Omfg. ¿No hace calor aquí?
Sólo mentiras y más mentiras.
Parte III
Narra Carlos (continuación).
Sus ojos salen de sus órbitas cuando se cruza con mi mirada revuelta,
alterada. En menos de un segundo, antes de que yo pueda tan siquiera pestañear
y acomodarme a la situación, vuelve a mirar en dirección a Justin y al hijo de
puta de Ryan, sube con rapidez su mano derecha—en la cual sostiene su arma— y
el canon deja ir un estruendo cuando Welch aprieta el gatillo. La bala impacta
directamente sobre la cuerda que aprisionan unos hierros que hay justo encima
de ellos dos, se sueltan e impactan precipitándose sobre sus cabezas.
Welch empieza a correr, retrocediéndose sobre sus pasos y no dudo en ir
tras él aunque realmente lo que deseo es volver dónde está Ryan y patearle el
trasero por haberse atrevido a acercarse a menos de medio metro de mi chica.
Mía, de nadie más.
Agarro mi arma con fuerza, sujetándola entre mis dedos como si fuera mi
vida. En realidad, es la tarjeta que hará que viva o muera. Me muevo entre las
pasarelas metálicas que hay entre ambos edificios, observando como Ryan también
acecha a Welch en el piso inferior. No consigo ver a Justin. El cabrón de Ryan
es muy rápido pero no voy a dejarle ganar tampoco aquí.
Salto con fuerzas cuando se interpone en mi camino un tubo de más de
cuarenta centímetros de diámetro, cojo fuerza para subirme sobre la máquina que
lo prosigue, consiguiendo más visión de la situación. Voy a agarrar a ese
cabrón de mierda, voy a hacer que suplique por su vida delante de Justin, voy a
hacer que pague por todos esos chivatazos u otros delitos, voy a hacer que
pague por simplemente ser un traidor. La banda McCann es, desgraciadamente,
nuestra familia; también la suya, y a la familia nunca se la traiciona. Por muy
llena de mierda que esté. El suelo rechina bajo mi peso notándose cada paso que
doy. La adrenalina corre apresuradamente por mis venas, no por miedo, sino por
las ganas tremendas que tengo de pegarle en los huevos a este condenado Welch.
Siento como su respiración se fatiga. Debo acorralarle, joder. Welch en un
momento de valentía personal, dejándome atónito, salta por la barandilla de su
pasillo cayendo sobre los hombros de Ryan. Se oyen gruñidos por parte de ambos,
como su cuerpo impacta con brutalidad con el de Ryan. Lo más seguro es que le
haya roto algún hueso, o le haya jodido la columna vertebral. Miro furtivamente
a mí alrededor buscando una escapatoria. Debo bajar para enfrentarme a él de
igual modo. Entonces lo tengo claro, el edificio llega a su fin sin haber unas
escaleras por las cual poder bajar. Oigo sus movimientos rudos, como un
puñetazo impacta en la mandíbula del opuesto, se oyen las ropas rozar al crear
contacto con sus cuerpos. Creo adivinar que alguien consigue tumbar al otro ya
que se oye como impacta sin delicadeza sobre el pavimento. Ryan suelta un
alarido de dolor, adivinando así que es él a quien han derrotado. Estúpido.
Sin pensármelo dos veces, salto por la barandilla a dos pisos de altura.
Caigo con fuerza sobre el suelo, desequilibrándome un lapso. Siento mi pierna
crujir pero no le presto la menor atención; ahora no tengo tiempo para este
tipo de chiquilladas. Hundo mi mano para contenerme de no ir a un lado, me
yergo; el panorama se tiende delante de mis ojos: Welch agarra a Ryan por el
cuello de su camiseta e inserta su hombro en un hierro saliente de la pared.
