jueves, 7 de febrero de 2013

Capítulo 09: ''Rota''





Naciste grande y te has vuelto ENORME.





Narra Tatiana.
Me levanto sobresaltada por la melodía de mi móvil. ¿Quién me llama a estas horas? Estoy durmiendo, por favor. Pego un bote y salgo de la cama en busca del maldito móvil que sigue sonando y sonando sin parar. ¡Cómo no sea importante me los cargo!

Antes de contestar la llamada, miro la hora. Son las 13:30. Ah, ahora entiendo porque me están llamando... Ya es muy tarde. Si mi madre no me ha levantado significa que se ha ido por ahí con mi padre y que estoy sola. ¡Yuju! Me salvo de ayudarle a limpiar en casa. ¡Perfecto!

Lo cojo sin ni siquiera mirar quien narices llama.

-¿Hola?-pregunto.
-¿Tati?-me pregunta una voz femenina al otro lado del teléfono. Creo reconocer la voz. ¿Es Cait? Parece asustada y al borde del llanto.
-¿Cait? ¿Eres tú, tía?- ¿Porque habla de esta forma? ¿Qué le ocurre?
-Tati, tienes que...venir al hospital...Jackson Memorial corriendo- exige, sollozando.
-¿Qué? ¿Por qué Cait? ¿Qué ha pasado?-me altero, no comprendo nada.
-Tati, Tati...-no para de llorar y se está atragantando con sus propias lágrimas. Debe tranquilizarse o se ahogará.
-A ver, hija mía, tranquilízate- pido, aunque sé que cuando Cait se pone histérica es imposible sosegarle.
-No puedo, Tati. No puedo- se queja, entre un mar de lágrimas y suspiros.
-Debes- repito-. Escucha, respira hondo hasta diez. Ya sabes, inspirando, expirando, inspirando, expirando...-ella me hace caso, y poco a poco, calada de aire a calada de aire consigue mantener la calma, y puede explicarse lo mínimo para entender lo que dice.
-Tati,...Josh está...-le sigue costando hablar. Va a entrar en un ataque de pánico, o algo así. ¡Dios, Cait! Te lo suplico, ¡tranquilízate!-...y el padre de Nicki está...en el hospital Jackson Memorial, están ingresados...y Frank está en coma- por fin finaliza tras una larga lucha contra su propia cascada de agua, y su monumental ataque de histeria.
-¡¿Qué?!-balbuceo, desesperada. ¡Les ha debido suceder algo gordo! ¿Qué coño ha pasado? Si Josh y su padre están así, ¿Nicki? ¿Ella cómo está? Oh, Dios. Mierda. ¿Qué pasó en la misión para que todo saliera tan mal? ¡Ostia puta!
Yo sigo en shock, con el teléfono entre las manos y el corazón a cien.
-Tati, no saben dónde está Nicki-me brinda la guinda del pastel. ¿Cómo que no saben dónde está? ¿Cómo no pueden saberlo?
-¿Qué, que? No puede ser. Deben saberlo, Cait. Josh iba con ella- me niego a creerlo. No tiene lógica, conozco a Josh desde hace más de 10 años y nunca le hubiera dejado sola ni un momento. ¿Cómo ha podido ocurrir?
-Chris y yo vamos a ir ahora mismo al hospital a ver a Josh y a hablar sobre lo que ha pasado- dice, con dificultad por los innumerables sollozos que recorren cada fibra de su ser. Parece tener convulsiones instantáneas-. ¿Vienes? Te pasamos a recoger ahora mismo.
-Sí, sí, sí-asiento al borde, de igual modo, del llanto-. Yo también voy. ¿Cuánto tardáis en venir?
-Cinco, diez minutos-aclara.
-Vale, adiós Cait.
-Adiós Tati.


