This is why I'm hot.
¿Only for this?
Narra Justin.
Despertar hoy ha sido terrible.
Después de mi encuentro con Ben Lowell—el
cual me sorprendió que fuera tan domable e inofensivo—, me divertí un poco con los chicos en el Midnight. Joe es un hombre totalmente
diferente con unas copas de más, eso lo puedo bien asegurar. Phil, en cambio, se
mantuvo bastante al margen de la fiesta, como a la retaguardia y no se
emborrachó en absoluto. Justo cuando volví de mi pequeña charla con Ben,
encontré a Wells sentado en medio del escenario—dónde al entrar había visto a
todas las bailarinas/putillas bailar—, atado con cuerdas de esparto a una
silla, con el torso a la vista y con una mujer, por lo que pude identificar,
búlgara bailándole unos movimientos muy sensuales alrededor de él. Todo el
mundo reía, comentaba y les piropeaban aunque en realidad solamente estaban
valorando la mercancía que ahora, por unos instantes, pertenecía a Wells.
-¿Se lo está pasando bien, eh?-le pregunto a
Phil, apareciendo de golpe a su lado.
-Sí, la verdad es que está disfrutando el
cabrón-ríe, haciendo una mueca de asombro al verme aparecer tan de repente.
-¿Por qué no te unes, Phil?-se vuelve a
sorprender dado que me he dirigido a él por su nombre de pila. No tengo por
costumbre hacerlo.
Phil esboza una media sonrisa mirando hacia el
suelo mientras asemeja recordar algo.
-No, no es mi ambiente-me contesta, dirigiendo la
mirada otra vez a Joe, quien ahora pertenece de un nuevo mundo llamado ‘cielo’.
La mujer—de largos cabellos lisos y rubios, ojos verdosos
acaramelados, cuerpo de modelo y piernas largas— se sienta sobre el regazo de
él, empieza restregar el trasero sobre el paquete de Wells y él sonríe.
-Definitivamente, está
disfrutando-señalo a la barra que tenemos justo detrás y le invito- ¿Una copa,
Phil?
Phil enarca una ceja y
frunce el ceño con desaprobación.
-¿Por qué no bebes?
-Prefiero estar atento a
cualquier cosa, señor.
Ahora que me despejo con el agua fría de la pica, me doy cuenta de que
estoy hambriento. Aligero en vestirme para así poder bajar a la cocina con
antelación. Debe ser pronto ya que la casa está demasiado silenciosa. Mis pasos
resuenan por todo el corredor, haciendo que la casa parezca incluso misteriosa.
De pronto me alarmo al oír el murmullo de alguien hablando. ¿Quién está
despierto a estas horas? Busco por la pared algún reloj, y cuando encuentro uno
pequeño sobre el mueble más cercano, veo que son las seis de la mañana. ¡Ni
María se despierta a estas horas! Viene de no muy lejos así que decido ir a
buscar esa voz. No soy consciente del por qué, pero hay algo que me huele a
gato encerrado.
«Ten cuidado, Yo. Todavía
tenemos trabajo por hacer…»
Deben ser alguno de los chicos, pero me quiero asegurar.
Recorro el largo pasillo hasta lo más fondo de la mansión; de una de las
últimas puertas sale una hilera de luz tenue. ¿Estás ahí?
-¿Qué cojones quieres hacer?
-El chico se está pasando, Martin.
-No te arriesgues tanto.
Reconozco la voz de… ¿Martin? ¿Welch? ¿De qué están hablando? ¿De mí?
¡Hijos de la gran puta! ¿Por qué hablan de mí?
Me acerco a la puerta, la entreabro con cuidado de no hacer ruido y los espío.
Necesito saber si están hablando de mí o no, y de qué están hablando. ¿Qué
quiere hacer Welch?
Estos dos nunca me han caído bien y tampoco Jones, cosa que me extraña que
no esté aquí.
-Tendré cuidado.
-¿Tendrás cuidado? A veces en la vida hay que saber esperar.
-Yo ya he esperado demasiado- concluye, alejándose del lugar y viniendo
hacia mí.
¡Mierda! Justin escóndete, idiota.
Lo más veloz que puedo, me meto en la oscuridad absoluta del pasillo. Me
escondo detrás de uno de los armarios y espero a que se aleje.