Aúlla de dolor, rasgando su garganta. El final en punta de dicho hierro asoma
su presencia por la herida ensangrentada; chorretones de roja sangre supuran
deslizándose por la tela rasgada. Eso debe de doler horrores. En menos de dos
segundos, apunto con mi Glock a la espalda de ese hijo de puta. Se tambalea al
recibir los balazos. Ryan coge fuerzas de no sé dónde y le pega una patada en
la barriga, haciendo que Welch se retuerza de dolor. Se desploma en el suelo.
-¡Hijo de puta!- chilla Justin cuando entra en el plano. Apunta con su
arma también, se lanza sobre él y le propina otra patada en las costillas.
Suspiro. Por fin lo hemos atrapado. Ryan, tan duro como siempre, se
desprende del hierro mientras que suelta un pequeño gemido de dolor. Está
realmente jodido. Adivino que no podrá mover ni el hombro, ni el brazo durante
unos días.
Justin está realmente enfurecido. Su mirada permanece al rojo vivo, como
si hubiera enloquecido. Hundido en rabia, agarra con fuerza su flequillo, lo
obliga a alzar su cabeza hacia arriba. Los ojos de Welch se tornan blancos,
apenas dejando ver un cuarto de ojo intentando esconderse bajo sus párpados.
Está muy tocado. Tose roncamente escupiendo sangre, como si se ahogara con
ella.
-¿Qué se te pasó por la cabeza, cabrón? ¿Pensabas que no te íbamos a
atrapar o qué?- serpentea con su lengua, tan pronto coloca el canon de su arma
justo en el borde lateral derecho del pelo de su cabeza.
Welch cierra los ojos, para después, volver a abrirlos y mirarle con
cara de asco- Púdrete en el infierno, McCann.
-Después de ti- contesta con chulería burlesca, asomando una sonrisa
helada-. Pero creo que un balazo es demasiado poco para un cerdo asqueroso como
tú- determina con una brusquedad en su voz que nunca antes había oído emerger
de sus labios.
Lo coge como si fuera un trapo, estampándolo contra la pared dónde
minutos antes estaba Ryan atrapado sobre la estaca metálica.
-Nunca olvidarás que con nosotros no se juega, Welch- escupe Justin, tan
pronto lo vuelve a elevar hasta el hierro y lo clava en su estómago. Lo
atraviesa por la mitad llevándose la poca vida que todavía guardaba con su
golpe final.
***
-Buen trabajo Carlos, ¿cómo has sabido que Welch era el topo?- pregunta,
una vez se ha calmado. Después de su arrebato de rabia contra este sujeto, se
ha dejado caer sobre sus rodillas y ha fijado la mirada al suelo. Estaba
agotado. Ryan ha permanecido recostado contra la pared, sin mover un músculo de
su torso. Yo he estado todo el tiempo fulminándolo con la mirada pues con lo de
hoy, lo odio con toda mi alma. No creía posible odiar a alguien tanto, pero me
equivocaba.
¿Ahora cómo se supone que debo reaccionar yo? ¿Ahora como miraré a Anna?
Me produce tanto asco saber que pese todo lo que Ryan le ha hecho, ella tenga
el morro de besarlo. ¿Qué he hecho mal yo? Le he dado todo lo que ella ha
querido, siempre velando por su bienestar y por su felicidad. ¿Y me lo paga
así?
-Los he seguido- empiezo a explicar pero Justin me interrumpe.
-¿”Los”?-enarca una ceja, entonces cae en la cuenta- ¿Martin? ¿Jones?
-Martin- aseguro, impasible-. Jones no está en ningún embrollo de estos,
Martin sí.
-¿Qué viste Carlos?
-Hablaron con uno de los de la brigada de Josh. Creo que era Jonathan,
no lo reconocí bien- suspiro-. El caso es que él quería que Welch y Martin nos
tendieran una trampa en el próximo movimiento, así podrían meternos a todos
entre rejas y conseguirían lo que estamos haciendo. Sobre todo te buscan a ti.
-¿Y este era su plan? ¿Qué Welch intentara aturdirme con unos cuantos
hierros? Qué idiota- masculla, riéndose ladino.
