Naciste grande y te has vuelto ENORME.
Narra Tatiana.
Me
levanto sobresaltada por la melodía de mi móvil. ¿Quién me llama a estas horas?
Estoy durmiendo, por favor. Pego un bote y salgo de la cama en busca del
maldito móvil que sigue sonando y sonando sin parar. ¡Cómo no sea importante me
los cargo!
Antes
de contestar la llamada, miro la hora. Son las 13:30. Ah, ahora entiendo porque
me están llamando... Ya es muy tarde. Si mi madre no me ha levantado significa
que se ha ido por ahí con mi padre y que estoy sola. ¡Yuju! Me salvo de
ayudarle a limpiar en casa. ¡Perfecto!
Lo
cojo sin ni siquiera mirar quien narices llama.
-¿Hola?-pregunto.
-¿Tati?-me
pregunta una voz femenina al otro lado del teléfono. Creo reconocer la voz. ¿Es
Cait? Parece asustada y al borde del llanto.
-¿Cait?
¿Eres tú, tía?- ¿Porque habla de esta forma? ¿Qué le ocurre?
-Tati,
tienes que...venir al hospital...Jackson Memorial corriendo- exige, sollozando.
-¿Qué?
¿Por qué Cait? ¿Qué ha pasado?-me altero, no comprendo nada.
-Tati,
Tati...-no para de llorar y se está atragantando con sus propias lágrimas. Debe
tranquilizarse o se ahogará.
-A
ver, hija mía, tranquilízate- pido, aunque sé que cuando Cait se pone histérica
es imposible sosegarle.
-No
puedo, Tati. No puedo- se queja, entre un mar de lágrimas y suspiros.
-Debes-
repito-. Escucha, respira hondo hasta diez. Ya sabes, inspirando, expirando, inspirando,
expirando...-ella me hace caso, y poco a poco, calada de aire a calada de aire
consigue mantener la calma, y puede explicarse lo mínimo para entender lo que
dice.
-Tati,...Josh
está...-le sigue costando hablar. Va a entrar en un ataque de pánico, o algo
así. ¡Dios, Cait! Te lo suplico, ¡tranquilízate!-...y el padre de Nicki
está...en el hospital Jackson Memorial, están ingresados...y Frank está en
coma- por fin finaliza tras una larga lucha contra su propia cascada de agua, y
su monumental ataque de histeria.
-¡¿Qué?!-balbuceo,
desesperada. ¡Les ha debido suceder algo gordo! ¿Qué coño ha pasado? Si Josh y
su padre están así, ¿Nicki? ¿Ella cómo está? Oh, Dios. Mierda. ¿Qué pasó en la
misión para que todo saliera tan mal? ¡Ostia puta!
Yo
sigo en shock, con el teléfono entre las manos y el corazón a cien.
-Tati,
no saben dónde está Nicki-me brinda la guinda del pastel. ¿Cómo que no saben
dónde está? ¿Cómo no pueden saberlo?
-¿Qué,
que? No puede ser. Deben saberlo, Cait. Josh iba con ella- me niego a creerlo.
No tiene lógica, conozco a Josh desde hace más de 10 años y nunca le hubiera
dejado sola ni un momento. ¿Cómo ha podido ocurrir?
-Chris
y yo vamos a ir ahora mismo al hospital a ver a Josh y a hablar sobre lo que ha
pasado- dice, con dificultad por los innumerables sollozos que recorren cada
fibra de su ser. Parece tener convulsiones instantáneas-. ¿Vienes? Te pasamos a
recoger ahora mismo.
-Sí,
sí, sí-asiento al borde, de igual modo, del llanto-. Yo también voy. ¿Cuánto
tardáis en venir?
-Cinco,
diez minutos-aclara.
-Vale,
adiós Cait.
-Adiós
Tati.
No me
lo puedo creer. Justo cuando dejo el teléfono en su superficie las lágrimas
recorren cada una de mis mejillas empapándolas con brutalidad. Mi respiración
se vuelve entrecortada y apenas puedo respirar. Nicki ha sido mi amiga desde
primaria y en estos momentos, ¿no saben dónde se encuentra? ¡No puede ser
verdad! Ella me ha hecho sonreír como nadie antes en mis peores momentos, ella
es de esas personas que con el típico: ''Tranquila, todo saldrá bien...'' crees
ciertamente que puedes bailar bajo la lluvia, que ningún obstáculo es lo
suficiente alto y grande para no poder sobrevolarlo, que todo es posible. Ella
siempre ha estado ahí para apoyarme y siento que le he fallado. ¡Maldita sea!
