. Aunque sea todo un embrollo, él es mi solución. Todo me lleva a él.
-Perdóname a mí. Te mereces mucho más que esto, ¿sabes?- me sincero. Es verdad. Crudamente verdad. Carlos se merece mucho más, pero yo simplemente no soy ese “más”- No olvides que eres alguien importante para mí. No olvides visitar, ¿vale?
-Nunca te podré olvidar Anna.
Se separa un lapso, da un beso dulce en mi mejilla mostrando que no quiere alejarse, roza mi brazo y desaparece de mi vida de la forma en la que entró, de golpe.
Sonrío helada, recordando ese momento y asegurando en mi cabeza no tener que arrepentirme de esto.
-Ryan, no me voy a ir a ningún lado. Por si no te has dado cuenta, Carlos se ha ido con su madre hace ya bastante rato. Yo me he quedado- lo interrumpo, produciendo que él enmudezca un momento y deje de despotricar. Rasca su cabeza, mira profundo; se ve tan jodidamente adorable que me dan ganas de lanzarme en busca de sus labios.
-¿Por qué no te has ido?- pregunta, como si no supiera el por qué. ¿No es obvio? Lo amé, lo amo y lo amaré; por siempre y me es jodidamente imposible alejarme de él.
-Te lo digo si me dejas curarte eso- señalo a su herida, jugando con él. Ryan frunce el ceño, rindiéndose ente mi sugerencia. Se revuelve nervioso cuando voy a quitarle la camiseta. Me desprendo de ella, bajo mis manos por su torso acariciando. Está lleno de cicatrices de tajos, golpes y agujeros de alguna que otra bala. Nunca ha dejado que lo curasen. Nunca, y si se le incrustaba alguna bala, se la quitaba él con sus propias manos. Ryan está jodidamente loco.
Abro el frasco de alcohol que guardo en el botiquín. Procedo a limpiar la herida con cuidado, no quiero hacerle daño. Ryan tiembla bajo mi contacto, reprimiendo aullidos de dolor y de miedo. Llevaba mucho tiempo sin sentir el efecto del alcohol en su piel cuando está rota. Es prácticamente nuevo para él y no es que sea la mejor sensación del mundo.
-¿Escuece mucho? Lo siento- me disculpo, tímida. Estoy sufriendo viendo esa cara que pone.
-No importa- masculla, mordiéndose el labio. Sigue sudando, unos sonidos guturales de su garganta emergen y me entra un escalofrío. Le ha ensartado algo muy fuerte porque ha atravesado toda su carne, de un lado a otro-. Necesito saberlo, Anna.
-¿No es obvio?- respondo, irritada. Él lo sabe, ¿se está haciendo el tonto? Noto su respiración contra mi mejilla mientras que yo no aparto la mirada de ese agujero que nos traerá quebraderos de cabeza por varios días, no se va a cerrar tan fácilmente- Tengo miedo Ryan, tengo miedo a qué vuelva a pasar lo mismo que pasó la última vez pero no puedo seguir mintiéndome así, repitiéndome día tras día que no te quiero, que no eres el amor de mi vida, porque ciertamente lo eres. Y no puedo luchar contra eso, ya no tengo ganas de hacerlo.
Sus ojos empiezan a humedecerse, pero no llora. Ryan nunca llora; sólo se acerca, me mira profundo y en silencio choca nuestras narices. Alza la mano que no debería mover por su dichoso hombro herido, gruñe por dentro por el dolor que debe estar sintiendo y la posa sobre mi mejilla. La acaricia como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, sintiendo coda movimiento, cada rugosidad de mi piel. Su aliento impacta en medio de mi cara, baja sus labios y los roza suavemente. Un gesto delicado, pero que me mata por dentro. ¿Cómo he podido estar todo este tiempo sin poder besarlo en cada instante? Porque se siente malditamente bien. Se junta del todo, sellando nuestros labios y gime en mi boca. Es un esfuerzo para él ya que el dolor se extiende por el pecho, lo sé. Sin embargo, ahí sigue jugando conmigo, volviéndome completamente loca.
-No voy a permitir que te arrepientas, Anna- murmura pegado a mis labios, antes de volver a besarme, anhelando el contacto.



Sólo mentiras y más mentiras.
Parte V



Narra Justin.