-No, Welch ha hecho lo que ha querido. Ellos no esperaban hacer nada
hoy, pero éste ha querido tomar las riendas a su manera.
-Pues ha fallado, por imbécil- escupe Ryan un escupitajo en su
dirección, con su mayor cara de asco-. Este jodido cabrón ha pagado por todos
los problemas que ha causado.
-Mañana. Mañana cobrará el hijo de puta de Martin. Juro por mi vida que
no hay modo en el infierno en el cual ese maldito cabrón consiga reírse de
nosotros una vez más. Va a pagar por todo.
Sólo mentiras y más mentiras.
Parte IV
Narra Anna.
Oh Dios mío. ¿Qué narices he hecho? ¿Por qué no paro de equivocarme? Lanzo
seguidos bufidos al aire. Me duele horrores la cabeza por la monumental resaca
que tengo. Es temprano, lo sé porque el aire que entra en mi habitación no es
aún caliente. Desconozco la hora exacta pero no deben ser más de las once de la
mañana. Demasiado temprano para mí. Intento incorporarme pero mi cuerpo desfallece.
Estoy hecha mierda. Sin embargo, tengo un grave problema y debo solucionarlo.
¡Maldita sea! ¿Por qué lo hice? He besado a Ryan. Eso no debería haber sucedido
pero lo peor de todo es que me siento feliz por haberlo hecho. Por Dios, podría
decir que es algo maravilloso; contradictoriamente hablando. El corazón se me
oprime. ¿Qué debo hacer ahora yo? Mi cabeza me dice que siga eligiendo a
Carlos, es mi sobre seguro pero mi corazón grita a pleno pulmón que las
barreras ya han sido derribadas, que debo darle una segunda oportunidad, que no
importa lo que pueda pasar en un futuro, importa el ahora, el exacto minuto en
el que vivo, importa lo que desee ahora y ahora lo que más quiero es tirarme
encima de Ryan demostrándole mi amor infinito con besos, devolverle todo este
tiempo que he estado perdiendo lejos de él. ¡Pero no es lo correcto! Maldita
sea, estúpido que es. Estúpida de mí.
¿A quién debo hacerle caso? Recuerdo que una vez mi madre, antes de que
muriera, me dijo que siempre siguiera a mí corazón, que lo que dictaba siempre
sería lo correcto. Pero, ¿y si vuelve a pasar? Ryan borracho. Ryan ido. Ryan tambaleándose. Oh por Dios, sólo
quiero ser capaz de olvidarlo pero no puedo. Lo intenté, intenté olvidarlo
millones de veces pero sigue doliendo. Ryan
contrariado porque yo quería quitarle la maldita botella de Vodka. Ryan y su
fuerza. El balanceo que Ryan provocó en mí. Yo no rindiéndome. Me sigue
persiguiendo esa noche y yo ya no sé qué hacer. ¿Cómo puedo olvidar que él me
pegara? ¿Cómo? Debería verlo como un monstruo pero, en cambio, sigue siendo mi
ángel. El puño de Ryan colisionando
contra mi cara. El golpe proyectándome contra la pared. El escozor. Me
estremezco entre las sábanas, agarrándome las piernas con fuerzas. Duele
demasiado pero es que es al mismo tiempo mi salvación. Ryan es quien hace que
no sepa pensar cuando lo miro a los ojos, es quien hace que mi corazón dé un
vuelco, es quien hace que la cosa más simple se torne especial. ¿Cómo lucho
contra eso?
-Lo estás recordando, ¿cierto?- me sobresalta la voz de Carlos, quien
está sentado en la repisa acolchada que da a la ventana. Me mira con la mirada
apenada, dolido provocando la congelación inmediata del mío.
Asiento- Me gustaría olvidarlo pero no puedo.