No me lo puedo creer. Justo cuando dejo el teléfono en su superficie las lágrimas recorren cada una de mis mejillas empapándolas con brutalidad. Mi respiración se vuelve entrecortada y apenas puedo respirar. Nicki ha sido mi amiga desde primaria y en estos momentos, ¿no saben dónde se encuentra? ¡No puede ser verdad! Ella me ha hecho sonreír como nadie antes en mis peores momentos, ella es de esas personas que con el típico: ''Tranquila, todo saldrá bien...'' crees ciertamente que puedes bailar bajo la lluvia, que ningún obstáculo es lo suficiente alto y grande para no poder sobrevolarlo, que todo es posible. Ella siempre ha estado ahí para apoyarme y siento que le he fallado. ¡Maldita sea! Debería haber convencido a su padre, haberle dicho que estaba loco llevando a Nicki a una misión de ese calibre, haberla defendido hasta el final como tantas veces ha hecho ella. Me siento fatal, como una mierda.

Espero a Cait durante cinco minutos lo suficiente largos como para tumbarme en la cama y revivir en mi memoria, llorando, los momentos más memorables que he pasado junto a ella—mi mejor amiga, Nicki—.

Ha sido tanto, tanto en tan poco tiempo. Vuelvo a vivir en mi mente justo el momento en que la vi por primera vez. Yo había llegado nueva a nuestra escuela. Era la típica niña escuchimizada y bajita, extremadamente vergonzosa, patosa en gimnasia, encima lista o como suelen apodar a la gente así: ''empollona''. No era capaz de abrirme a la gente, no sabía relacionarme porque, honestamente, me aterrorizaba la idea de no encajar, de no ser aceptada. Yo era rara en todos los sentidos y de todos los modos o maneras posibles. ¿Quién quiere ser amigo de la ''rarita''? Nadie, y nadie queria tan siquiera conocer como era yo realmente. Cuando intentaba integrarme me encontraba en que mi estilo de música no era compartida, mis gustos no eran compartidos, mi forma de vestir o los colores que me gustaban no eran, tampoco, compartidos.
¿Qué podía entonces compartir, dar a conocer de mí, si todo lo que les contaba les creaba repulsión hacia mi persona? Yo era esa niña de la segunda fila que atendía en clase, hacía los deberes y sacaba buenas notas. Yo era esa niña que idolatraba a grupos como Nirvana, Guns 'n' Roses, Avenged Sevenfold, Green Day y tantos otros de estilos Rock, Hardcore y Heavy metal. ¿Qué podía aportar a una conversación sobre cantantes formados en Disney Channel o Nickelodeon, o tantos otros canales infantiles que querían ganar cuanto más dinero, mejor? Los respetaba, veía su talento, y entendía la devoción de sus fans. Pero ellas a mí, no. Yo era la niña que le gustaba un estilo alternativo de vestir, que le gustaba mucho el negro, las camisetas anchas con logotipos de bandas de Rock...No comprendían mis gustos, a mí y, en vez de guiarse por la personalidad y por el interior se preocuparon por lo que la gente podía decir al verme con ellos/as así que me dieron de lado, completamente. Yo estaba ya acostumbrada a que me pasara tal cosa porque en mi anterior colegio las cosas no habían ido mejor. Tenía una única amiga—Claire— que era como yo, rara de cojones. Al llegar a los 12 años a un colegio nuevo en una nueva ciudad como era para mí Miami, llegué a comprender la gran paradoja de una sociedad que predica lo maravilloso que es ser diferente a los demás, ser único, cuando a la hora de la verdad ser diferente, ser tú mismo, es un gran error pagado con la marginación social o el denominado ''Bullying''.

Cierro los ojos apretando más fuerte de lo que soy capaz. Aún duele todo aquello—esos gritos, esos golpes, esas risas, esos comentarios a las espaldas lo suficiente altos para ser escuchados, esos apodos, ese trato...—, duele todo lo que pasé durante tantos años. El dolor tiene la maldita costumbre de perdurar impregnado en lo más hondo de ti pese a todo; el tiempo, las circunstancias, las amistades, la salvación...; y regresar para joderte la vida otra vez cuando menos te lo esperas.