Welch sale de la habitación, mira a ambos lados como esperando encontrar
algo y se aleja.
‘’¡Cabrón! Como intentes
algo, te cortaré las manos.’’
Con paso ligero, recorre todo el pasillo, sube las escaleras y desaparece
por la otra ala de la casa. Espero que Martin salga también y cuando lo hace,
subo hacia mi habitación. Tengo que hablar con Carlos. Necesito saber si ha
visto algo raro en ellos, si hay algún comportamiento extraño y si no lo ha
visto, que mire mejor, que les espíe más porque estos dos traman algo contra mi
persona y yo no voy a dejar que nada se interponga entre lo que estamos
llevando a cabo y yo.
Me dejo llevar sobre el colchón por unas cuantas horas más, perdiendo la
cabeza entre sueños sin sentido.
¡No! No le hagas nada.
Déjale.
-Yo haré con ella lo que me
dé la gana, Yo.
-Déjala. Te lo suplico.
-¿Qué tan bajo has caído? Me
avergüenzo de pertenecer a ti.
***
-¿De qué querías hablarme?-pregunto, pasando los dedos entre mi pelo.
Después de que desayunara, Jones ha venido a buscarme alegando que Jeremy
pedía nuestra asistencia en la sala de reuniones. Sin rechistar, me he dirigido
a ella, sin tener nada de ganas de ver a Welch, Martin, Jeremy, ni incluso
Ryan. Seguimos enfadados y a no ser que venga él a disculparse no pienso ir yo.
Tengo mi orgullo y él fue quien se pasó, no yo.
Al entrar en la sala veo que sólo está Jeremy. Bueno, mejor; así sólo
tendré que aguantar la presencia de uno de ellos.
-¿Cómo va el proyecto?
-Lo estamos elaborando. Anna está trabajando en ello.
-Perfecto-masculla entre dientes.
No parece querer decir nada más y me siento estorbado. Abre una cajetilla
de tabaco y enciende uno con agilidad.
-¿Sólo me llamabas para esto?
Jeremy asiente, para luego sonreír con esa encuadernación infernal.
-Entonces…me voy a ir.
Hago ademán de marcharme, pero me vuelve a reclamar. Joder.
-Ten cuidado, hijo- dice, penetrándome los ojos con violencia.
-Ehm…¿Cuidado?-le pregunto, sin comprender a qué se refiere. Observo el
pitillo consumirse entre sus labios y siento que quiero fumar. Más bien, lo
necesito.
Con quien tengo que tener
cuidado es con él. Él es el que mueve todos los hilos.
-Cuidado con ella- me responde.
Ya lo sé. Debo tener cuidado con ella, pero es que Nicole no despierta ese
sentimiento de alarma, no hace que me ponga alerta cuando ella habla o cuando
ella hace algo, ella sólo me tranquiliza. A parte, aunque tenga cuidado, no
pienso alejarme de ella. Debo ganar esa apuesta y quiero saber cosas de su
vida, al igual que información restringida del FBI.
-¿Con ella? Ella es inofensiva- le aclaro, sabiendo que si ella me hiciera
algo yo podría matarla hasta con un solo dedo.
Y dudo que ella me haga algo. No se atreverá. Sabe que me pertenece, que
ella está aquí bajo unas condiciones y yo rijo esas condiciones.
-¿A caso la conoces?-arquea una ceja y esboza otra vez esa sonrisa que hace
que se te congele la sangre. Aunque no lo parezca, me está desafiando.
¿Por qué lo hace? ¡Él mismo la puso a mi disposición! Él decidió que ella
debía ser mía, sólo mía.
Me giro para darle la espalda. Quiero irme de aquí.
-Más que tu seguro que sí-digo, le miro de soslayo y me voy, abriendo la
puerta otra vez y despareciendo.
No puedo odiar a nadie como le odio a él. No hay nadie sobre la faz de la
tierra que me infunda tanto asco. Y encima debo llamarle ‘padre’.
***
-Qué sepas qué eres tonto-le replica ella mientras que se ríe ligeramente.
-¿Soy tonto?
Anna asiente sin apartar la vista de los profundos ojos marrones de Carlos.
Carlos está delante del coche que lleva días arreglando, un clásico, y ella
está en frente de él, acurrucada entre sus brazos mientras que la sostiene por
la cintura. Sólo les rodea un Sol veraniego, el canto de los pájaros y el
hondeo de las hoja de los árboles. Están completamente empapados de agua.
