JerJer. A nuestro Biebs le está influenciando Christian Grey e.e
Narra Justin.
Me encuentro aquí, tendido sobre el suelo, en una
encrucijada entre la vida y la muerte. ¡Mierda! Todo ha salido mal. Era un
intercambio sencillo pactado con anterioridad por mi padre. Si vuelvo a verle
se cabreará conmigo. Le he defraudado. Mierda, mierda, mierda. Esos malditos
policías han entrado por el techo, dejándonos patidifusos. No esperábamos un
asalto así. De hecho, de ningún tipo ya que el intercambio era secreto.
¡Mierda, que mal! He fallado, he hecho mierda el intercambio organizado por
Jeremy. He perdido mi oportunidad de hacerle ver que estoy preparado, que ya no
soy un crío, que he madurado y estoy preparado para merecer su plena confianza.
Toda la vida me he estado preparando para ser como él, el mayor mafioso de
Norteamérica y cosas como este terrible error, sólo hacen que demostrarle que
sigo siendo eso; un chico en preparación no un chico preparado para liderar.
Mi cuerpo me duele horrores. Alrededor hay sangre por
todas partes. Me estoy mareando con su olor. Debe haber mucha cantidad. ¡Joder!
¿Mía, de alguno de mis compañeros, de algún policía? No tengo la remota idea.
Si no es de ningún policía ya me encargaré yo de que se derrame sangre suya.
¡Los quiero a todos muertos! Me han jodido todo: la misión, la confianza de mi
padre, a mí mismo...Mierda, mierda, mierda. Todo se ha ido a la mierda.
La cabeza me zumba. Bum, bum, bum. Mi corazón bombea
cantidades elevadas de sangre a mi cabeza y eso mismo provoca que cada impulso
o bombeo suene como un estruendo ensordecedor en el interior de mi cráneo. Me
intento mover. No puedo. ¿Qué cojones? Me cago en todo.
No recuerdo casi nada de lo que ha pasado a parte de que
han irrumpido en el almacén abandonado y poco más. Una nube de imágenes me
viene a la mente...Hay algo: recuerdo a una chica de cabellos oscuros y ojos
atemorizados, bello rostro aferrándose a la idea de vivir. Uno de mis
compañeros le estaba sujetando con fuerza entre sus brazos y le amenazaba con
rebanarle el cuello ahí mismo. Yo me encontraba delante, con el brazo extendido
y él me asintió para que yo aprovechara a disparar a esa mocosa. Pero no lo
hice. Mi cuerpo no reaccionaba. Me había perdido en esos ojos temerosos pero
preciosos. No iba a dispararla, no lo iba a hacer. ¿Cómo habría podido destruir
algo tan bello como aquello? Simplemente no pude. Era cautivadora y misteriosa,
pero a la vez, la conocía. Estoy seguro, esa chica me sonaba de haberla visto
en algún lado. ¿Quién era? ¿Porque no le podía disparar? ¿Dónde le había visto
antes?
En ese justo momento, en el que debía elegir que narices
hacer si lo correcto o lo que me dictaba mi instinto, una explosión ensordo mis
oídos dejándome tendido sobre el suelo. Cerré los ojos, y por un momento sentí
miedo, miedo de no poder levantarme y echar a caminar, miedo de no salvar a esa
chica de ojos preciosos. Tuve miedo, y yo no podía sentir eso. No me lo
permitiría.
Abro los ojos al sentir otra explosión y me trato de
incorporar. Joder, todo me provoca dolor. Cuando por fin lo consigo veo a esa
misma chica como me observa con el último aliento en su mirada grisácea. Noto
como se va a morir. No va a aguantar. Deben de haberle dado bien fuerte. Un
charco de sangre la rodea. Está muy herida.
Hay cuerpos inertes por todas partes. El almacén está
incluso más en runas que como cuando lo encontramos. Aún hay una cantidad de
disparos en el aire abrumadora.
Cuando logro levantarme otra bomba explota justo a
nuestro ladro. Muy cerca. Demasiado cerca. ¿Qué demonios? ¿Quién está
provocando las explosiones? ¿Quién ha planeado esto? ¡Nosotros no! ¿El FBI
quizás? No es su estilo. Va contra las normas. Otra explosión aún más fuerte
que la anterior. Mi cuerpo reacciona corriendo hasta esa chica tendida.