Recuerdo estar en el pasillo, justo en frente de mi taquilla, un grupo de chicos me tiraron los libros al suelo y les empezaron a dar patadas mientras que gritaban: ''¡Bicho raro!'', ''Frikie'' y otros calificativos que no puedo distinguir entre el barullo de gente. Todo el mundo se empezó a recoger en esa parte del pasillo y aplaudían las gracias de mis agresores. Uno de ellos me tiró al suelo de una zancadilla y se empezó a descojonar. Con él, se unieron más risas provenientes de todos mis supuestos ''compañeros''—que más que eso parecían animales carroñeros buscando un pedazo de carne del cual mofarse un rato—. Mis ojos se humedecieron produciendo un cosquilleo en mis mejillas, mi corazón se puso a cien y mi respiración empezó a agitarse como la espuma. Yo sólo me limité a llorar, ¿qué más podía hacer? Ellos eran mayores, eran fuertes y eran más, el conjunto de un grupo con la misma finalidad, les unía y yo estaba sola, completa y desgraciadamente sola. Yo sólo era la ''rara'', empollona, fea, escuchimizada de la clase, tendida en el suelo con las rodillas doblas y llorando a moco tendido. Estaba harta. Me dolía cada insulto por pequeño que fuera, cada golpe en la mejilla o en el cuerpo, cada risa que emitían esos monos de feria y su público. ¿Lo peor? Yo llegué a creer todo aquello, todos los insultos; llegué a creer que era un desprecio humano, una tara en el conjunto, algo que había que destruir.

Cuando siempre te tratan como una mierda acabas creyendo que mereces ser tratada como tal.

Entonces alguien gritó más fuerte entre la multitud. Alguien—como llegado desde el más arriba, el cielo— alzó la voz, se opuso a todo ese circo andante, rompió los esquemas creados por una sociedad tan inmunda, tan ciega, tan hipócrita. Se hizo hueco entre la gente hasta llegar al epicentro del círculo, donde se encontraba el espectáculo, las justas. Subí la mirada, desenterrándola de entre mis rodillas, y la miré. Era una chica cualquiera pero con la suficiente fuerza para salir a defenderme. En un nanosegundo se tendió sobre mí y me sonrió antes de decir-¿Estás bien? Ya todo pasó. Estoy aquí, tranquila-. Una gran sonrisa se dibujó en mi cara. Nunca antes había sonreído y me sentí bien. Por fin había alguien que me ayudaba a salir de ese agujero negro de sensaciones desagradables y por fin vi la luz. Ella les plantó cara a todos y los ahuyentó de mí alrededor.

-¿Cómo te llamas?- me preguntó segundos después de que todos se dispersaran a sus quehaceres.
-Tatiana- respondí tímida. No estaba acostumbrada a nada de eso.
-¿Te puedo llamar Tati a partir de ahora?-me sonrió de oreja a oreja.
-¿A partir de ahora?- pregunté extrañada, esta vez yo.
-Ah, bueno si quieres. Me pareces muy maja así que si quieres ya no tienes por qué estar más sola...-se explicó sin perder esa sonrisa.
-¿No te parezco un bicho raro ni una frikie?
-No, ¿porque me lo deberías parecer?- me quedé atónita ante la respuesta y ella, añadió- ¿Y qué si lo fueras? No me importa en absoluto, además, yo tampoco soy normal- rio-. Estoy loca de remate- volvió a reír-. Ya ves, equipo perfecto.

Reí por su comentario y a partir de ese momento, de esa risa esperanzadora, nos fuimos conociendo más y más hasta ser las mejores amigas del mundo. Gracias a ella también conocí a dos personas que también son necesarias para mi vida: Cait y Chris.

Gracias a ellos comprendí que sólo debes encontrar a las personas adecuadas, en el momento adecuado, de la manera adecuada, para ser feliz; sin importar estar fuera de los esquemas anteriormente establecidos.

Mi vida se salvó gracias a ellas y ahora, Nicki puede estar muerta y en peligro. Dios, no me lo perdonaré en la vida.

Llaman al timbre de mi casa y bajo corriendo mientras me enjugo las lágrimas con el puño de mi chaqueta fina. Abro la puerta y Caitlin se me abalanza para abrazarme. No lo puedo remediar, rompo a llorar.

-Caitlin...como le haya pasado algo...te juro...-empiezo a sollozar entre lágrimas devastadoras.
-Lo sé, yo también me moriré-dice-. Hay que ayudar a Josh a buscarla. O yo que sé, algo.
-Por ahora ir al hospital a enterarnos bien. Es lo mejor- empieza a decir Chris que se encuentra unos pasos atrás. Está serio aunque no llora. Entonces, me pregunto si realmente no siento pena al haber perdido a Nicole. ¿A él ni siquiera le importa? ¿Por qué no llora? ¿Qué coño significa ese rostro serio? Me apeno al no ver ni una sola lágrima recorriendo sus mejillas. ¿Es que no lo siente? Eso no puede ser posible; no, no, no, no, no.