-Sí-asiente mientras que esboza una sonrisa amplia-. Soy un tonto enamorado
de la chica más patosa del planeta- le susurra al oído, con dulzura.
-¿Patosa? ¿Patosa, yo?-pregunta con ironía- Que va, que va…
Carlos suelta una risotada sonora. Anna desentierra la cabeza de su cuello
y le mira, divertida.
-No te rías. No estoy de broma-le recrimina-. No soy nada patosa.
-Claro, claro. Yo me lo creo-sigue riéndose él.
Anna se separa de Carlos, aparentemente indignada y cruza los brazos
haciendo un puchero.
-No mientas, jo.
Al igual que Carlos, yo también pienso que es adorable cuando hace eso.
Sólo que Carlos está enamorado de ella y para mí, es como mi hermana.
Carlos acude en su contacto, la asía del brazo y le besa el cuello
descubierto. Anna reprime un gemido.
-No miento, pero aun eso te quiero-le dice, abrazándola por completo. Los
labios de Anna se giran para buscar los de Carlos, que inmediatamente
reaccionan y se funden en un beso tierno, pausado.
Toso, para poder captar su atención. Ambos se giran y me miran incrédulos.
-¿Llevas mucho tiempo ahí, melón?-me pregunta Anna, aunque parece más que
me esté regañando como a los niños pequeños.
-Sí. Venía a buscar a Carlos. Tengo que hablar con él-explico.
Carlos capta de inmediato que es algo relacionado con el favor que le pedimos;
me fulmina con la mirada.
-¿Me tengo que ir?-formula Anna.
-Bueno…ehm, sí-le respondo. Anna enarca una ceja, confusa. Sé que no se va
a quedar satisfecha ya que es muy persistente.
-Uhm, esto me huele mal. ¿Qué escondéis?-abre mucho los ojos, insistiendo
para que le contemos lo que tenemos entre manos.
-Nada, Anna. Sólo son tonterías…-se excusa Carlos, queriendo que ella no
insista.
-Ya. Sólo tonterías-alza la cabeza y asiente, bañada de ironía. Abre las
manos de par en par, empieza a agitarlas mientras se va yendo dejándonos
completamente solos-. Me lo acabaréis contando, así que…-utiliza un tono
amenazador, pero en el fondo, los dos sabemos, que se está riendo.
Anna desaparece, alejándose jardín arriba y yo me quedo con un Carlos
expectante a lo que le voy a decir.
-Justin, ¿qué pasa?
-¿Cómo vas con lo que te pedimos?
-Bueno. Tengo a varios sospechosos.
-¿A varios? ¿Quiénes?
-A ver, he estudiado a cada uno de los miembros de esta casa. No es nadie
del servicio y de los miembros son los que ya te imaginas.
-¿Welch, Martin y Jones?
Carlos asiente, evidente.
-Aunque de esos tres el que menos es Jones.
-¿Jones?
-Sí. Los demás están muy expectantes todo el tiempo. En cambio, Jones, está
como siempre lo he visto.
-Pues quiero que los vigiles todavía más.
-De acuerdo-asegura, mientras observa mis reacciones-. ¿Ha pasado algo…,
Justin?
-Sí. Los he oído hablando de un ‘’chico’’-hago las comillas con los dedos-
del que están harto y Welch quiere hacer algo.
-Uhm, ya veo. Seguro que eres tú.
-Lo sé-le contesto. Debe vigilarlos todavía más. No se nos puede escapar
nada- Carlos, es de suma importancia que los vigiles el mayor tiempo posible.
-Ya lo hago. Pero hay momentos que no voy permitirme perder,
Justin-comenta. Le miro, sonriendo pícaro. Sé que se refiere a los momentos que
pasa con Anna.
Carlos se torna colorado y reprimo una carcajada. Le doy dos palmadas en el
hombro.
-No pasa nada, tío. Si es por Anna, no importa.
-Gracias-agradece, soltando aire por la boca.
-Pero el tiempo restante quiero que los vigiles muy de cerca. No podemos
fallar en esta operación. Lo que tenemos entre manos, es algo muy grande.