Resguardo su cuerpo abrazándola con fuerza y me aferro a la poca vida que aun
alberga. ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué la ayudo? Es mejor que muera. Es uno de ellos, joder. ¿Qué
coño estás haciendo, Justin? No entiendo el por qué pero no deseo que se muera.
Algo me dice que ella no debe morir. La tengo que ayudar, que salvar. Debo
descubrir de quien se trata.
El calor y el fuego de la bomba rozan mi espalda
chamuscando mi chaqueta y algo de piel. ¡Ah, escuece! ¿Por qué estoy haciendo
esto? Estoy acostumbrado al dolor así que aguanto, pero eso no significa que no
note como mi piel se está resquebrajando debajo del cuero que ahora arde.
Aprieto aún más fuerte mi cuerpo al suyo intentando que ni una pizca de ese
fuego, que me quema, queme su piel. Cuando la explosión cesa, la miro. Mis
brazos no tienen tanta fuerza como de costumbre y me duele muchísimo todo el
cuerpo, pero la cargo entre ellos e intento salir de este infierno como puedo.
¿Dónde está la salida? No consigo ver nada. ¡Maldita sea!
La alejo del peligro, del abrasador fuego, de los
disparos y de las explosiones.
Salgo del edificio sin saber muy bien a dónde ir. Estoy
realmente aturdido y con dificultad puedo caminar.
-¡Justin! ¡Justin! Por aquí- me grita Ryan.
Está herido de bala en el brazo. Le sangra.
-¡Ayúdame, Ryan! ¡Nos la tenemos que llevar!- le pido
ayuda a mi amigo. No sé muy bien como mi voz puede emitirse, pero él entiende a
la perfección y me ayuda a cargar con la chica hasta nuestro coche.
Veo a muchos de mis compañeros ir hacia los coches e
irse. Obviamente esas son las ordenes. Mejor volver unos cuantos hombres que
morir todos en el intento.
Habrá venganza, seguro. Esto no quedará así. Mi padre no
lo permitirá. Yo no lo permitiré.
Ryan abre la puerta de detrás y me ayuda a meterla. Me
pongo a su lado y antes de cerrar la puerta agarro a mi amigo por el cuello de
la camisa.
-¿Dónde está el maletín?-Ryan me mira confundido- ¡El
maletín, Ryan! Hay que llevar el maletín.
De pronto vemos aparecer a Chaz con el maletín entre sus
manos, aferrándolo como si fuera realmente su vida.
-Lo lleva Chaz- masculla Ryan.
-¡Larguémonos ya!- grita nuestro otro amigo mientras abre
la puerta del copiloto.
Ryan asiente y se mete en el coche. Yo cierro la puerta y
hago lo mismo. Arranca el coche, enfurecido, y salimos de allí dando bandazos.
-¿Quién coño es esa, Justin?-pregunta Chaz mirando a la
chica a la que he salvado la vida.
No respondo. Necesito unos minutos para tranquilizarme. Respiro
hondo, más hondo, más hondo... Cuando ya me he tranquilizado, me incorporo un
poco y me agarro la frente. Me zumba la cabeza por la explosión. Estoy mareado.
No quiero desmayarme, pero la cabeza se me va hacia abajo y me da vueltas y más
vueltas.
-Ahora te dolerá la cabeza, tranquilízate- me informa de
algo obvio Ryan mientras que asciende un poco la mirada para mirarme por el
espejo retrovisor.
-Estoy bien- mascullo aún un poco aturdido. Vuelvo a
respirar y tiro la cabeza hacia atrás.
En un par de minutos vuelvo a ser yo mismo más o menos.
-¿Qué coño ha pasado?- pregunto.
-Una redada. Sabían que hoy nos íbamos a encontrar con
González- informa Chaz, apretando los dientes.
-Eso ya lo sé, ¿pero cómo coño lo sabían? Era secreto.
-Eso significa que tenemos un topo en nuestro equipo-
dice Ryan, sin apartar la vista de la carretera.
¿Un topo? Vaya putada. Prometo que descubriré quien es y
que lo pagará bien duro. Eso por joderme el intercambio, por hacerme casi
perder la vida, y porque por su culpa ahora tengo a esa chica al lado mío.
Bueno, quizás, no es exactamente el culpable, pero yo me meteré en un lío por haberla
''salvado'' y ella será rehén.