-Más y más mentiras- murmura entre dientes, devolviendo su mirada al
exterior-. Siempre son putas mentiras Anna y estoy harto- vuelve a mirarme,
cada vez más enterrado en no sé dónde.
-No te estoy mintiendo Carlos.
-Sí lo estás haciendo Anna. Sólo que no te das cuenta- masculla de
golpe, enfurruñado. Su voz es dura, fría y juro no haberlo visto nunca de esta
manera. No sé si está al borde del llanto o quiere matar a alguien-. Ya
olvidaste esa noche porque por Ryan olvidarías cualquier cosa mala que él
hiciese. Y eso me provoca un asco terrible- mis ojos se abren. ¿Por qué me está
diciendo esto? ¿Acaso lo sabe? Cabecea varias veces leve contra el cristal,
cierra los ojos fuerte como si doliera físicamente-. Dime simplemente por qué
lo besaste anoche.
Ahogo un gemido. Mierda. Carlos lo sabe. Y lo peor es que no sé si puedo
decir la respuesta en voz alta. En cuanto lo diga sé que todo esto, todo lo
nuestro, se irá a la mierda. ¿Quiero acabar con esto, dejar de mentirnos día
tras día?
-Por lo menos ten las pelotas de decírmelo a la cara, Anna. ¡Deja de
mentirme!- ruge, muy cabreado. Muy frustrado.
-Porque lo sigo amando- murmuran mis labios, anticipándose a mi
decisión. Carlos resopla, dándose cuenta que lo obvio que él ya sabía, ahora lo
reconozco. Se lo estoy diciendo.
-Anna por favor, es un error- musita, con una expresión insensible-. He
descubierto quien era el topo. Justin me ha garantizado que podemos largarnos
de esto. Nuestra deuda queda saldada pero necesito que te vengas conmigo-
explica. Abro los ojos. Se va a marchar, joder-. Dime que no lo prefieres a él.
Dime que te vas a subir a ese coche conmigo. Dime que vas a huir de esta mierda
de vida conmigo.
***
Busco a Ryan por todos lados. Me han dicho que quedó herido en el hombro
por el cabronazo de Welch ayer por la noche y sé que el idiota este habrá sido
tan estúpido, cabezota, como para no dejar que nadie se la cure. Después de ir
en busca del botiquín, lo busco por todos los recovecos de la mansión y cómo no
se encuentra en su habitación.
Y es que no puede existir un hombre tan testarudo, impasible, idiota,
impetuoso, gruñón, sin cabeza e imbécil como Ryan. Y no hay mujer con tan poco
remedio como para caer enamorada de él. ¡Si es que soy tonta!
Al abrir su puerta lo encuentro tirado al lado de su cama, con una
botella de Vodka a un lado. Por suerte, le habrá dado un par de tragos ya que
está prácticamente llena. Oh Dios, deseo que esta sea la primera botella que
abre, por favor. Parece medio moribundo, con su pelo despeinado, su camiseta
manchada de sangre entre otras cosas, su rostro sudoroso y su boca a medio
abrir. Incluso así, se ve terriblemente sexy.
-¿Qué haces aquí, Anna?- masculla, fijando sus ojos en mí- ¿Y qué haces
con ese puto botiquín?
-¿Es que no es obvio? Vengo a curarte y me importa una mierda lo que tú
digas- respondo, seria. Me acerco a él, sentándome a su lado. Abro el botiquín
y me dispongo a quitarle la camiseta cuando me para. Siempre me para.
-No vas a hacer nada. No quiero que la cures.
-Lo sé, pero no voy a permitir que eso acabe con tu vida, Ryan. Es profunda-
miro su hombro, todo ensangrentado. La camiseta tiene un agujero rasgado y veo
la carne. Reprimo las lágrimas que ya quieren brotar de mis ojos. ¿Cómo puede
ser tan estúpido? Si no se cura, se infectará y se morirá. Tiene una pinta
horrible. No quiero perderlo.
-¡No! No quiero que la cures- vuelve a asegurar con la voz ronca.