Sin omitir palabra, subimos a la parte trasera del coche. Chris al final, en medio Caitlin y después, yo. Caitlin está destrozadísima; se apoya en mi hombro, cierra los ojos y llora en silencio. Yo me limito a abrazarle y acariciarle el pelo. Mi amiga necesita todo el cariño del mundo y mucho más ella que es tan sensible. Mientras lo hace, observo recelosa a Chris, mientras él se pierde entre las brumas del exterior del vehículo y entonces lo veo, me percato de algo minúsculo y reluciente, brillante...una lágrima llena de sentimiento baña cada ápice de su rostro inundándolo de dolor y desesperación.

Christian se está haciendo el duro, el fuerte, el que no llora, pero esa lágrima significa muchísimo más. Está dolido, desesperado, entristecido, desolado y puede, sólo en una remota posibilidad, cabe la duda de que él sintiera lo mismo que ella sentía por él.

-Chris-le llamo. De inmediato al sentir mi voz llamándole, se seca la cara y voltea con una expresión que no delata en absoluto lo que había presenciado instantes antes.
-No pasa nada, Chris, no hace falta que seas el fuerte- le aconsejo entre susurros. No quiero que Cait oiga- la vamos a encontrar, te lo aseguro.
-Tengo miedo de que le pase algo, o de que ya no haya vuelta atrás- vencido, reconoce y se deja al deleite de sus traicioneras lágrimas, que ya rozan su piel.
-La salvaremos- murmuro- debemos hacerlo.
Chris esboza esperanzado, una sonrisa y asegura- Por ella.
-Por ella-repito.


El viaje hasta el hospital se me antoja una eternidad. Contemplo la posibilidad de que la razón sea porque estoy cansadísima, porque no quiero oír la verdad sobre mi amiga o puede que sean un millón de cosas, todas juntas. Solo siento que el coche realmente no se mueve y que nunca llegaremos a nuestro destino. Oh, Nicki, por favor...tienes que estar bien. Debes estarlo. Maldita sea. No quiero perderte...

Cuando por fin llegamos, el padre de Cait aparca en el parking del hospital y ayudo a Cait lograr bajar del coche. No es capaz de mantenerse recta y en movimiento a la vez, parece una anciana y creo adivinar que se siente tremendamente mal. Dios, ¡Nicki puede estar muerta! No paraban de aparecer flashes en mi cabeza de cuando éramos más niñas y reíamos durante horas, mas seguíamos haciéndolo pero ahora...ahora parece que todo aquello ha quedado en el olvido, que todo se ha desvanecido en un ''plis, plas'' y que ya no va a volver. ¿Cómo nos sucede todo esto a nosotros? ¿Que hemos hecho mal para que el destino nos haga pasarlo mal en estos momentos? ¿Porque ella y no otra? ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque?, no paraba de preguntarme a mí misma. Ahora que ya he conseguido sentirme parte de algo más grande que yo misma, de una amistad, se rompe todo otra vez. Vuelve el dolor, tan traicionero como siempre ha sido.

El dolor me oprime con violencia el pecho y siento un alivio sobrenatural al sentar en una silla a Cait en la sala de espera del hospital mientras Chris pregunta a la recepcionista la habitación del padre de Nicki y de Josh.

-Disculpe, venimos a ver a Josh y Frank Hutcherson, ¿me podría decir el número de las habitaciones dónde se encuentran?-pregunta Chris alto, lo suficiente para poder oírle bien.
-Vale, espera...-introduce los datos en el ordenador y espera unos segundos, antes de dudar- Ehm, lo siento, tienen las visitas cerradas durante unos días...
-¿Por qué?- pregunta sulfurado Christian.
-Información restringida-aclara-. Lo siento mucho- se disculpa la chica añadiendo una sonrisa practicada expresamente para enseñar en público.
-Somos amigos de Josh y de su hermana, sólo queremos hacer una visita de unos minutos, por favor-suplico acercándome al mostrador.