Por lo menos espero que no la torturen. Por favor.
La miro. Está buena. Muy buena.
-¿Está viva?-pregunta Ryan, alejándome de mis
ensoñaciones.
Me acerco y puedo percatar su agitada respiración. Tiene
magulladuras por todo el cuerpo, sus prendas de vestir están manchadas de
sangre, sobre todo la pierna derecha, y puedo divisar una pequeña marca de
cuchillo en el cuello. Seguramente está perdiendo sangre, aunque no la
suficiente para morir desangrada.
-Sí, está inconsciente. Pero en cuanto lleguemos hay que
llevarla a María para que le cure las heridas. Si no se curan pronto, puede
morir.
-¿Por qué la has salvado? Hubiera sido mejor que muriese
ahí dentro...-dice Chaz- aunque hubiera sido una pena. Está buena.
Le fulmino con la mirada.
-Tiene algo...
-¡No me jodas, Justin!-exclama Chaz.
-¿Qué?-pregunto extrañado.
-¿Has tenido un flechazo?-bromea Chaz. Muy normal. Este
tío es muy normal. Mi amigo de toda la vida tiene un problema. ¿Esta es una
pregunta para un momento como este?
-Tu eres idiota-no pregunto, confirmo.
-¿Qué? Sólo había esa explicación posible- ríe
torcidamente.
-No, imbécil, no. Eso no es una explicación y lo sabes-
le recrimino- Me resulta familiar. Esta tía me suena- aclaro.
-A mí también- interviene Ryan. ¿De qué coño la
conocemos? No creo que pertenezca a ninguno de nuestros círculos de amigos o
conocidos.
-¿Porque nos suena tanto? ¿Quién coño es?- me estrujo las
sienes. Tengo que recordarlo. ¿Dónde la he visto? Tengo que recordar dónde he
visto a esta tía anteriormente.
Todos permanecemos en silencio esperando que alguien de
con la respuesta.
-Espera...-susurra Chaz- Creo que ya sé dónde hemos visto
a esta tía- suelta.
Empieza a buscar en la guantera como un condenado
desesperado y encuentra una de nuestras carpetas archivo.
-¿Recordáis los informes de Frank Williams?
-¿El detective del FBI?- pregunto.
-Sí, ese mismo- contesta mientras sigue rebuscando entre
los papeles.
Recuerdo los informes, pero no tengo ni la puñetera idea
a dónde quiere llegar Chaz. ¿A qué se refiere? ¿Esta chica está en los
informes? ¿Por eso me suena?
-¡Tíos, tíos!- grita cuando encuentra el papel que
buscaba- Esta chica, es la hija menor del detective. Nicole Williams.
¿Qué? Espera, ¿qué? ¿Ella es su hija? Esto se vuelve
interesante, complicado.
Quizás al fin y al cabo ha sido buena idea salvarla. Mi
padre estará ''orgulloso'' de mí ya que es la hija menor de su enemigo más
fiel. ¿Así que el padre de esta chica tan mona y preciosa es, sin duda alguna,
el enemigo letal de mi padre? Esto puede ser divertido. Mi padre y Williams
siempre han tenido, ¿cómo decirlo? Un odio mutuo de negocios. Uno era el malo,
otro el bueno. Así de simple.
Me la quedo mirando. Parece tan débil e indefensa que
siento una necesidad de protegerla emergente. ¿Porque siento esto? No puedo
protegerla. Debo destruir a su familia y a ella. La he salvado sí, pero, ¿y
qué? Ella me odia al igual que lo hace su familia y la mía nunca permitiría que
yo la ayudase de ninguna forma.
-¿Que vamos a hacer, Justin?-me pregunta Chaz.
-Lo mejor sería llevarla a la casa- comento. Chaz enarca
una ceja. Ya está pensando mal el idiota- La mantendremos como rehén hasta que
llegue mi padre de la costa este. Él sabrá que hacer- opto por esa opción.
-A Jeremy no le va a gustar nada, Justin- dice Ryan.
-¿Por qué?-pregunto. Es buena idea. Es la hija del detective
Williams, por Dios. Es una oportunidad inigualable de devolvérselas todas, ¿no?
-Porqué sabes que no le gustan nada los rehenes y aparte,
aunque sería buen momento y una buena idea jugar un poco con el cabrón de Williams, no es una opción.