Debería haber convencido a su padre, haberle dicho que estaba loco llevando a
Nicki a una misión de ese calibre, haberla defendido hasta el final como tantas
veces ha hecho ella. Me siento fatal, como una mierda.
Espero
a Cait durante cinco minutos lo suficiente largos como para tumbarme en la cama
y revivir en mi memoria, llorando, los momentos más memorables que he pasado
junto a ella—mi mejor amiga, Nicki—.
Ha
sido tanto, tanto en tan poco tiempo. Vuelvo a vivir en mi mente justo el
momento en que la vi por primera vez. Yo había llegado nueva a nuestra escuela.
Era la típica niña escuchimizada y bajita, extremadamente vergonzosa, patosa en
gimnasia, encima lista o como suelen apodar a la gente así: ''empollona''. No
era capaz de abrirme a la gente, no sabía relacionarme porque, honestamente, me
aterrorizaba la idea de no encajar, de no ser aceptada. Yo era rara en todos
los sentidos y de todos los modos o maneras posibles. ¿Quién quiere ser amigo
de la ''rarita''? Nadie, y nadie queria tan siquiera conocer como era yo
realmente. Cuando intentaba integrarme me encontraba en que mi estilo de música
no era compartida, mis gustos no eran compartidos, mi forma de vestir o los
colores que me gustaban no eran, tampoco, compartidos.
¿Qué
podía entonces compartir, dar a conocer de mí, si todo lo que les contaba les
creaba repulsión hacia mi persona? Yo era esa niña de la segunda fila que
atendía en clase, hacía los deberes y sacaba buenas notas. Yo era esa niña que
idolatraba a grupos como Nirvana, Guns 'n' Roses, Avenged Sevenfold, Green Day
y tantos otros de estilos Rock, Hardcore y Heavy metal. ¿Qué podía aportar a
una conversación sobre cantantes formados en Disney Channel o Nickelodeon, o
tantos otros canales infantiles que querían ganar cuanto más dinero, mejor? Los
respetaba, veía su talento, y entendía la devoción de sus fans. Pero ellas a mí,
no. Yo era la niña que le gustaba un estilo alternativo de vestir, que le
gustaba mucho el negro, las camisetas anchas con logotipos de bandas de
Rock...No comprendían mis gustos, a mí y, en vez de guiarse por la personalidad
y por el interior se preocuparon por lo que la gente podía decir al verme con
ellos/as así que me dieron de lado, completamente. Yo estaba ya acostumbrada a
que me pasara tal cosa porque en mi anterior colegio las cosas no habían ido
mejor. Tenía una única amiga—Claire— que era como yo, rara de cojones. Al
llegar a los 12 años a un colegio nuevo en una nueva ciudad como era para mí
Miami, llegué a comprender la gran paradoja de una sociedad que predica lo
maravilloso que es ser diferente a los demás, ser único, cuando a la hora de la
verdad ser diferente, ser tú mismo, es un gran error pagado con la marginación
social o el denominado ''Bullying''.
Cierro
los ojos apretando más fuerte de lo que soy capaz. Aún duele todo aquello—esos
gritos, esos golpes, esas risas, esos comentarios a las espaldas lo suficiente
altos para ser escuchados, esos apodos, ese trato...—, duele todo lo que pasé
durante tantos años. El dolor tiene la maldita costumbre de perdurar impregnado
en lo más hondo de ti pese a todo; el tiempo, las circunstancias, las
amistades, la salvación...; y regresar para joderte la vida otra vez cuando
menos te lo esperas.