La recepcionista—ojos claros y grandes, tez oscura, pecas diminutas en unas mejillas rosadas, nariz aguileña, sonrisa cárcel de unos dientes blancos y perfectos, labios carnosos—arruga la nariz, frunce el ceño y permanece pensativa.

-Me puedo meter en líos por esto- dice.
-Por favor. Puede que estén mal y necesitamos saber qué le pasó a nuestra amiga- pido suplicante con los ojos llorosos y empalagados.

Supongo que mis lágrimas sufridas, mi súplica incesable, mis ojos hinchados, mi voz rota, o puede, que su corazón al fin y al cabo, provocan que ella se decida afirmativamente.

-De acuerdo. Pero una visita rápida, por favor- pide, esta vez ella, para conservar su puesto- Josh Williams, planta 11, habitación 450. Frank Williams, UCI planta 15, habitación 570.
-Gracias, gracias, gracias- dice Chris con una sonrisa de oreja a oreja.
-Mil gracias- digo yo, aguantándome de echarme otra vez, o más, a llorar.

Ayudo a Cait, otra vez, a llegar al ascensor y todos juntos, nos adentramos en él. Sonrientes en parte por poder ver cómo está Josh y así poder saber un poco más de lo ocurrido con Nicki, y realmente tristes, porque este hecho tan desagradables está siendo protagonizado por nosotros.

-Espero que esté bien- susurra Cait.
-Todos lo hacemos- responde Chris.

Llegamos a la planta 11 y buscamos desesperados la habitación 456. Cuando damos con ella, vacilamos un momento en si abrir o no abrir. Pero, ¿qué demonios? Hemos llegado hasta aquí para abrirla y hablar con Josh. Eso mismo vamos a hacer.

Cait se descuelga de mi brazo, pica la puerta decidida pero no obtiene respuesta. ¿Quizá duerme? Puede ser, pero se deberá despertar.

-¿Josh?-pregunta ella.

Nadie responde.

-¡A la mierda!-discrepa Chris antes de abrir y empujar la puerta con fuerza.
Me río por dentro. Menudo temperamento tienes a veces éste.

-¿Josh?-vuelve a preguntar, esta vez compartiendo pregunta conmigo, a la vez que entramos.

Oímos un pequeño ronquido. Pobre, está dormido. Seguramente, se encontrará mal, porque no es muy común en él estar durmiendo a estas horas.

Josh está tumbado en la cama, espatarrado. La sábana se ha ido cayendo, pues sólo le tapa una pierna y arrugada, amenaza con rozar el suelo. Su brazo derecho descansa sobre su pecho, y el izquierdo está enterrado bajo la almohada. Su expresión es estable, descansado si más no y ligeramente en el paraíso.

-Debe haberse dormido hace rato- comento.
-¡Pues se va a tener que despertar!-exclama Chris- ¡Josh, Josh!-grita.
-Chris, no seas bestia, hombre-le echa bronca Cait. La verdad es que, ¿qué maneras son estas de despertar a alguien que está plenamente dormido?
-Tú, capullo, vuélveme a despertar así alguna vez y te juro que lo lamentarás- amenaza una voz adormilada y ronca.
-Antes tienes que recuperarte, hermano- le contesta divertido Chris.
-En eso no hay problema-le sigue el rollo.
-Josh, lo siento. Te hemos despertado-se disculpa Cait. A mí también me sienta mal, pobre.
-Tranquila, no pasa nada. Ya me extrañaba que no hubierais aparecido y que éste no me hubiera tocado los cojones, ya- ríe.

Intenta hacer bromas, parecer natural, pero se le ve tocado, hundido, ahogado.


***


Un silencio fúnebre un tanto incómodo rellena cada uno de los huecos de la sombría habitación y nadie puede hablar en varios segundos.