-¿Por qué? Ryan, la tendremos vigilada las veinticuatro
horas. Nuestra casa está llena de guardias, el FBI no va a entrar y lo sabes.
-¿Sí? ¿Y qué vas a hacer con una mocosa como esa,
eh?-pregunta señalando con la cabeza a la chica.
-Yo me haré cargo de ella, Ryan.
-Sólo digo que...-Ryan lanza un suspiro- tu padre sabe cómo
librarse de todas las condenas pero esta es la hija del detective,..., es su
hija, Williams se lo tomará como algo personal y quizás ataque con más armas,
¿entiendes?
-Sí, lo comprendo. Por eso digo, la mantendremos
escondida. Hasta que llegue mi padre, yo me ocuparé de ella, y entonces,
decidiremos con el consentimiento de Jeremy- aseguro.
Yo estoy al mando, yo decido.
-Como quieras- acaba aceptando.
Seguimos el camino callados, sin hacer nada de ruido. Yo
no puedo apartar la vista de esa chica que tengo al lado. Siento que me va a
traer males de cabeza y que, posiblemente, no ha sido tan buena idea salvarla.
Ryan tiene razón. Ha sido una mala idea sacarte viva de
allí. Deberías haber muerto.
Es cruel por mi parte pensar eso, pero es la realidad.
Ella debería estar muerta, como lo estarán la mayoría de esos policías
entrometidos.
***
Llegamos a mi casa, nos abren la cancela y entramos con
el coche. Los demás ya han llegado hace rato. Ryan mete el coche en el garaje y
salimos del vehículo. Le saco resguardaba entre mis brazos. Deposito su cabeza
en mi hombro y le agarro por la espalda y por debajo de las rodillas. Su
aliento azota mi cuello. Es cálido. Su respiración es agitada y puedo sentir su
corazón latir de una manera bestial. Nos dirigimos hacia el comedor dónde los
demás esperan impacientes nuestra llegada.
Me miran boquiabiertos. Supongo que no saben que narices
hago con una tía. Los ignoro. Me acerco al sofá y la tiendo con cuidado sobre
él.
-¡María!-chillo a pleno pulmón.
María aparece por la puerta como una exhalación y se
coloca al lado mío.
-Quiero que le atiendas y la cures- ella asiente y
Carlos, su hijo, acude para llevarse a la chica- Ehm...también la sedas, por
favor. No quiero que moleste, ¿entendido?-pido severo antes de que se vayan.
Todos los presentes en la habitación me miran. Yo me tiro,
dejando caer todo mi peso, cansado sobre el sofá.
-Justin, ¿que se supone que significa esto?- pregunta
Edward.
-Jones, no me toques los huevos. La hemos secuestrado
como rehén.
-Al jefe no le va a gustar nada- replica.
-No es buena idea, Justin- dice, esta vez, Mark.
-Yo digo lo que es buena idea o no, Welch.
-No sé a dónde coño quieres llegar, pero estás cometiendo
un error- mete las narices dónde no le llaman Frankie. ¿Cómo no va a dar su
opinión Martin? Si es el que falta en este comité de bienvenida. Siempre están
igual. ¡Siempre tocando los huevos!
Estoy hasta las narices. Mientras que mi padre no esté en
esta casa, yo, sólo yo, soy quien manda y mis órdenes van a misa. Me enfurezco.
No son nadie para decirme todo esto. Si mi padre tiene algún problema es
problema mío, no suyo. Además, yo soy su hijo, soy el superior de todos estos
hombres y yo mando en esta casa con la ausencia de mi padre.
-¡Mientras que mi padre no esté aquí, yo mando!-grito
pegando un puñetazo a la mesa de cristal que hay justo delante del sofá. El
cristal se quiebra.
-Sólo digo que...-sigue Frankie.
-¡Me da igual lo que digas, Martin! ¿Entendido? Tú no
mandas aquí, soy yo quien mando y si digo que es nuestra rehén, ¡lo es!
Estoy muy cabreado. Muchísimo. ¿Quiénes se creen que son
para contradecirme? Si no está mi padre, mando yo y punto. ¡Ostias!
Todos asienten resignados y yo me largo del comedor. Subo
las escaleras corriendo y me meto en mi habitación. Al entrar, voy derecho a mi
cama y me dejo llevar por su suavidad. Mhm, se está tan bien. Dios, hasta este
momento no me he dado cuenta de lo hecho polvo que me encuentro. Estoy
realmente cansado, me duele el cuerpo de la cabeza a los pies y me pesan
exageradamente los párpados.