Recuerdo
estar en el pasillo, justo en frente de mi taquilla, un grupo de chicos me
tiraron los libros al suelo y les empezaron a dar patadas mientras que
gritaban: ''¡Bicho raro!'', ''Frikie'' y otros calificativos que no puedo
distinguir entre el barullo de gente. Todo el mundo se empezó a recoger en esa
parte del pasillo y aplaudían las gracias de mis agresores. Uno de ellos me
tiró al suelo de una zancadilla y se empezó a descojonar. Con él, se unieron
más risas provenientes de todos mis supuestos ''compañeros''—que más que eso
parecían animales carroñeros buscando un pedazo de carne del cual mofarse un
rato—. Mis ojos se humedecieron produciendo un cosquilleo en mis mejillas, mi
corazón se puso a cien y mi respiración empezó a agitarse como la espuma. Yo
sólo me limité a llorar, ¿qué más podía hacer? Ellos eran mayores, eran fuertes
y eran más, el conjunto de un grupo con la misma finalidad, les unía y yo
estaba sola, completa y desgraciadamente sola. Yo sólo era la ''rara'',
empollona, fea, escuchimizada de la clase, tendida en el suelo con las rodillas
doblas y llorando a moco tendido. Estaba harta. Me dolía cada insulto por
pequeño que fuera, cada golpe en la mejilla o en el cuerpo, cada risa que
emitían esos monos de feria y su público. ¿Lo peor? Yo llegué a creer todo
aquello, todos los insultos; llegué a creer que era un desprecio humano, una
tara en el conjunto, algo que había que destruir.
Cuando
siempre te tratan como una mierda acabas creyendo que mereces ser tratada como
tal.
Entonces
alguien gritó más fuerte entre la multitud. Alguien—como llegado desde el más
arriba, el cielo— alzó la voz, se opuso a todo ese circo andante, rompió los
esquemas creados por una sociedad tan inmunda, tan ciega, tan hipócrita. Se
hizo hueco entre la gente hasta llegar al epicentro del círculo, donde se
encontraba el espectáculo, las justas. Subí la mirada, desenterrándola de entre
mis rodillas, y la miré. Era una chica cualquiera pero con la suficiente fuerza
para salir a defenderme. En un nanosegundo se tendió sobre mí y me sonrió antes
de decir-¿Estás bien? Ya todo pasó. Estoy aquí, tranquila-. Una gran sonrisa se
dibujó en mi cara. Nunca antes había sonreído y me sentí bien. Por fin había
alguien que me ayudaba a salir de ese agujero negro de sensaciones
desagradables y por fin vi la luz. Ella les plantó cara a todos y los ahuyentó
de mí alrededor.
-¿Cómo
te llamas?- me preguntó segundos después de que todos se dispersaran a sus
quehaceres.
-Tatiana-
respondí tímida. No estaba acostumbrada a nada de eso.
-¿Te
puedo llamar Tati a partir de ahora?-me sonrió de oreja a oreja.
-¿A
partir de ahora?- pregunté extrañada, esta vez yo.
-Ah,
bueno si quieres. Me pareces muy maja así que si quieres ya no tienes por qué
estar más sola...-se explicó sin perder esa sonrisa.
-¿No
te parezco un bicho raro ni una frikie?
-No,
¿porque me lo deberías parecer?- me quedé atónita ante la respuesta y ella,
añadió- ¿Y qué si lo fueras? No me importa en absoluto, además, yo tampoco soy
normal- rio-. Estoy loca de remate- volvió a reír-. Ya ves, equipo perfecto.
Reí
por su comentario y a partir de ese momento, de esa risa esperanzadora, nos
fuimos conociendo más y más hasta ser las mejores amigas del mundo. Gracias a
ella también conocí a dos personas que también son necesarias para mi vida:
Cait y Chris.
Gracias
a ellos comprendí que sólo debes encontrar a las personas adecuadas, en el
momento adecuado, de la manera adecuada, para ser feliz; sin importar estar
fuera de los esquemas anteriormente establecidos.
Mi
vida se salvó gracias a ellas y ahora, Nicki puede estar muerta y en peligro.
Dios, no me lo perdonaré en la vida.
Llaman
al timbre de mi casa y bajo corriendo mientras me enjugo las lágrimas con el
puño de mi chaqueta fina. Abro la puerta y Caitlin se me abalanza para
abrazarme. No lo puedo remediar, rompo a llorar.
-Caitlin...como
le haya pasado algo...te juro...-empiezo a sollozar entre lágrimas
devastadoras.
-Lo
sé, yo también me moriré-dice-. Hay que ayudar a Josh a buscarla. O yo que sé,
algo.