-Ryan, escúchame joder. Es un puto agujero, un puto agujero. Te vas a
morir- estoy al borde del llanto. ¿Por qué le cuesta tanto? Necesito curar
eso-. La puta bebida no te va a curar esto, ¿sabes? Tan siquiera eres capaz de
mantener una promesa- le echo en cara, enfadada. Más bien temiendo por su vida.
No puedo perderlo, no ahora, no nunca.
-¿Qué no lo ves? Me da igual morirme. ¡Tú te vas con ese estúpido! Y yo
me quedaré aquí, sin ti, como siempre. Te vas a ir con él a rehacer tu vida y
lo único que me va a quedar va a ser esta amiga- señala la botella. Está
soltando todo, dejándome patidifusa-. Así que si muero hoy por la puta herida,
o mañana, o cuando sea; sinceramente, me da igual.
Sus ojos se escurecen al acercarse a darme
nuestro último abrazo. Me rodea con sus fuertes brazos, cálido aunque ahora
mismo debe odiarme pero él sigue comportándose como es: demasiado adorable,
demasiado bueno para mí. Su aliento impacta contra mi cabello. Noto su corazón
latir fuerte. Entristezco; Carlos ha hecho muchísimo por mí. Sin embargo, hay
algo que me dice que esto es lo incorrectamente correcto.
-Perdóname por no haber sido suficiente- las
palabras impactan directamente en mí. Si ha sido suficiente, ha sido más que
eso pero no venía de la persona correcta. Ryan es el correcto con todas sus
imperfecciones y sus mierdas. Aunque sea todo un embrollo, él es mi solución.
Todo me lleva a él.
-Perdóname a mí. Te mereces mucho más que esto, ¿sabes?-
me sincero. Es verdad. Crudamente verdad. Carlos se merece mucho más, pero yo
simplemente no soy ese “más”- No olvides que eres alguien importante para mí.
No olvides visitar, ¿vale?
-Nunca te podré olvidar Anna.
Se separa un lapso, da un beso dulce en mi
mejilla mostrando que no quiere alejarse, roza mi brazo y desaparece de mi vida
de la forma en la que entró, de golpe.
Sonrío helada, recordando ese momento y asegurando en mi cabeza no tener
que arrepentirme de esto.
-Ryan, no me voy a ir a ningún lado. Por si no te has dado cuenta,
Carlos se ha ido con su madre hace ya bastante rato. Yo me he quedado- lo
interrumpo, produciendo que él enmudezca un momento y deje de despotricar.
Rasca su cabeza, mira profundo; se ve tan jodidamente adorable que me dan ganas
de lanzarme en busca de sus labios.
-¿Por qué no te has ido?- pregunta, como si no supiera el por qué. ¿No
es obvio? Lo amé, lo amo y lo amaré; por siempre y me es jodidamente imposible
alejarme de él.
-Te lo digo si me dejas curarte eso- señalo a su herida, jugando con él.
Ryan frunce el ceño, rindiéndose ente mi sugerencia. Se revuelve nervioso
cuando voy a quitarle la camiseta. Me desprendo de ella, bajo mis manos por su
torso acariciando. Está lleno de cicatrices de tajos, golpes y agujeros de
alguna que otra bala. Nunca ha dejado que lo curasen. Nunca, y si se le
incrustaba alguna bala, se la quitaba él con sus propias manos. Ryan está
jodidamente loco.
Abro el frasco de alcohol que guardo en el botiquín. Procedo a limpiar
la herida con cuidado, no quiero hacerle daño. Ryan tiembla bajo mi contacto,
reprimiendo aullidos de dolor y de miedo. Llevaba mucho tiempo sin sentir el
efecto del alcohol en su piel cuando está rota. Es prácticamente nuevo para él
y no es que sea la mejor sensación del mundo.
-¿Escuece mucho? Lo siento- me disculpo, tímida. Estoy sufriendo viendo
esa cara que pone.