-¿Qué es Justin?-pregunta, curioso- Si puedo preguntar…
-Ya lo sabrás. No creo que Anna tarde en decirte de lo que va.
***
Al entrar en el comedor, me encuentro a Ryan sentado en uno de los
butacones. Tiene una cerveza entre las manos, la cual se bebe tranquilamente, y
me mira impasible cuando ocupo su espacio vital. Me tumbo en el sofá, realmente
cansado. No quiero hablar con él; ni del tema entre nosotros dos ni de nada.
Siempre hemos tenido nuestras riñas dado que los dos somos muy cabezotas, muy
prepotentes y siempre queremos llevar la razón; pero nunca había sido tan
agresivo. Siempre se ha quedado en segundo plano la violencia, pero ayer, me
decepcionó. No me pegó, ni siquiera me rozó, pero Ryan me agarró del cuello y
quizás, si se le hubieran cruzado un poco más los cables, me hubiera dado una
bofetada. No es por la agresión, sino por el acto. Chaz, Ryan y yo somos como
hermanos, incluyendo Anna por supuesto, y que en momentos Ryan olvide eso, da
grima. Nos hemos protegido en cualquier ocasión dejando de lado los negocios,
que entre nosotros jamás han existido, y teniendo en cuenta únicamente un valor
fundamental: somos un equipo.
La violencia sólo debe ser empleada contra los enemigos. Y ninguno de los
cuatro, lo somos.
¿Qué le pasó ayer a Ryan?
Rebusco por los bolsillos laterales de mi pantalón algún cigarrillo. No
encuentro. Paso a buscar en los de atrás aunque dudo que haya guardado ahí
alguno, pero por buscar, no pierdo nada. Tampoco hay nada. ¿Dónde he dejado la
caja de tabaco? Frunzo el ceño, contrariado. Quiero fumar.
-Yo tengo. ¿Quieres uno?-me ofrece Ryan, tendiéndome la mano con un Malboro
que me suplica que lo coja.
Le miro directamente a los ojos. No quiero rendirme tan rápido ya que tengo
mi orgullo. La boca se me hace agua, rogándome con ansiedad que una racha de
ese humo, tan adictivo, llene cada resquicio de mis pulmones.
Asiente y le doy las gracias por el ofrecimiento. Agarro el pitillo entre
los dedos medio e índice, guiándolo hasta la obertura de mis labios. Aspiro y,
de inmediato, esa ansiedad que sentía hace apenas unos segundos, desaparece.
-No sé lo que pensaba cuando te agarré-dice de golpe, mientras enciende un
cigarrillo él también.
-Sé que no sabías en lo que estabas pensando. Lo sé-le doy la razón.
Realmente sé que Ryan no sabía lo que estaba haciendo, que le invadía la rabia.
De igual modo me pasa a mí cuando él hace presencia en mi ser, lo mancha de
sentimientos oscuros y no hay nada, ni nadie que sea capaz de romper ese
vínculo.
-De verás que lo siento-se disculpa, pasándose la mano por el pelo,
nervioso.
-Debes entender que no puedo dejar esto así-le digo. No le voy a hacer
nada, pero Ryan tiene que aprender la lección. Ya ha perdido demasiadas buenas
cosas debido a su ligero problema de agresividad, de no saber controlarse y no
quiero que un día nos acabe perdiendo en nuestra totalidad.
Ryan se queda callado, pensativo. Sé que ahora está rememorando la etapa en
la cual Anna y él eran ‘’felices’’ y sé que aunque no lo admita, se tormenta
cada día por el gran error que cometió. Pese a que él piense que lo suyo se ha
acabado, que ya no hay vuelta atrás, hay hechos que dejan marca, cicatriz y su
amor ha sido, para ambos, uno de ellos. Si bien, ellos no lo ven porque están
ciegos.
-Ya la perdiste a ella, ¿sabes?-ataco por ese camino, para intentar
conseguir que él recapacite. Con un poco de suerte, dejará la bebida, mas es
una de las causantes de su incontrolable comportamiento.
-No me lo recuerdes. Me arrepiento cada minuto de lo que hice.
-Y entonces, ¿por qué no lo reparas?-le animo. Carlos me cae bien y sé que
hace feliz a Anna, pero dos almas gemelas nunca deben ser separadas.
-Es demasiado tarde.