-Por
ahora ir al hospital a enterarnos bien. Es lo mejor- empieza a decir Chris que
se encuentra unos pasos atrás. Está serio aunque no llora. Entonces, me
pregunto si realmente no siento pena al haber perdido a Nicole. ¿A él ni
siquiera le importa? ¿Por qué no llora? ¿Qué coño significa ese rostro serio?
Me apeno al no ver ni una sola lágrima recorriendo sus mejillas. ¿Es que no lo
siente? Eso no puede ser posible; no, no, no, no, no.
Sin
omitir palabra, subimos a la parte trasera del coche. Chris al final, en medio
Caitlin y después, yo. Caitlin está destrozadísima; se apoya en mi hombro,
cierra los ojos y llora en silencio. Yo me limito a abrazarle y acariciarle el
pelo. Mi amiga necesita todo el cariño del mundo y mucho más ella que es tan
sensible. Mientras lo hace, observo recelosa a Chris, mientras él se pierde
entre las brumas del exterior del vehículo y entonces lo veo, me percato de
algo minúsculo y reluciente, brillante...una lágrima llena de sentimiento baña
cada ápice de su rostro inundándolo de dolor y desesperación.
Christian
se está haciendo el duro, el fuerte, el que no llora, pero esa lágrima
significa muchísimo más. Está dolido, desesperado, entristecido, desolado y
puede, sólo en una remota posibilidad, cabe la duda de que él sintiera lo mismo
que ella sentía por él.
-Chris-le
llamo. De inmediato al sentir mi voz llamándole, se seca la cara y voltea con
una expresión que no delata en absoluto lo que había presenciado instantes
antes.
-No
pasa nada, Chris, no hace falta que seas el fuerte- le aconsejo entre susurros.
No quiero que Cait oiga- la vamos a encontrar, te lo aseguro.
-Tengo
miedo de que le pase algo, o de que ya no haya vuelta atrás- vencido, reconoce
y se deja al deleite de sus traicioneras lágrimas, que ya rozan su piel.
-La
salvaremos- murmuro- debemos hacerlo.
Chris
esboza esperanzado, una sonrisa y asegura- Por ella.
-Por
ella-repito.
El
viaje hasta el hospital se me antoja una eternidad. Contemplo la posibilidad de
que la razón sea porque estoy cansadísima, porque no quiero oír la verdad sobre
mi amiga o puede que sean un millón de cosas, todas juntas. Solo siento que el
coche realmente no se mueve y que nunca llegaremos a nuestro destino. Oh,
Nicki, por favor...tienes que estar bien. Debes estarlo. Maldita sea. No quiero
perderte...
Cuando
por fin llegamos, el padre de Cait aparca en el parking del hospital y ayudo a
Cait lograr bajar del coche. No es capaz de mantenerse recta y en movimiento a
la vez, parece una anciana y creo adivinar que se siente tremendamente mal.
Dios, ¡Nicki puede estar muerta! No paraban de aparecer flashes en mi cabeza de
cuando éramos más niñas y reíamos durante horas, mas seguíamos haciéndolo pero
ahora...ahora parece que todo aquello ha quedado en el olvido, que todo se ha
desvanecido en un ''plis, plas'' y que ya no va a volver. ¿Cómo nos sucede todo
esto a nosotros? ¿Que hemos hecho mal para que el destino nos haga pasarlo mal
en estos momentos? ¿Porque ella y no otra? ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque?, no
paraba de preguntarme a mí misma. Ahora que ya he conseguido sentirme parte de
algo más grande que yo misma, de una amistad, se rompe todo otra vez. Vuelve el
dolor, tan traicionero como siempre ha sido.
El
dolor me oprime con violencia el pecho y siento un alivio sobrenatural al
sentar en una silla a Cait en la sala de espera del hospital mientras Chris
pregunta a la recepcionista la habitación del padre de Nicki y de Josh.
-Disculpe,
venimos a ver a Josh y Frank Hutcherson, ¿me podría decir el número de las
habitaciones dónde se encuentran?-pregunta Chris alto, lo suficiente para poder
oírle bien.
-Vale,
espera...-introduce los datos en el ordenador y espera unos segundos, antes de
dudar- Ehm, lo siento, tienen las visitas cerradas durante unos días...