Ahora voy a por ti, Martin, pienso en la idea de poder rajar el cuello de ese cabrón. Siempre me ha tocado mucho las pelotas, pero esto ya es la gota que colma el vaso.
Sé que estará en su escritorio maquinando cómo hundirme pero esta será la última noche que su cabeza va a pensar en mí, en planes, en todo lo relacionado con el mundo de los vivos. Voy a borrarlo del mapa. «¡Acaba con él!» me chilla enfurecido mi ser obscuro como encarcelando algo animal, sobrenatural. Mete respingos para salirse de mí y así poder matarlo con sus propias inexistentes manos.
Posiciono la daga que he cogido del arsenal de armas sobre su cuello. No me ha oído entrar y, por supuesto, no se va a atrever a moverse. Tiembla por su vida, traga saliva lentamente temiendo que ese mínimo movimiento accione el filo del cuchillo a bajar dentro de su carne.
-Dime Martin, ¿cuánto te han dado, eh? Maldito cabrón- le insto, enfurecido. Mis ojos no deben ya ser míos. Sólo está Él, pero no lo deseo de ninguna otra forma. Debe estar mi diablo para poder matarle de una forma violenta, mantenerme frío. Un tiro en la puta cabeza es demasiado simple.
-Mucho dinero, McCann y poder acabar contigo- masculla sonriendo ladino, cauteloso de no hacer movimiento brusco.
-Serás ruin, por puros celos poder traicionarnos. Y estúpido por pensar que te saldrías con la tuya- escupo hundiendo la hoja en su cuello, sin rodeos, sin miramientos. Sólo hincarlo lo más hondo y mover hacía la derecha. En seguida, su cuello se abre liberando una cantidad de sangre elevada, manchando mis manos de su sucia sangre.


***

Meto mis manos directamente en el agua fría. Quiero limpiar esto de una vez por todas. No quiero tener sangre en mis manos, no quiero que ella se despierte y me vea así. Aparte, es sucio y asqueroso tener la sangre de quienes te han traicionado en las manos por mucho tiempo.
-¿Justin? ¿Es sangre?- me pregunta su voz, rota y desconcertada. La fulmino con la mirada. Joder, no quiero que piense que soy un monstruo. Pero es obvio que lo es; un líquido rojo en mis manos.
Asiento. Ella debe estar mareada por anoche. Vaya noche me dio.
-Sí, pero no importa- excuso rápido aunque verdaderamente no se trata de una excusa. Sólo quiero evadir el tema.
-¿Tuya? ¿Qué ha pasado?-frunce el ceño, dolorida y frota el puente de su nariz.
-No es mía, nena. ¿Te encuentras bien?- seco mis manos al acabar de deshacerme de esa porquería.
-Un poco mareada…pero estoy bien-muerde su labio inferior y el interior de su mejilla. Está preocupada. Entonces me pregunto, ¿se acordará de algo? ¿Ese “te quiero” era real o es que estaba demasiado borracha? Bueno eso sí, pero, ¿debería creerme lo de que los borrachos siempre dicen la verdad? ¿Es este uno de esos casos? – Ayer, ¿hice algo fuera de lugar?
-¿Por qué lo dices?- me hago el tonto. Oh no Nicole, sólo te pusiste a bailar sobre mí prácticamente desnuda, me dijiste que me querías, pero no, nada más- ¿Por qué estás en mi habitación?
Asiente, perpleja-Es que a veces cuando bebo demasiado pierdo el control- murmura, bastante preocupada. Apuesto lo que quieras que tiene flashes de lo que pasó pero no sabe cómo encajarlos.
-Digamos que descubrí una parte de ti que no conocía- mascullo divertido. Ella abre los ojos como platos, alertada. Oh sí, recuerda algo.
-Ay, Dios. Dime que no hice nada muy loco- pide, tapando su boca con las manos.
-No, nada. Sólo te pusiste a bailar como una stripper encima de la tarima del G.R., luego te tuve que sacar de ahí a rastras- explico, con sarcasmo. Durante ese rato lo pasé verdaderamente mal, después todo se puso mejor a mí favor.
-Ay Dios- pone ambas manos sobre su cabeza, avergonzada. Le tiemblan las piernas, está asustada.
-Pero lo mejor no fue eso, lo mejor llegó después cuando llegamos aquí- río de lado. Esta situación parece sacada de algún serial cutre de televisión por cable, sin duda-. No conocía esa faceta de ti, Nicole. La verdad es que el baile erótico se te da muy bien, nena- sonrío otra vez antes de que ella se torne completamente roja, como un tomate. Se ve tan guapa cuando sus mejillas se sonrojan, y así despeinada, me entran más ganas de continuar lo que dejamos a medias ayer.