-¿Que le ha pasado a Nicki?- pregunto, rompiendo dicho silencio, lo que ninguno de nosotros se atreve aun a preguntar.
-La verdad, no lo sé- agacha la cabeza; parece que se va enterrando él mismo en un hoyo lentamente. Josh, tan sonriente como es siempre, y ahora, está como sumido en un largo letargo de tristeza. Me duele verle así. Yo también siento su dolor, todos lo sentimos pero supongo que el dolor de un hermano mayor hacia su hermana no es comparable a nuestro dolor hacia una amiga.
-¿Que ha pasado?-vuelvo a formular. Aguanto sin mucho éxito las innumerables lágrimas que abarrotan mis ya húmedos ojos.
-La operación no salió bien, nada bien-comienza a explicar-, no pensábamos que habría bombas en los vehículos y que las harían explotar. No lo sabíamos-baja su cabeza, resignado y dolorido-Las cosas se complicaron, mucho más de lo previsto y aunque intenté sacarla de ahí, llegar hasta ella, ese hijo de puta se me adelantó y se la llevó. Algo me golpeó en la cabeza con fuerza, y eso es lo único que recuerdo. Al recuperar la conciencia, desperté ya aquí, en el hospital-finaliza y alza su mirada. Está llorando, pero se intenta contener. Como siempre hace. Oh, Josh...
-¿Has dicho que se la llevaron?-cuestiono sorprendida.
-Sí-afirma- ¡Me cago en la puta!-le reprocha a la vida, echándose a llorar. Hay cosas, que por mucha fuerza que tengas en el interior, son imposibles de contener: las lágrimas, en un momento dado, es una de ellas. Llora de rabia, de sufrimiento, de impotencia, de todo y de nada a la vez.
-Pero, ¿porque querrían llevársela, eh?-pregunta Cait.
-No tiene sentido-comenta Chris, quien ha permanecido callado hasta ahora.
-Sí, la tiene- agraba.
-Pues ya me dirás cual, hermano.
-Es sencillo de adivinar. Mi padre y Jeremy McCann llevan odiándose muchísimo tiempo.
-¿Pero quién se la llevó? ¿Jeremy?-le interrumpe Chris.
-No, su hijo-aclara-. Justin McCann.
-¿Y eso qué tiene que ver con Nicki?-pregunto yo. Queriendo aclarar mis revueltas ideas, hasta entonces.
-Somos sus hijos, Nicki es su hija. Me refiero a que, si ellos la tienen secuestrada, tienen, inmediatamente, a mi padre en una posición delicada. ¿No lo entendéis? Mi padre y yo, estamos entre la espada y la pared en estos momentos.
-¡Mierda!-blasfema Chris.
-Lo que significa que no vamos a atacarles-resulta.
-Pero, pero...-dudo- ¡Pero esto no puede quedar así! Joder, tendréis que hacer algo, ¿no? Tendréis que atacarles o algo. No sé, moveros- soy consciente de que estoy perdiendo la compostura.
-¿Movernos? ¿Atacarles? Sabemos perfectamente donde viven, podríamos atacarles, pero, ¿de qué coño serviría, Tati? ¡La pueden matar! Le pueden hacer daño y entonces, ¿qué?-protesta. Quizá molesto por mi comentario, o por el simple hecho, de no poder hacer absolutamente nada.
-¿Y qué vais a hacer, entonces? ¿Eh?-vuelvo a exigir.
-No lo sé, ¿vale? ¿Crees que no quiero sacar a mi hermana de este lío, de las manos de ese cerdo? ¿Crees que no? Porque estás muy equivocada, Tati- se queja, otra vez.
-Yo no he dicho eso, pero es que me jode, ¿sabes? ¡Ahora pueden estar haciéndole daño!-grito llorando.

Josh, inmediatamente, se levanta de la cama y me rodea cálidamente con sus fuertes brazos.

-Sht. Tranquila, ¿vale?-me tranquiliza mientras mojo su camiseta de sufridas lágrimas- La voy a encontrar y la voy a traer de vuelta a casa, ¿entendido?
-Josh, por favor, debes jurarlo- le pido mirándole fijamente.
-Lo juro, lo prometo y lo que haga falta. La traeré de vuelta-asegura con la mayor mirada de desafío que jamás he visto en su persona.