Muy a mi pesar, me levanto y me dirijo al cuarto de baño.
Tengo que ducharme y enjabonar las heridas. El jabón siempre ayuda.
Me desvisto ya en el lavabo frente al espejo e inspecciono
mi cuerpo detenidamente. Un corte en la ceja, un pequeño moratón en el pómulo,
el labio inferior un poco hinchado. Imagino que estos son los estragos de las
explosiones. Me habré golpeado con algo. Ciertamente, no lo recuerdo. El hombro
lo siento dolorido pero no está roto, una contusión en el costado, seguramente,
también provocada por una caída. Al suelo, fijo que ha sido al caer al suelo.
La pierna bien, menos porque cojeo de la pierna izquierda. Me duele el tobillo.
Bueno, en conclusión no ha ido tan mal. Sólo gafes del
oficio, pienso.
Cierro los ojos mientras que masajeo mi cuello y recuerdo
el charco de sangre que había visto al incorporarme después de la explosión. No
era mía, evidentemente, entonces, ¿de quién era? Deseo que fuera de uno de esos
odiosos policías, preferiblemente del detective Williams o Josh, su hijo.
Al igual que yo, Josh Williams, está siguiendo los pasos
de su padre y se convertirá algún día en detective del FBI y por tanto en mi
enemigo. Aunque él ya me odia.
Me saco la placa de plata que siempre llevo puesta. Me la
regaló mi madre al cumplir catorce años. Yo ya estaba separado de ella, ya
vivía con mi padre, y ella me había
llamado para que la fuera a visitar a Stratford. Yo fui porque me moría de
ganas de verla, aparte de que así me evadía de algunos asuntos y de todo este
tema de la mafia por unos días. Pasé una semana increíble con mi madre y ella,
la noche de mi cumpleaños, me regaló la placa grabada con mi nombre completo,
''Justin Drew McCann Lauper'', y mi fecha de nacimiento, ''1 de Marzo
del 94''.
No suelo utilizar mi segundo nombre ni mi segundo
apellido. No sé muy bien porque este regalo me gustó tantísimo. A veces pienso
que fue porque me animó a darme cuenta que no sólo tengo la vida que me ha
implantado mi padre, sino, que también tengo a una madre estupenda esperándome
con los brazos abiertos en el pequeño pueblo del cual provengo, Stratford. Me
alegra saber que mi vida es algo más aparte de Jeremy, el Clan McCann, la mafia
y los negocios.
Me meto en la ducha y me enjabono cada parte de mi cuerpo
dejando que escueza en las heridas y cortes que han provocado los
acontecimientos de la noche. Pongo la cabeza debajo del agua caliente y dejo
que me tranquilice. Al salir, me enrollo una toalla blanca y suave en la
cintura. Salgo del baño. Camino hasta la cama, alzo la almohada y saco mi
pantalón de pijama.
¡Toc, toc! Alguien toca mi puerta. ¡Joder! Estoy cansado,
tengo sueño y estoy roto. ¿No me podéis dejar dormir tranquilo? Como sea
Martin, Welch o Jones les corto las pelotas.
Me dirijo todo encendido pero al abrir me encuentro con
María de frente y con Carlos a su espalda. Veo a la chica que sigue dormida en
los brazos de Carlos. Me relajo.
-Señorito McCann, ya está la chica curada-odio esa manía
que tiene María de llamarme señorito McCann, ¿tanto le cuesta llamarme Justin?
Bueno, no me voy a cabrear por eso, y menos con ella, la cual es como mi
segunda madre.
-Gracias María-agradezco- Carlos, por favor, llévala a la
habitación de al lado.
Carlos asiente y la conduce hasta la habitación de al lado.
Abre la puerta, y desaparece en el interior.
-¿Es muy grave?- pregunto a María.
-Tiene contusiones y magulladuras por todo el cuerpo, una
marca en el cuello de intentar cortárselo- recuerdo a mi compañero amenazándole
con el cuchillo mientras que apretaba levemente, pero se ve, que lo suficiente
para dejarle marca-, ah, y tiene una herida en la pierna que ha sangrado
bastante.
-¿Podrá caminar?