-¿Por
qué?- pregunta sulfurado Christian.
-Información
restringida-aclara-. Lo siento mucho- se disculpa la chica añadiendo una
sonrisa practicada expresamente para enseñar en público.
-Somos
amigos de Josh y de su hermana, sólo queremos hacer una visita de unos minutos,
por favor-suplico acercándome al mostrador.
La
recepcionista—ojos claros y grandes, tez oscura, pecas diminutas en unas
mejillas rosadas, nariz aguileña, sonrisa cárcel de unos dientes blancos y
perfectos, labios carnosos—arruga la nariz, frunce el ceño y permanece
pensativa.
-Me
puedo meter en líos por esto- dice.
-Por
favor. Puede que estén mal y necesitamos saber qué le pasó a nuestra amiga-
pido suplicante con los ojos llorosos y empalagados.
Supongo
que mis lágrimas sufridas, mi súplica incesable, mis ojos hinchados, mi voz
rota, o puede, que su corazón al fin y al cabo, provocan que ella se decida
afirmativamente.
-De
acuerdo. Pero una visita rápida, por favor- pide, esta vez ella, para conservar
su puesto- Josh Williams, planta 11, habitación 450. Frank Williams, UCI planta
15, habitación 570.
-Gracias,
gracias, gracias- dice Chris con una sonrisa de oreja a oreja.
-Mil
gracias- digo yo, aguantándome de echarme otra vez, o más, a llorar.
Ayudo
a Cait, otra vez, a llegar al ascensor y todos juntos, nos adentramos en él.
Sonrientes en parte por poder ver cómo está Josh y así poder saber un poco más
de lo ocurrido con Nicki, y realmente tristes, porque este hecho tan
desagradables está siendo protagonizado por nosotros.
-Espero
que esté bien- susurra Cait.
-Todos
lo hacemos- responde Chris.
Llegamos
a la planta 11 y buscamos desesperados la habitación 456. Cuando damos con
ella, vacilamos un momento en si abrir o no abrir. Pero, ¿qué demonios? Hemos
llegado hasta aquí para abrirla y hablar con Josh. Eso mismo vamos a hacer.
Cait
se descuelga de mi brazo, pica la puerta decidida pero no obtiene respuesta.
¿Quizá duerme? Puede ser, pero se deberá despertar.
-¿Josh?-pregunta
ella.
Nadie
responde.
-¡A la
mierda!-discrepa Chris antes de abrir y empujar la puerta con fuerza.
Me río
por dentro. Menudo temperamento tienes a veces éste.
-¿Josh?-vuelve
a preguntar, esta vez compartiendo pregunta conmigo, a la vez que entramos.
Oímos
un pequeño ronquido. Pobre, está dormido. Seguramente, se encontrará mal,
porque no es muy común en él estar durmiendo a estas horas.
Josh
está tumbado en la cama, espatarrado. La sábana se ha ido cayendo, pues sólo le
tapa una pierna y arrugada, amenaza con rozar el suelo. Su brazo derecho
descansa sobre su pecho, y el izquierdo está enterrado bajo la almohada. Su
expresión es estable, descansado si más no y ligeramente en el paraíso.
-Debe
haberse dormido hace rato- comento.
-¡Pues
se va a tener que despertar!-exclama Chris- ¡Josh, Josh!-grita.
-Chris,
no seas bestia, hombre-le echa bronca Cait. La verdad es que, ¿qué maneras son
estas de despertar a alguien que está plenamente dormido?
-Tú,
capullo, vuélveme a despertar así alguna vez y te juro que lo lamentarás-
amenaza una voz adormilada y ronca.
-Antes
tienes que recuperarte, hermano- le contesta divertido Chris.
-En
eso no hay problema-le sigue el rollo.
-Josh,
lo siento. Te hemos despertado-se disculpa Cait. A mí también me sienta mal,
pobre.
-Tranquila,
no pasa nada. Ya me extrañaba que no hubierais aparecido y que éste no me
hubiera tocado los cojones, ya- ríe.
Intenta
hacer bromas, parecer natural, pero se le ve tocado, hundido, ahogado.
***
Un
silencio fúnebre un tanto incómodo rellena cada uno de los huecos de la sombría
habitación y nadie puede hablar en varios segundos.