***********************************************************************
HOLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Lo siento, lo siento y más lo sientos. Es que con los exámenes, los deberes y toda esa mierda no he tenido tiempo de sentarme a escribir. Bueno, este capítulo es un poco raro, ya que está narrado a partir de Tatiana. Tati es mi mejor amiga en la vida real, de verdad. O sea sé, que este capítulo se lo dedico un poco a ella. He puesto algunas de las tantas cosas que le hacen especial y la caracterizan. A parte he querido implantar un poco mi ''mensaje'' o opinión sobre un tema del que estoy un poco hasta los mismísimo huevos: el Bullying. A mi no me hacen. Pero si que recuerdo que de pequeña me llamaron algunas veces ''gorda''. He tenido algunos problemas personales con ese temilla, y quizás por eso soy como soy y por esa razón opino lo que opino. ¿PORQUÉ HUEVOS DEBEMOS SENTIR LA OBLIGACIÓN, LA NECESIDAD DE METERNOS CON ALGUIEN POR EL SIMPLE HECHO DE GUSTARLE OTRA COSA, OTRO ESTILO O POR SER DIFERENTE? ¿Qué pasa si le gusta el Punk, el Rock o las Sevillanas? ¿Qué pasa  si le gusta la ropa negra, ancha o el estilo tan perseguido ahora de ser intento de ''Hipster''? ¿Qué pasa si no pesa 45 Kg y no tiene una talla 34 de pantalón? ¿QUE COJONES OS IMPORTA LO QUE HAGA CON SU VIDA, TÍO? Agh, de verdad. ¿Y si quiere pintarse el pelo verde, rosa o multicolor? ¿Y si quiere ir en long al insti o a dónde sea? ¿Y si quiere tirarse por un puente? ¡PUES QUE LO HAGA, JODER! ES SU VIDA, SUS GUSTOS, SU ESTILO O ROPA= SU  DECISIÓN

Todo esto viene a que en mi puñetera clase hay cuatro tontas, al fin y al cabo, que se meten con otra gente por hacer o no hacer unas determinadas cosas y me están tocando la moral. Y también porque hoy estábamos viendo un vídeo precioso de un niño que le habían amputado las dos piernas y conoció al Messi, pues bueno, salía una chica que le ayudaba a caminar, a ser autosuficiente y la chica tenía una masa más elevada de lo habitual. La cosa es que había una escena en que la chica le ayudaba a subir una cuesta en bicicleta, ya que estaban haciendo Educación Vial, al niño y salía corriendo. Pues un GILIPOLLAS, RETRASADO, QUE SE CREE GUAY Y MEJOR QUE LOS DEMÁS ha gritado: ''¡ANDA LA GORDA, QUE PIERDE TODAS LA CALORÍAS QUE TIENE!'', mi clase como son así de guays se han empezado a descojonar y yo he tenido ganas de tirarle una Supra, no, que pobre deberá tocar esa cara de retraso que tiene, pero si un sillazo en to' la cara y rebentarle. ¿Porqué? Porque estoy hasta las narices de que la gente se meta con el peso de una persona. ¿Alguna vez les han preguntado si les gusta estar así, con sobrepeso o obesos, si quizás no tienen alguna enfermedad que les haga ser así o no poder adelgazar, que quizás no saben como hacerlo? ¿Alguna vez lo han hecho? Porque no, NUNCA. Yo mismo tengo un problema de tiroides y un metabolismo que me hace engordar más que otras personas, y por lo tanto ser muy delgada para mi es imposible. Y otra cosa, fijaron también que cuando contamos algo gracioso o un hecho de alguien y esa persona tiene sobrepeso o obesidad, decimos: ''Me descojoné cuando la GORDA esa no sé qué, no sé cuántos..'', en cambio si esa persona hubiera estado muy pero que muy delgada no cambiamos la palabra ''gorda'' por ''el palo ese'' o cualquier otro apodo. En definitiva, que me sulfuro con estos temas.

Os dejo de aburrir ya-.- Espero que os guste el capítulo, os haga pensar o reforzar opiniones. Las que seáis de Twitter o tengáis Twitter dad RT a este TWEET y dar REBLOG si tenéis Tumblr.