-No importa- masculla, mordiéndose el labio. Sigue sudando, unos sonidos
guturales de su garganta emergen y me entra un escalofrío. Le ha ensartado algo
muy fuerte porque ha atravesado toda su carne, de un lado a otro-. Necesito
saberlo, Anna.
-¿No es obvio?- respondo, irritada. Él lo sabe, ¿se está haciendo el
tonto? Noto su respiración contra mi mejilla mientras que yo no aparto la
mirada de ese agujero que nos traerá quebraderos de cabeza por varios días, no
se va a cerrar tan fácilmente- Tengo miedo Ryan, tengo miedo a qué vuelva a
pasar lo mismo que pasó la última vez pero no puedo seguir mintiéndome así, repitiéndome
día tras día que no te quiero, que no eres el amor de mi vida, porque
ciertamente lo eres. Y no puedo luchar contra eso, ya no tengo ganas de
hacerlo.
Sus ojos empiezan a humedecerse, pero no llora. Ryan nunca llora; sólo
se acerca, me mira profundo y en silencio choca nuestras narices. Alza la mano
que no debería mover por su dichoso hombro herido, gruñe por dentro por el
dolor que debe estar sintiendo y la posa sobre mi mejilla. La acaricia como si tuviéramos
todo el tiempo del mundo, sintiendo coda movimiento, cada rugosidad de mi piel.
Su aliento impacta en medio de mi cara, baja sus labios y los roza suavemente. Un
gesto delicado, pero que me mata por dentro. ¿Cómo he podido estar todo este
tiempo sin poder besarlo en cada instante? Porque se siente malditamente bien. Se
junta del todo, sellando nuestros labios y gime en mi boca. Es un esfuerzo para
él ya que el dolor se extiende por el pecho, lo sé. Sin embargo, ahí sigue jugando
conmigo, volviéndome completamente loca.
-No voy a permitir que te arrepientas, Anna- murmura pegado a mis
labios, antes de volver a besarme, anhelando el contacto.
Sólo mentiras y más mentiras.
Parte V
Narra Justin.
Ahora voy a por ti, Martin, pienso en la idea de poder rajar el cuello de
ese cabrón. Siempre me ha tocado mucho las pelotas, pero esto ya es la gota que
colma el vaso.
Sé que estará en su escritorio maquinando cómo hundirme pero esta será
la última noche que su cabeza va a pensar en mí, en planes, en todo lo
relacionado con el mundo de los vivos. Voy a borrarlo del mapa. «¡Acaba con él!» me chilla enfurecido mi ser obscuro
como encarcelando algo animal, sobrenatural. Mete respingos para salirse de mí
y así poder matarlo con sus propias inexistentes manos.
Posiciono la daga que he cogido del
arsenal de armas sobre su cuello. No me ha oído entrar y, por supuesto, no se
va a atrever a moverse. Tiembla por su vida, traga saliva lentamente temiendo
que ese mínimo movimiento accione el filo del cuchillo a bajar dentro de su
carne.
-Dime Martin, ¿cuánto te han dado,
eh? Maldito cabrón- le insto, enfurecido. Mis ojos no deben ya ser míos. Sólo
está Él, pero no lo deseo de ninguna otra forma. Debe estar mi diablo para
poder matarle de una forma violenta, mantenerme frío. Un tiro en la puta cabeza
es demasiado simple.
-Mucho dinero, McCann y poder acabar
contigo- masculla sonriendo ladino, cauteloso de no hacer movimiento brusco.
-Serás ruin, por puros celos poder
traicionarnos. Y estúpido por pensar que te saldrías con la tuya- escupo
hundiendo la hoja en su cuello, sin rodeos, sin miramientos. Sólo hincarlo lo
más hondo y mover hacía la derecha. En seguida, su cuello se abre liberando una
cantidad de sangre elevada, manchando mis manos de su sucia sangre.