-¿Que
le ha pasado a Nicki?- pregunto, rompiendo dicho silencio, lo que ninguno de
nosotros se atreve aun a preguntar.
-La
verdad, no lo sé- agacha la cabeza; parece que se va enterrando él mismo en un
hoyo lentamente. Josh, tan sonriente como es siempre, y ahora, está como sumido
en un largo letargo de tristeza. Me duele verle así. Yo también siento su
dolor, todos lo sentimos pero supongo que el dolor de un hermano mayor hacia su
hermana no es comparable a nuestro dolor hacia una amiga.
-¿Que
ha pasado?-vuelvo a formular. Aguanto sin mucho éxito las innumerables lágrimas
que abarrotan mis ya húmedos ojos.
-La
operación no salió bien, nada bien-comienza a explicar-, no pensábamos que
habría bombas en los vehículos y que las harían explotar. No lo sabíamos-baja
su cabeza, resignado y dolorido-Las cosas se complicaron, mucho más de lo
previsto y aunque intenté sacarla de ahí, llegar hasta ella, ese hijo de puta
se me adelantó y se la llevó. Algo me golpeó en la cabeza con fuerza, y eso es
lo único que recuerdo. Al recuperar la conciencia, desperté ya aquí, en el
hospital-finaliza y alza su mirada. Está llorando, pero se intenta contener.
Como siempre hace. Oh, Josh...
-¿Has
dicho que se la llevaron?-cuestiono sorprendida.
-Sí-afirma-
¡Me cago en la puta!-le reprocha a la vida, echándose a llorar. Hay cosas, que
por mucha fuerza que tengas en el interior, son imposibles de contener: las
lágrimas, en un momento dado, es una de ellas. Llora de rabia, de sufrimiento,
de impotencia, de todo y de nada a la vez.
-Pero,
¿porque querrían llevársela, eh?-pregunta Cait.
-No
tiene sentido-comenta Chris, quien ha permanecido callado hasta ahora.
-Sí,
la tiene- agraba.
-Pues
ya me dirás cual, hermano.
-Es
sencillo de adivinar. Mi padre y Jeremy McCann llevan odiándose muchísimo
tiempo.
-¿Pero
quién se la llevó? ¿Jeremy?-le interrumpe Chris.
-No,
su hijo-aclara-. Justin McCann.
-¿Y
eso qué tiene que ver con Nicki?-pregunto yo. Queriendo aclarar mis revueltas
ideas, hasta entonces.
-Somos
sus hijos, Nicki es su hija. Me refiero a que, si ellos la tienen secuestrada,
tienen, inmediatamente, a mi padre en una posición delicada. ¿No lo entendéis?
Mi padre y yo, estamos entre la espada y la pared en estos momentos.
-¡Mierda!-blasfema
Chris.
-Lo
que significa que no vamos a atacarles-resulta.
-Pero,
pero...-dudo- ¡Pero esto no puede quedar así! Joder, tendréis que hacer algo,
¿no? Tendréis que atacarles o algo. No sé, moveros- soy consciente de que estoy
perdiendo la compostura.
-¿Movernos?
¿Atacarles? Sabemos perfectamente donde viven, podríamos atacarles, pero, ¿de qué
coño serviría, Tati? ¡La pueden matar! Le pueden hacer daño y entonces, ¿qué?-protesta.
Quizá molesto por mi comentario, o por el simple hecho, de no poder hacer
absolutamente nada.
-¿Y qué
vais a hacer, entonces? ¿Eh?-vuelvo a exigir.
-No lo
sé, ¿vale? ¿Crees que no quiero sacar a mi hermana de este lío, de las manos de
ese cerdo? ¿Crees que no? Porque estás muy equivocada, Tati- se queja, otra
vez.
-Yo no
he dicho eso, pero es que me jode, ¿sabes? ¡Ahora pueden estar haciéndole daño!-grito
llorando.
Josh,
inmediatamente, se levanta de la cama y me rodea cálidamente con sus fuertes
brazos.
-Sht.
Tranquila, ¿vale?-me tranquiliza mientras mojo su camiseta de sufridas
lágrimas- La voy a encontrar y la voy a traer de vuelta a casa, ¿entendido?
-Josh,
por favor, debes jurarlo- le pido mirándole fijamente.