-Nunca es demasiado tarde para intentarlo, Ryan. Si un quiere, por
supuesto…-dejo ir, sabiendo una de las verdades más absolutas que existen: si
se quiere, se puede.
-¿Estás insinuando que no quiero?-me pregunta, sorprendido por mi
bruquedad.
-No, Ryan. Sólo digo que si Anna merece la pena, que lo hace, luches por
ella y no te quedes aquí esperando como un milagro, porque si no un gran día te
darás cuenta que la habrás perdido para siempre-suspiro-. Y entonces, ya no
habrá vuelta atrás.
Ryan da otro sobro finito a su cerveza. Luego, una calada a un cigarrillo
que por poco se consume en la soledad.
-¿Te crees que no lo he querido hacer; correr hacia ella y decirle que le
quiero, aunque no lo admita nunca, que lo que pasará no volverá a pasar y que
quizás no le puedo prometer que todo vaya bien ni una vida normal, pero sí voy
a estar aquí siempre?
-Sí. Sé que lo has pensado. Pero a veces no sólo sirve pensarlo; tienes que
actuar.
-No voy a hacerlo-niega con la cabeza, sumiéndose en ese pozo del que cada
día más se hunde él mismo. Pensaba que lo estaba sacando, pero ya veo que se va
a retractar.
Ryan siempre ha sido así; cerrado, agresivo, violento…Pero des de que
perdió a Anna, una de las pocas cosas que le mantenían cuerdo, está perdiendo
la cabeza y se envuelve todavía más de adicciones banales, acciones
irreparables i instintos asesinos. Nuestra tipología de vida tampoco ayuda.
-¿Por qué no, Ryan? ¡Maldita sea!
Ryan me interrumpe antes de que pueda añadir algún despecho más- Ella
merece mucho más, Justin. Ella se merece a alguien que realmente sepa hacerle
feliz, que le sepa dar todo lo que necesita, que sepa quererle como ella
quiere, que sepa hacerle sonreír a todas horas, que pueda prometer que las
cosas van a funcionar, que pueda regalarle una vida normal…Qué pueda darle todo
lo que yo no soy capaz de dar.
***
Un calor aplastante y húmedo impregna todo el ambiente. En los butacones de
la terraza se está de lujo. La ligera brisa, casi imperceptible, refresca
nuestra piel dejándola tomar un respiro. Chaz ha ofrecido la mejor de las
soluciones: tumbarnos todo el día a no hacer absolutamente nada. ¡Plan
perfecto!
Y así estamos, los tres tumbados boca arriba en los sofás de madera que hay
en la sombra. Ryan y yo estamos ya relajados y con Chaz estoy medio, medio.
Entiendo que no fue su culpa, pero ella podría haber prendido daño porque él se
alejó. ¿Y si a ella le hubiera pasado algo, qué?
«¿Des de cuando te importan tanto los demás, Yo?» No lo sé.
Ipso facto, mi mente hace un
cambio de chip olvidando por completo por lo cual me he preocupado instantes
antes.
Ella no puede estar en mi cabeza, me ordeno pensar
a mí mismo.
Sin antecedentes, Anna
aparece de la nada vertiendo un vaso de agua refrigerada sobre mi torso, el
cual ya no existe camiseta encima.
-¡Me cago en la puta!-me
sobresalto antes de percatarme que el agua fría va de perlas.
Uf, me estaba asando de calor a comparación de como estoy ahora.
Anna empieza a reírse a
desparpajo. Nicole asoma la cabeza por detrás de la vidriera, conteniéndose para
no caerse de lo fuerte de que se está riendo. Chaz se une a las risas mientras
que Ryan sigue tumbado en el sofá y aprecia a Anna desde la distancia, en
silencio.
-¿Sabes que esto no va a
acabar así, no?-le amenazo más bien cuando me levanto del sofá para arrebatarme
contra ella.
Echo a correr detrás de Anna
mientras que formamos un circuito por el jardín. Ella es rápida, pero yo lo soy
más. Ella lo sabe.
Cuando logro alcanzarla—aunque debo reconocer que está siendo verdaderamente rápida. Debe de
haber practicado. Eso será—, me lanzo sobre ella, le agarro por una pierna y le
obligo a llegar hasta el filo de la piscina— que descansa en el centro del gran
jardín—.
-¡Justin, no te atrevas!