-Sí, la he vendado y curado. Cuando cicatrice podrá
caminar perfectamente, aunque los primeros días le costará- me explica. Yo
atiendo a todo. Está mujer es un ángel caído del cielo.
-¿Cuándo despertará?
-No la he dormido mucho, así que mañana por la mañana ya
estará despierta.
-Gracias otra vez, en serio.
-De nada, hijo, de nada.
María hace ademán de marcharse, pero se vuelve y me
sonríe.
-Es muy bonito lo que has hecho por esa chica, Justin,
aunque no sé si tu padre estará muy de acuerdo.
-Lo sé, María, lo sé- reconozco- espero que lo entienda.
-Suerte- me sonríe por última vez y se va.
Voy hacía dónde ha entrado Carlos y veo a la chica
tendida sobre la cama.
-Bien, ayúdame a esposarla a la cama-pido.
Busco unas esposas en los cajones mientras que Carlos la
coloca en una posición más o menos cómoda. La esposo a la cama y le ato las
piernas juntandolas con una cuerda. Creo que estará cómoda, sino lo está, que
se joda.
Sin decir nada, salimos de la habitación.
-Baja para abajo, y pide a dos hombres para que hagan
guardia delante de la puerta. Si son Rumsfeld y Wells, mejor. También pide las
llaves de esta habitación- ordeno.
El capta la orden y sale disparado hacia la planta de
abajo haciendo que dos hombres Phil y Joe, suban a hacer guardia. Bien, me ha
hecho caso. Estos son los que quería. Me puedo fiar de ellos. Sé que no me la
jugaran.
-¿Qué quiere que hagamos?-pregunta Joe.
-Haced guardia toda la noche. Yo necesito dormir, ¿de
acuerdo?
Asienten y se ponen a hacer guardia.
-Ah, cerrad la puerta con llave- recuerdo- Cuando
despierte, llamadme.
Me hacen caso y la cierran con llave.
Entro de vuelta a mi habitación y me echo en la cama a
dormir. En menos que canta un gallo, ya estoy dormido...
***
-¡Soltadme, soltadme!- oigo que grita alguien.
¡Maldita sea! Esa persona grita como una desesperada.
¡Por Dios! Debe ser pronto y quiero dormir.
-¡He dicho que me soltéis! ¡Joder, joder, asquerosos!-y
nada, que sigue gritando.
Abro los ojos alarmado. Aún estoy cansado. Ya no me duele
todo el cuerpo, aunque mi costado y mi hombro no parecen estar muy conformes.
Miro el despertador de mi mesita: las 9:30. Como no se calle, voy y la mato.
¿Quién se atreve a molestarme a las nueve y media de la
mañana? Dios, quiero dormir. ¡Estoy Cansado!
-¡Hijos de puta, soltadme! ¡Soltadme, por favor! ¡Maldita
sea, soltadme!
La voz de esa muchacha es irritante. Cara bonita, voz
irritante. ¡Qué fastidio!
-¡Eh!- grita todavía más fuerte. Oigo unos golpes sordos
en la pared. Intuyo que está pataleando y moviéndose violentamente en la cama.
Las patas de la cama deben estar provocando estos golpes.
¡Maldita sea! ¡Niña estúpida!
Me levanto airado y brusco de la cama lo que provoca que
mi costado y mi hombro se quejen. Joder, aún me duelen bastante. Apoyo el pie
sobre el suelo frío de mi habitación. Auch, también duele. ¡Cómo no pare, le
corto el cuello yo mismo! Cojeo hasta la puerta y la abro con un gran golpe en
la maneta. Suerte que no me la he
cargado.
-¿Quién coño grita de esta forma?-pregunto enfadado. Casi
saco humo por las orejas.
Joe y Phil me miran con una mueca de evidencia. En
realidad es una pregunta estúpida, pero he sentido la necesidad de preguntar.
-La chica, señor. Se ha despertado ya- contesta Phil.
Resoplo con fuerza. ¡Niña estúpida! No me deja ni dormir.
Los dos guardias se apartan y me dan las llaves. Abro la
puerta de mala leche e irrumpo bruscamente en la habitación.
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Holiiii otra vez:3 Jerjer, aquí os dejo el segundo capítulo. Espero que os guste mucho. Wiiiiiiiiiiiiiiiii*-* 3 seguidores ya, como mola e.e GO, BIEBER, GO. Vale, vale, ya esta.