-Lo
juro, lo prometo y lo que haga falta. La traeré de vuelta-asegura con la mayor
mirada de desafío que jamás he visto en su persona.
***********************************************************************
HOLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Lo siento, lo siento y más lo sientos. Es que con los exámenes, los deberes y toda esa mierda no he tenido tiempo de sentarme a escribir. Bueno, este capítulo es un poco raro, ya que está narrado a partir de Tatiana. Tati es mi mejor amiga en la vida real, de verdad. O sea sé, que este capítulo se lo dedico un poco a ella. He puesto algunas de las tantas cosas que le hacen especial y la caracterizan. A parte he querido implantar un poco mi ''mensaje'' o opinión sobre un tema del que estoy un poco hasta los mismísimo huevos: el Bullying. A mi no me hacen. Pero si que recuerdo que de pequeña me llamaron algunas veces ''gorda''. He tenido algunos problemas personales con ese temilla, y quizás por eso soy como soy y por esa razón opino lo que opino. ¿PORQUÉ HUEVOS DEBEMOS SENTIR LA OBLIGACIÓN, LA NECESIDAD DE METERNOS CON ALGUIEN POR EL SIMPLE HECHO DE GUSTARLE OTRA COSA, OTRO ESTILO O POR SER DIFERENTE? ¿Qué pasa si le gusta el Punk, el Rock o las Sevillanas? ¿Qué pasa si le gusta la ropa negra, ancha o el estilo tan perseguido ahora de ser intento de ''Hipster''? ¿Qué pasa si no pesa 45 Kg y no tiene una talla 34 de pantalón? ¿QUE COJONES OS IMPORTA LO QUE HAGA CON SU VIDA, TÍO? Agh, de verdad. ¿Y si quiere pintarse el pelo verde, rosa o multicolor? ¿Y si quiere ir en long al insti o a dónde sea? ¿Y si quiere tirarse por un puente? ¡PUES QUE LO HAGA, JODER! ES SU VIDA, SUS GUSTOS, SU ESTILO O ROPA= SU DECISIÓN.
Todo esto viene a que en mi puñetera clase hay cuatro tontas, al fin y al cabo, que se meten con otra gente por hacer o no hacer unas determinadas cosas y me están tocando la moral. Y también porque hoy estábamos viendo un vídeo precioso de un niño que le habían amputado las dos piernas y conoció al Messi, pues bueno, salía una chica que le ayudaba a caminar, a ser autosuficiente y la chica tenía una masa más elevada de lo habitual. La cosa es que había una escena en que la chica le ayudaba a subir una cuesta en bicicleta, ya que estaban haciendo Educación Vial, al niño y salía corriendo. Pues un GILIPOLLAS, RETRASADO, QUE SE CREE GUAY Y MEJOR QUE LOS DEMÁS ha gritado: ''¡ANDA LA GORDA, QUE PIERDE TODAS LA CALORÍAS QUE TIENE!'', mi clase como son así de guays se han empezado a descojonar y yo he tenido ganas de tirarle una Supra, no, que pobre deberá tocar esa cara de retraso que tiene, pero si un sillazo en to' la cara y rebentarle. ¿Porqué? Porque estoy hasta las narices de que la gente se meta con el peso de una persona. ¿Alguna vez les han preguntado si les gusta estar así, con sobrepeso o obesos, si quizás no tienen alguna enfermedad que les haga ser así o no poder adelgazar, que quizás no saben como hacerlo? ¿Alguna vez lo han hecho? Porque no, NUNCA. Yo mismo tengo un problema de tiroides y un metabolismo que me hace engordar más que otras personas, y por lo tanto ser muy delgada para mi es imposible. Y otra cosa, fijaron también que cuando contamos algo gracioso o un hecho de alguien y esa persona tiene sobrepeso o obesidad, decimos: ''Me descojoné cuando la GORDA esa no sé qué, no sé cuántos..'', en cambio si esa persona hubiera estado muy pero que muy delgada no cambiamos la palabra ''gorda'' por ''el palo ese'' o cualquier otro apodo. En definitiva, que me sulfuro con estos temas.