-Sabes que lo haré.
-¡Justin que voy vestida!-vocea, demandando que
la deje libre.
Pero una vez en mis manos, no dejo marchar nada.
Sin pensármelo dos veces, la arrollo al interior
de la piscina. Segundos después, Anna saca la cabeza fuera del agua y se echa a
reír.
-Te odio, que lo sepas.
-No lo haces. En verdad, me quieres-le chincho.
Chaz, Ryan y Nicole no pueden parar de reír
debido a la escena que acaban de presenciar. Anna siempre igual. ¡Esta chica no
tiene remedio!
Completamente empapada, sale en busca de los demás.
-Ei, ya ha quedado claro que hoy es día de
piscina, ¿no?
Chaz se levanta de inmediato, Ryan no tarda en
hacerlo también pero Nicole se reprime.
-Nicki, ya puedes acompañarme arriba y ponerte un
bikini, o te mato-le amenaza Anna.
Espera, ¿Nicki? ¡¿Nicki?! ¿Por qué le llama
Nicki?
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Holiiiiiiiiiis. Lo siento Noe. De veras que lo siento. Ahora me siento mala persona, jo. No es muy largo, ni lo colgué ayer como te dije que haría. JODEEEEEEEEEER, LO SIENTO:'( No pude, jo. Esta es solamente la parte I, seguiré escribiendo las siguientes partes y las colgaré conjuntamente en otra entrada. Lo siento.
¿De veras os gusta la novela? ¿No os aburre, no necesitáis 'más', os parece realmente interesante?
Loveya.
HOLIIIIIIIIIIIIII :3
ResponderEliminarY que si tonta, que es muy interesante pero es que pierdo el hilo de una semana para otra, jo.
Ammmmmm yo quería decirte algo......... Ah si, que en esa parte donde Ryan y Justin hablan y que Ryan dice: "Ella merece mucho más, Justin. Ella se merece a alguien que realmente sepa hacerle feliz, que le sepa dar todo lo que necesita, que sepa quererle como ella quiere, que sepa hacerle sonreír a todas horas, que pueda prometer que las cosas van a funcionar, que pueda regalarle una vida normal… Qué pueda darle todo lo que yo no soy capaz de dar.", hay faltas en los pronombres (que ya sé que te hiciste un lío con ese tema y por eso no te empanas), según mi criterio debería de ser así: "Ella merece mucho más, Justin. Ella se merece a alguien que realmente sepa hacerla feliz, que le sepa dar todo lo que necesita, que sepa quererla como ella quiere, que sepa hacerla sonreír a todas horas, que pueda prometer que las cosas van a funcionar, que pueda regalarle una vida normal… Qué pueda darle todo lo que yo no soy capaz de dar." se escribe con 'la' y no con 'le' porque son complementos directos y los directos si que tienen masculino y femenino, en cambio los indirectos no.
Te confieso que he tenido que mirarme el esquema ese que me dijiste de los personajes y la publicación de sus respectivas imágenes, como unas cien veces durante este capítulo. Tardaré bastante en saber quién es quién. En danger me ha costado temporada y media distinguir a Marco de Marcus y a Lydon de Luke así que imagínate :')
Ahora que has dicho eso de la tinta en el otro comentario, yo también tengo que cambiar la de mi impresora.
Aun espero que me contestes a mi nota de voz de ayer, just saying.
Ya te aviso con antelación de que este finde difícilmente podré hablarte porque estaré de trabajos y exámenes hasta el moño (que mañana tengo uno de inglés y aun no he estudiado. Estudiaré mañana).
Ah, sobre el tema del libro de danger y eso. La foto que te pasé era de el libro que hizo una lectora mediante una web. Ella y Adriana han estado hablando y Adriana ha dicho que intentará hacer el libro, editado a su manera, y que pasará el link para descargarlo. Lo ha hablado con sus padres y todo. También ha dicho que no lo puede publicar oficialmente, por los derechos de autor y que, como hay tanta gente interesada, puede que lo publique con diferentes nombres pero que aun no sabe si podrá hacerlo y no sé qué.