****************************************************************
Holiiiiiiiiiiiiis. ¿Waddup'? Bueno pues yo aquí, a las 12 en punto colgándoos la segunda parte. Quería acabarlo hoy, perdón por la tardanza y las horas pero espero que os haya merecido la espera(?) Las cosas se van poniendo más sangrientas y VIVAAAAAAAAAAAAA, YA ESTÁN JUNTOS RYANNA, POR FIN COHONÉH QUE MIRA QUE ERAN IMBÉCILES. Bueno e.e la nota del FCE (gracias por interesaros) no me la dan hasta el día 26 (timadores, estafadores, putos, zorrones, meh:() Pero bueno, casi mejor porque así no me da un ataque al corazón por si no he aprobado y os puedo escribir más capis JAJAJAJAJAsrsly, como no apruebe ME SUICIDO.

Bueno, anyway, que tengo ganas de vaguear un rato. Ay, por cierto si alguna va a ver After Earth es una fucking shit, lo único bueno es que salen los buenorros de Will y Jaden pero na' más porque la historia es bastante sosa y realmente sólo está escrita (obra de Will, por cierto) para que Jaden se luzca pero no ha dao' resultado, no sé, a mi no me gusta. La que sí que recomiendo si os gustan de explosiones y tal es Star Trek porque a parte de salir Benedict Cumberbatch (el actor que hace de Sherlock en la serie de BBC por si la habéis visto) que me tiene enamorada aunque no es un pivonaso pero es super interesante como persona, tiene ese algo que tienen algunos tíos, pues aparte de eso que ya me ha hecho ir al cine a verla pues es una trama típica americana de ciencia ficción con muchas bombas, efectos especiales, etc. pero está entetenida para pasar el rato y a mi me puso nerviosa en ratos, así que no está mal tiene mi manita buena, ea.


Bueno, ya no os aburro más. Gracias por seguir mi sueño día a día y por seguir leyendo esta historia que se hace gracias a vosotras, mis lectoras.

Loveya.


{Si os gusta la novela que cuelgo en este blog, por favor, seguidlo y dejad un comentario shashi debajo. Mersiiiiii}
Las lectoras que tengáis Twittah por favor, dadle  RT a esteTWEET.


1 comentario:

  1. hwdijhfeuihfincfuwbgefuilhfuiwehjfiuhfuihuiefhuiehwufhwejkcfbwelfubghuiwehfgiherbfwuaehfluihaufihuiasw soy muy cul y soy la que siempre te comenta e.e aunque puede que subas el siguiente capítulo dentro de unas horitas pues yo te comento este porque no quiero dejar ninguna publicación sin comentar (excepto cuando hiciste maratón).

    Eh...pues...no me acuerdo de una mierda de que iba este capítulo :') solo que Justin mata a Martin y Anna y Ayan ya están juntos y que Anna le limpia la herida a Ryan y pues no me acuerdo de nah' más #memorydory, zorry e.e

    La mierda de comentarte nada es como que no me acuerdo casi del capítulo pues no te puedo hacer mis críticas constructivas pero creo que este capítulo estaba bien respecto a eso(?) meh, no sé, creo que sí e.e

    Em...bueno, que me giusta er Yosten malote, grrr, le doy all day all night y pues que bueno, lo de Ryanna jkfhjklhilfhjasidkncjsdnfjfbuewhifheiwhfuheuw ya me has enviado trozos del próximo capítulo y sjhcndsjihfjhasefiefhuih eres increíble en serio, como persona, como amiga, como hermana, como escritora, como artista en si, no sé de todo :3

    Y pues lo siento por no hablar tanto contigo pero es que lo único que tengo que contarte es lo de Jordi y para aburrirte con eso (no me digas que no te aburriría porque sería una mentira como una catedral) pues te hablo por los grupos y ezo e.e te echo muchíííííísimo de menos, pero mucho, jo. Y bueno, tu has estado leyendo, y cuando no escribes y encima con lo del martes pues tampoco podemos hablar mucho (aún no lo he podido preguntar) y pues ya está.

    Ah bueno, lo de After Earth, a mi Jaden me pone mucho así que si le dan protagonismo pues mejor, y si se nota que la peli está hecha para eso pues no me importa la verdad, yo quiero ver al tio bueno de Jaden, if iu nou güat ai min e_e

    Entre Jicole y Ryanna me vas a matar hija mía, me dará un sincope *insentar carita de "el grito"*

    Eso es todo creo, ahora te abriré por el WA para hablar un rato porque de verdad te echo de menos :( eres mi mejor amiga, ¿sae'? y pues te tengo que echar de menos aunque no quiera e.e

    Sube pronto cerezitah, me encanta como escribes y bueno, te quiedow molto, kisses :*

    PD: NUNCA, pero jamás de los jamases pienses que te voy a dejar de lado, nunca.

    ResponderEliminar

Venga, comenta. No muerdo y me ayuda a mejorar día a día. Es gratis.