Gelouuuuu ._./
ResponderEliminarA ver primeramente quería hablarte de tu comentario debajo del capítulo, supongo que mi opinión es obvia pero la escribiré igual: yo, como muchas otras personas, estoy en contra del bullying. En mi classe tenemos a dos personas con dificiencias mentales, es decir, pueden aprender y hablar y hacer amigos pero, concretamente, uno de ellos habla muy lento y se traba con las palabras y el otro es medio tartamudo; ambos son amigos. Los de mi classe no saben hacer otra cosa que molestarles, sobre todo al primero, el qual es muy alto y de masa corporal por encima de la media, no le gusta que le toquen las cosas porque luego se las devuelven mal o no se las devuelven. Como ya he dicho, ambos son muy amigos y mis compañeros (me repugna nombrarles así pero al fin y al cabo es lo que son) no se les ocurre otra cosa que separarles, ya sea cuando bajamos al recreo o en gimnasia. Cuando muchos de ellos les hacen bromas yo intento pararles pero son entre 20-22 personas contra una y opto por irme del lugar o por 'chivarme' a las víctimas sobre la broma.
A parte de eso, llevo des de que tengo memoria sufriendo insultos, ya sea por mis buenas notas o por mi aspecto (últimamente esos insultos se concentran en mis pechos excesivamente grandes aunque tampoco lo son tanto) y cuando la clase se enteró de que era belieber, hace cosa de casi dos años, los insultos se incrementaron.
Este último año, ya que es el último que pasamos juntos, las cosas se han tranquilizado, en parte grácias a mi tutor. El caso es que esas personas que pierden su vida insultando a los demás, no solo me lo hacen a mi y a esos dos chicos sino también a mis amigas y a sus amigos y a todo el mundo en general. Ya te conté sobre mi tutor, te dije que me hace sociales y francés y que es muy sociable y amable, puedes hacer bromas con él e incluso vacilarle, de broma claro. El caso es que él nos ha dado clase toda la eso y nos conoce des de párvulos y sabe de sobras todo el barullo que se queze en clase y por eso a puesto a esas personas a ralla, la gran mayoría le hace caso y no molestan a nadie pero siempre tienen ese día.
Bueno, ese tema ya está dicho, ahora te hablaré del capítulo. Ya sabes que me ha encantado y quería sugerírte que emparejaras a tati y a josh y por otra parte a chris y a cait, aunque creo recordar que chris tiene una novia, no estoy segura pero de todos modos es una sugerencia.
Y por último, tu ya sabes que voy de prisionera por carnaval, pero te lo repito e.e y quiero que me envíes una foto de tu disfraz eeeh.
Eso es todo cielo, me voy a dormir que ya no aguanto, ayer dormí poco porqué hoy tenía examen de un libro que no había empezado; lo que no me he leído me lo han explicado e.e
Nanit Marina, hasta mañana :*, ilyilyilyily <3
Holi Sur e.e na, coñitas mías:') En mi clase los tíos se meten entre ellos con apodos gilipollas e infantiles que demuestran lo que realmente son. Sobre lo tuyo, te entiendo, yo también me siento mal conmigo misma a veces o han dicho algún comentario referido sobre tetas y peso. La verdad, no puedo decir que me.la suda porque en estas cosas nadie puede decir eso, en realidad, soy muy consciente que lo que se tiene se puede arreglar y yo lo estoy haciendo, poco a poco, pero lo voy solucionando. Sé lo que es llegar a un punto límite cosa a la cual he.llegado y gracias a dios me he dado.cuenta de ello a tiempo. Ya te contaré. Sobre lp del.contacto, vernos.en persona y trabajar cerca ASDJJSJSUEKAKDHHSHDHSKSHEJSHAJJSKRHSUSJDJAKSODKDJS SHO QUIEROOOOO JODER. SERÍA TAN FUCKING PERFECTA JOLINES y que se puede logras e.e.e.e.e.e..e.e.e.e.e.e..ee..e.ee.e ¿Josh y Tati? No sería mala.idea pero ya había pensado sobre ello. Después, ¿Cait y Chris? OH MY GOSH. CLARO QUE NO:') son hermanos tia. Que mal, que mal:/ Y te enviaré una foto e.e tu también, eh
EliminarKajshjajshaj no sabía que eran los beadles, no sé, creí que eran otros(?) y de lo otro hablamos por WA, ily <3
EliminarPd: SÍGUELAAAAAAAAAAAA :*