***
Meto mis manos directamente en el
agua fría. Quiero limpiar esto de una vez por todas. No quiero tener sangre en
mis manos, no quiero que ella se despierte y me vea así. Aparte, es sucio y
asqueroso tener la sangre de quienes te han traicionado en las manos por mucho
tiempo.
-¿Justin? ¿Es sangre?- me pregunta su
voz, rota y desconcertada. La fulmino con la mirada. Joder, no quiero que
piense que soy un monstruo. Pero es obvio que lo es; un líquido rojo en mis
manos.
Asiento. Ella debe estar mareada por
anoche. Vaya noche me dio.
-Sí, pero no importa- excuso rápido aunque
verdaderamente no se trata de una excusa. Sólo quiero evadir el tema.
-¿Tuya? ¿Qué ha pasado?-frunce el
ceño, dolorida y frota el puente de su nariz.
-No es mía, nena. ¿Te encuentras
bien?- seco mis manos al acabar de deshacerme de esa porquería.
-Un poco mareada…pero estoy
bien-muerde su labio inferior y el interior de su mejilla. Está preocupada.
Entonces me pregunto, ¿se acordará de algo? ¿Ese “te quiero” era real o es que
estaba demasiado borracha? Bueno eso sí, pero, ¿debería creerme lo de que los
borrachos siempre dicen la verdad? ¿Es este uno de esos casos? – Ayer, ¿hice
algo fuera de lugar?
-¿Por qué lo dices?- me hago el
tonto. Oh no Nicole, sólo te pusiste a
bailar sobre mí prácticamente desnuda, me dijiste que me querías, pero no, nada
más- ¿Por qué estás en mi habitación?
Asiente, perpleja-Es que a veces
cuando bebo demasiado pierdo el control- murmura, bastante preocupada. Apuesto
lo que quieras que tiene flashes de lo que pasó pero no sabe cómo encajarlos.
-Digamos que descubrí una parte de ti
que no conocía- mascullo divertido. Ella abre los ojos como platos, alertada.
Oh sí, recuerda algo.
-Ay, Dios. Dime que no hice nada muy
loco- pide, tapando su boca con las manos.
-No, nada. Sólo te pusiste a bailar
como una stripper encima de la tarima
del G.R., luego te tuve que sacar de ahí a rastras- explico, con sarcasmo.
Durante ese rato lo pasé verdaderamente mal, después todo se puso mejor a mí
favor.
-Ay Dios- pone ambas manos sobre su
cabeza, avergonzada. Le tiemblan las piernas, está asustada.
-Pero lo mejor no fue eso, lo mejor
llegó después cuando llegamos aquí- río de lado. Esta situación parece sacada
de algún serial cutre de televisión por cable, sin duda-. No conocía esa faceta
de ti, Nicole. La verdad es que el baile erótico se te da muy bien, nena-
sonrío otra vez antes de que ella se torne completamente roja, como un tomate.
Se ve tan guapa cuando sus mejillas se sonrojan, y así despeinada, me entran
más ganas de continuar lo que dejamos a medias ayer.
****************************************************************
Holiiiiiiiiiiiiis. ¿Waddup'? Bueno pues yo aquí, a las 12 en punto colgándoos la segunda parte. Quería acabarlo hoy, perdón por la tardanza y las horas pero espero que os haya merecido la espera(?) Las cosas se van poniendo más sangrientas y VIVAAAAAAAAAAAAA, YA ESTÁN JUNTOS RYANNA, POR FIN COHONÉH QUE MIRA QUE ERAN IMBÉCILES. Bueno e.e la nota del FCE (gracias por interesaros) no me la dan hasta el día 26 (timadores, estafadores, putos, zorrones, meh:() Pero bueno, casi mejor porque así no me da un ataque al corazón por si no he aprobado y os puedo escribir más capis JAJAJAJAJAsrsly, como no apruebe ME SUICIDO.