PD: ¿De qué os disfrazáis por carnaval? Yo de animadora e.e

3 comentarios:

  1. Gelouuuuu ._./
    A ver primeramente quería hablarte de tu comentario debajo del capítulo, supongo que mi opinión es obvia pero la escribiré igual: yo, como muchas otras personas, estoy en contra del bullying. En mi classe tenemos a dos personas con dificiencias mentales, es decir, pueden aprender y hablar y hacer amigos pero, concretamente, uno de ellos habla muy lento y se traba con las palabras y el otro es medio tartamudo; ambos son amigos. Los de mi classe no saben hacer otra cosa que molestarles, sobre todo al primero, el qual es muy alto y de masa corporal por encima de la media, no le gusta que le toquen las cosas porque luego se las devuelven mal o no se las devuelven. Como ya he dicho, ambos son muy amigos y mis compañeros (me repugna nombrarles así pero al fin y al cabo es lo que son) no se les ocurre otra cosa que separarles, ya sea cuando bajamos al recreo o en gimnasia. Cuando muchos de ellos les hacen bromas yo intento pararles pero son entre 20-22 personas contra una y opto por irme del lugar o por 'chivarme' a las víctimas sobre la broma.
    A parte de eso, llevo des de que tengo memoria sufriendo insultos, ya sea por mis buenas notas o por mi aspecto (últimamente esos insultos se concentran en mis pechos excesivamente grandes aunque tampoco lo son tanto) y cuando la clase se enteró de que era belieber, hace cosa de casi dos años, los insultos se incrementaron.
    Este último año, ya que es el último que pasamos juntos, las cosas se han tranquilizado, en parte grácias a mi tutor. El caso es que esas personas que pierden su vida insultando a los demás, no solo me lo hacen a mi y a esos dos chicos sino también a mis amigas y a sus amigos y a todo el mundo en general. Ya te conté sobre mi tutor, te dije que me hace sociales y francés y que es muy sociable y amable, puedes hacer bromas con él e incluso vacilarle, de broma claro. El caso es que él nos ha dado clase toda la eso y nos conoce des de párvulos y sabe de sobras todo el barullo que se queze en clase y por eso a puesto a esas personas a ralla, la gran mayoría le hace caso y no molestan a nadie pero siempre tienen ese día.
    Bueno, ese tema ya está dicho, ahora te hablaré del capítulo. Ya sabes que me ha encantado y quería sugerírte que emparejaras a tati y a josh y por otra parte a chris y a cait, aunque creo recordar que chris tiene una novia, no estoy segura pero de todos modos es una sugerencia.
    Y por último, tu ya sabes que voy de prisionera por carnaval, pero te lo repito e.e y quiero que me envíes una foto de tu disfraz eeeh.
    Eso es todo cielo, me voy a dormir que ya no aguanto, ayer dormí poco porqué hoy tenía examen de un libro que no había empezado; lo que no me he leído me lo han explicado e.e
    Nanit Marina, hasta mañana :*, ilyilyilyily <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holi Sur e.e na, coñitas mías:') En mi clase los tíos se meten entre ellos con apodos gilipollas e infantiles que demuestran lo que realmente son. Sobre lo tuyo, te entiendo, yo también me siento mal conmigo misma a veces o han dicho algún comentario referido sobre tetas y peso. La verdad, no puedo decir que me.la suda porque en estas cosas nadie puede decir eso, en realidad, soy muy consciente que lo que se tiene se puede arreglar y yo lo estoy haciendo, poco a poco, pero lo voy solucionando. Sé lo que es llegar a un punto límite cosa a la cual he.llegado y gracias a dios me he dado.cuenta de ello a tiempo. Ya te contaré. Sobre lp del.contacto, vernos.en persona y trabajar cerca ASDJJSJSUEKAKDHHSHDHSKSHEJSHAJJSKRHSUSJDJAKSODKDJS SHO QUIEROOOOO JODER. SERÍA TAN FUCKING PERFECTA JOLINES y que se puede logras e.e.e.e.e.e..e.e.e.e.e.e..ee..e.ee.e ¿Josh y Tati? No sería mala.idea pero ya había pensado sobre ello. Después, ¿Cait y Chris? OH MY GOSH. CLARO QUE NO:') son hermanos tia. Que mal, que mal:/ Y te enviaré una foto e.e tu también, eh

      Eliminar
    2. Kajshjajshaj no sabía que eran los beadles, no sé, creí que eran otros(?) y de lo otro hablamos por WA, ily <3
      Pd: SÍGUELAAAAAAAAAAAA :*

      Eliminar

Venga, comenta. No muerdo y me ayuda a mejorar día a día. Es gratis.