A ver, a ver...Os voy a decir un poquito de lo que va a ir este Blog. Sé que hay poca gente que lo lee /por ahora e.e/ , que es un poco tonto que lo explique, pero buéh me da ilu y quiero que quede clarito. En este Blog colgaré novelas, empezando por esta que es del Justin pero eso no significa que todas sean de él. O sea sé, que puede que las próximas novelas sean de personajes corrientes o puede que no, ya veré. Después, también puede que cuelga textos o mini relatos porque me da el venado, como por ejemplo el de ayer: ''Permanece a mi lado.'' que debo decir que no es mío, es adaptado. Se me olvido indicarlo:') Es de un video que encontré por casualidad y que hay una chica que empieza a hablar. Me gustó mucho y quise adaptarlo e.e Ah, y también, que se me olvidaba decirlo /vaya mierda de memoria que tengo lol/, es que también colgaré noticias y cosas así de lo que me de la gana: mis ídolos; Justin y One Direction; libros que me haya leído y me hayan gustado con sus respectivas reseñas y/u opiniones, alguna película /50 SOMBRAS DE GREEEEEEEEEEY QUE ME ENCANTA/ cuando salgan o cosas así, por ese estilo, ¿sí? Ehm, ¿que más, que más? Ah sí, si queréis que me pase por algún Blog o algo, lo decís, dejad el link y me pasaré, comentaré y lo seguiré:3
Por cierto, muchas gracias a @fuckktruelove /Anna<3/ y a Cookie, que es muy maja y no le gusta su nombreJAJAJAJAJJAJAJAJAJ. Me hizo gracia el coment, Cookie:''')
Ya sé que da palo, es un rollazo, blablabla. Pero porfi, es mucho para mi que si entráis y leéis el capítulo, comentéis y sigáis el Blog. Vuelvo a decirlo por si acaso, hay un botón azul precioso en la barra lateral, debajo del contador de visitas /que por cierto, se le va la pinza y empieza a subir sin que entre nadie, no sé lo que le pasa. Está pa' allá, enserio/ que pone ''Participa en este sitio'' que es gratis darle y me haréis un favor enorme. Relacionado con los coments, os digo que comentéis pero de verdad, o sea no me digáis que os encanta si no es así, decidme las pegas, si os gusta o no, en que aspectos debería mejorar, lo que sea. A mi me ayuda mucho. No muerdo /y aunque lo hiciera no puedo lol/, así que porfi comentad aunque sea para decirme: Dios, que asco que capítulo.
Venga os dejo ya, que ya empiezo a aburrir. Gracias por leer y comentar. Adiós:3
Twitter: @LoveMyDougie
Facebook: Marina de la Cruz.
Ask: ask.fm/LoveMyDougie
Addghjklldlkrirjfhchjeowow esa anna a quien le has dado las gracias soy yo? Asdfgghkl muero :3 bueno marina, que decirte, ya sabes que te sigo des del principio (ole yo por eso ._./) y todas tus novelas me encantan wont stop, u smile, overboard, when i look at you(que espero que la sigas) y tambien esta, alaylm, el hecho de que la ame viene porque evidentemente debo hacerlo porque esta escrita por ti y todo lo que escribes es mararavilloso aunque sea un 'que te den mamon' porque somos hermanas separadas al nacer y debo apollarte en esto y decirte mi opinion sobre ello, que como habras notado es una muymuymuy positiva y el hecho de que incluyas la policia, redadas, pistolas y justin's lo hace perfecto.
ResponderEliminarDefinitivamente me ha encantado marina, espero que la sigas pronto porque de verdad es muy buena y que en general sigas escribiendo y me refiero a esos textos sueltos que publicas porque tus palabras son inverosimilamemte verosimiles. En fin que te quiero mucho, que la sigas proto y que besazos des del sur. Hablamos por fb :* <3
Atte: anna
http://findinglovejustinbieberytu.blogspot.com/
ResponderEliminarsiguela porfa mira mi pag recomiendalapliss
Hola :D me llamo Milagros estoy escribiendo una novela que se llama "As long as you love me" me gustaría que la lean http://luzmiilagros18.blogspot.com.ar/ espero que les guste :)
ResponderEliminarnkajgkljakljdkljfk PERFECTA, TÍO.
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