Respecto al capítulo: me ha encantado akssjnzsjakowiwwj eso de que me tiren a la piscina pasa más a menudo de lo que crees (durante el verano claro). Es lo que tiene ser pequeñita :3 y opino lo mismo que Noe y se que te lo he dicho millones de veces pero es que de verdad que escribes fenomenal. La novela no es aburrida para nada y cuando me dijiste que escribirías siempre, casi me da un chungo, lasishsishahsj con todos los proyectos futuros y tus antiguas novelas, sé que llegarás muy lejos. Lo sé de veras, créeme.
Por cierto, podrías hablar con Adriana y que te diga la web esa o, si buscas en su twitter, verás a esa lectora que he dicho que ha hecho el libro; también podrías hablar con ella. Me haría muchísima ilusión tener una de tus novelas en formato libro y real, en papel y todo asdfghjkl.
Eso es todo, creo, ahora me iré a dormir. Hasta mañana hermanita mía, tktktktktktktk :* <3
SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIGUELA, POR FAVOR, SÍGUELA YA, NOS DEJAS CON LAS INTRIGAS. QUE IMPORTA QUE LA LLEME NICKI???? ME PIERDO.
ResponderEliminarBUENO, SIGUE PRONTO, POR FAVOR ;PP XOXO
N.
Holis je. Aquí va el comentario prometido. A ver, ¿qué decir? Como siempre, perfecto. Es que me encanta como escribes, en serio. Sé que soy pesada al decirlo tantas veces, pero se me hace imposible no hacerlo. Perdón por no haber leído ni comentado antes D: en fin, aquí estoy, las 4 de la mañana y yo aquí leyendo y comentando.
ResponderEliminarTÍA EL GIF, OSEA OMG. Me corro ola. Y encima me hase grasia porque es como: COMERME LA POLLA. Pa' los haters. AJAJAJAAJAJAJAJAJA. En fin, lo importante es el capítulo, a mi parecer, hemos sabido poco de Nicole. O sea, está perfecto, pero ¿qué hacía Nicole? Porque Justin en todo el día no ha salido de casa, ¿por qué no se ha encontrado con ella o no ha ido a verla? Es que me imaginaba a Nicole en su habitación contando las musarañas o algo AJAJAJAAJJAJA to aburrida y enserrá. No sé, me ha parecido raro. O sea, cuando hablaba de negocios y tal, normal. Pero cuando estaba por la casa de rave, pues me hubiera gustado saber que estaba haciendo la pobre Nicole. JAJAAJAJAJ solo es que yo me preguntaba que estaba pasando, pero no digo que esté mal eh. La escena de Anna y Carlos aksjdahsdkjahskask muero de amor tío. En fin, también en esa escena pensaba en Nicole, porque en las demás perfectamente Nicole habría estado con Anna, pero ahora Anna estaba en sus momentos con Carlos, ¿entonces qué hacía Nicole? Soy muy repetitiva pero te juro que no paraba de preguntarme eso:'''''')
Y ODIO AL DEMONIO (POR ASÍ DECIRLO) QUE JUSTIN TIENE DENTRO. Eso ha sonado a poseído JAJAAJAJAJAJ SOOOOS ains, voy a leer la segunda parte, patatita sexy <3
¡Y LAS LECTORAS FANTASMAS ME COMÉIS LO DE ABAJO Y NO HAY PENES GRATIS PARA VOSOTRAS!
AAAAY SE ME HA BORRADO YA DOS VECES EL PUTO COMENTARIO. ME CAGO EN LA BIRGENSITA DE GUADALUPE Y EN TODOS SUS DEMONIOOOOOOS.
ResponderEliminarEs que se me ha olvidado decirte:
Que odio al trío que quiere hacerle algo a mi Justin.
Que odio a Jeremy mucho.
Que quiero que salgan más Jazzy y Jaxon para ver al Justin tierno y askjdaskdhsj*-*
Y que Ryan es un tonto. Me encantan Carlos y Anna, pero Anna debe estar con Ryan. Aunque él piense que la cagó mucho, aun no sabemos que pasó... Pero me lo imagino un poco. Debería tener huevos y no dejarla escapar. ¿POR QUÉ ERES TAN COBARDE Y PAGAFANTAAAAAS? SI LA QUIERES, JUEGATELA POR ELLA, CHAMAQUITO. Esto ya parece las novelas esas mexicanas JAJAJAAAJJAJAJA AINS. En fin, en realidad me da penita, porque se siente insuficiente y una mierda, y en el fondo le entiendo :/