Bueno, anyway, que tengo ganas de vaguear un rato. Ay, por cierto si alguna va a ver After Earth es una fucking shit, lo único bueno es que salen los buenorros de Will y Jaden pero na' más porque la historia es bastante sosa y realmente sólo está escrita (obra de Will, por cierto) para que Jaden se luzca pero no ha dao' resultado, no sé, a mi no me gusta. La que sí que recomiendo si os gustan de explosiones y tal es Star Trek porque a parte de salir Benedict Cumberbatch (el actor que hace de Sherlock en la serie de BBC por si la habéis visto) que me tiene enamorada aunque no es un pivonaso pero es super interesante como persona, tiene ese algo que tienen algunos tíos, pues aparte de eso que ya me ha hecho ir al cine a verla pues es una trama típica americana de ciencia ficción con muchas bombas, efectos especiales, etc. pero está entetenida para pasar el rato y a mi me puso nerviosa en ratos, así que no está mal tiene mi manita buena, ea.
Bueno, ya no os aburro más. Gracias por seguir mi sueño día a día y por seguir leyendo esta historia que se hace gracias a vosotras, mis lectoras.
Loveya.
{Si os gusta la novela que cuelgo en este blog, por favor, seguidlo y dejad un comentario shashi debajo. Mersiiiiii}
Las lectoras que tengáis Twittah por favor, dadle RT a esteTWEET.
hwdijhfeuihfincfuwbgefuilhfuiwehjfiuhfuihuiefhuiehwufhwejkcfbwelfubghuiwehfgiherbfwuaehfluihaufihuiasw soy muy cul y soy la que siempre te comenta e.e aunque puede que subas el siguiente capítulo dentro de unas horitas pues yo te comento este porque no quiero dejar ninguna publicación sin comentar (excepto cuando hiciste maratón).
ResponderEliminarEh...pues...no me acuerdo de una mierda de que iba este capítulo :') solo que Justin mata a Martin y Anna y Ayan ya están juntos y que Anna le limpia la herida a Ryan y pues no me acuerdo de nah' más #memorydory, zorry e.e
La mierda de comentarte nada es como que no me acuerdo casi del capítulo pues no te puedo hacer mis críticas constructivas pero creo que este capítulo estaba bien respecto a eso(?) meh, no sé, creo que sí e.e
Em...bueno, que me giusta er Yosten malote, grrr, le doy all day all night y pues que bueno, lo de Ryanna jkfhjklhilfhjasidkncjsdnfjfbuewhifheiwhfuheuw ya me has enviado trozos del próximo capítulo y sjhcndsjihfjhasefiefhuih eres increíble en serio, como persona, como amiga, como hermana, como escritora, como artista en si, no sé de todo :3
Y pues lo siento por no hablar tanto contigo pero es que lo único que tengo que contarte es lo de Jordi y para aburrirte con eso (no me digas que no te aburriría porque sería una mentira como una catedral) pues te hablo por los grupos y ezo e.e te echo muchíííííísimo de menos, pero mucho, jo. Y bueno, tu has estado leyendo, y cuando no escribes y encima con lo del martes pues tampoco podemos hablar mucho (aún no lo he podido preguntar) y pues ya está.
Ah bueno, lo de After Earth, a mi Jaden me pone mucho así que si le dan protagonismo pues mejor, y si se nota que la peli está hecha para eso pues no me importa la verdad, yo quiero ver al tio bueno de Jaden, if iu nou güat ai min e_e
Entre Jicole y Ryanna me vas a matar hija mía, me dará un sincope *insentar carita de "el grito"*
Eso es todo creo, ahora te abriré por el WA para hablar un rato porque de verdad te echo de menos :( eres mi mejor amiga, ¿sae'? y pues te tengo que echar de menos aunque no quiera e.e
Sube pronto cerezitah, me encanta como escribes y bueno, te quiedow molto, kisses :*
PD: NUNCA, pero jamás de los jamases pienses que te voy a dejar de lado, nunca.